Hace un buen tiempo internet se revolucionó cuando conocimos al muchacho que se tatuó el logo del Zune y, tiempo más tarde fueron apareciendo diferentes fanboys, algunos verdaderamente fanáticos y otros con ganas de tener sus 15 minutos de fama, que se inmortalizaron en su piel diferentes dispositivos.
Pero este está más allá del bien y el mal y se podría declarar el fanboy más grande de la historia de la Nikon D3X. Y por qué digo que es el más grande. Lean esta declaración y me entenderán: "Desde que usé un producto Nikon me convencí que nunca más usaré algo diferente... nunca más".