Uno de los principales problemas que tiene Android es la fragmentación. Hay montones de teléfonos por el mundo corriendo distintas versiones del sistema operativo. El problema de esto es que antes o después, los desarrolladores dejan de dar soporte a las versiones más primitivas del sistema operativo, quedando nuestros teléfonos completamente obsoletos en cuestión de meses.

Para los que nos gusta trastear, es posible actualizar de manera no oficial nuestro dispositivo y tenerlo en la última versión de Android. Dentro de las limitaciones físicas, es posible que funcione bastante bien nuestro teléfono si sabemos como optimizarlo. Pero esto es un blog de Apple y aquí no vamos a hablar de ello.

Si había algo de lo que podía presumir Apple hasta hace poco es que habían sacado 3 teléfonos al mercado (iPhone EDGE, iPhone 3G y iPhone 3GS) y éstos soportaban todas y cada una de las versiones de iOS (hasta la versión 3) de manera oficial, por lo que cualquiera era capaz de tener su teléfono actualizado y disfrutar de todas las aplicaciones de la App Store.

Tras la salida del iPad las cosas empezaron a fragmentarse. No encontrábamos con un nuevo dispositivo con iOS, una pantalla con una nueva resolución a la que hacer frente. Apple decidió abrir una nueva zona en la App Store donde alojar las aplicaciones del iPad para no mezclarlo todo.

Por suerte, las aplicaciones del iPhone eran perfectamente compatibles aunque no estuvieran optimizadas para el tablet de Apple. Hasta aquí teníamos un ecosistema perfectamente sostenible. Dos zonas en la App Store perfectamente diferenciadas para dos dispositivos distintos. Los desarrolladores que así lo quisieran. podrían adaptar su aplicación para el iPad y así aprovechar toda la pantalla. Si la aplicación no estaba optimizada para el iPad, no pasaba nada. Éste hacía un zoom de 2x y podíamos ejecutar la aplicación en nuestra tableta favorita.

Cuando salió el iPhone 4, lo primero que nos dejó con la boca abierta fue su maravillosa Retina Display, una pantalla con 4 veces más resolución de la que los 3 anteriores iPhone montaban. Después de secarnos la baba por semejante pantalla, nos damos cuenta que tenemos un 3º dispositivo que se alimenta de la App Store. Ahora, los desarrolladores que quieran hacerlo bien, tendrán que preparar su aplicación para los iPhone EDGE/3G/3GS y el iPhone 4; y otra para el iPad.

Habrá quien directamente prefiera dejar de lado los iPhone antiguos y soportar directamente el iPhone 4, aunque me parece demasiado prematuro aún. Ahora tenemos el iPhone 4 que es compatible con las aplicaciones antiguas aunque se ven con peor calidad. Así que en la App Store están las aplicaciones de toda la vida, aplicaciones compatibles con el iPhone 4 y aplicaciones compatibles con el iPad.

¿Que hay del futuro?

Pero espera que aún hay más. Pensemos en el futuro. El nuevo Apple TV se rumorea que también montará iOS, por lo que habrá que crear otra nueva zona en la App Store para el Apple TV. Nos encontraríamos con 3 tipos de aplicaciones: Apps para iPhone antiguos + futuros iPhone con Retina Display, Apps para iPad y Apps para el Apple TV.

Conforme siga pasando el tiempo, los dispositivos dejarán de soportar las nuevas versiones de iOS, por lo que la App Store se puede convertir en un cementerio de aplicaciones de mucho cuidado. Si Apple sigue sacando nuevos dispositivos con nueva resolución el panorama se puede seguir haciendo más lioso.

Así que personalmente pienso que el futuro está en 3 zonas bien diferenciadas en la App Store: iPhone, iPad y Apple TV. El iPhone tiene ya en Retina Display, la cual ofrece más densidad de píxeles que el ojo humano, por lo que la resolución podría quedarse así de por vida.

Ahora sólo faltaría esperar que exista un chip capaz de mover con soltura la Retina Display en el iPad y se volvería a unificar la App Store para el iPad. Aunque si los rumores de que Apple sacará iPad de distintos tamaños es cierto, el problema sigue sin tener solución.

Por último, en la App Store para el Apple TV, tendríamos aplicaciones desarrolladas para la resolución 1920x1080p, resolución que debería de aguantar muchos años aún, hasta que se estandarice el 4K.

¿Cómo ha respondido Google ante el problema de la fragmentación?

Aunque al principio del artículo hablábamos de que Android tiene fragmentación por las versiones de sistema operativo, Google ha resuelto mucho mejor el problema de lo que lo ha hecho Apple. En la versión 2.0 eliminaron los problemas de un plumazo: se trata de la resolución independiente. Es decir, el desarrollador programa su aplicación y es Android el encargado de gestionar el tamaño y la posición de los elementos sobre la pantalla. Esto es lo que se lleva haciendo toda la vida en los sistemas operativos, donde las ventanas se ajustan perfectamente al tamaño de la pantalla.

Google optó por implementar esta característica en Android porque los nuevos smartphone no podían tener pantallas de más resolución de 320x480 porque Android no era compatible con ésta. Por eso se creó la resolución independiente, para que fuera cual fuera la pantalla que montaran los fabricantes, Android encajara bien en ella.

Lo que ha intentado Apple con el iPad y el iPhone 4 es una chapuza. En el iPad no se renderizan las fuentes ni los elementos de la interfaz, sino que todo se interpola como si de una imagen se tratara. En el iPhone 4 es un poco más de lo mismo, pero esta vez sí que se renderizan las fuentes y los elementos básicos de la interfaz

¿Y vosotros qué opináis? ¿Pensáis que Apple esperará a que todos sus productos monten Retina Display para que se estabilice el panorama o que implementarán la resolución independiente como hace Android?

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: