"Los seres humanos tienen derecho a equivocarse". Esa frase, que suena a excusa barata, es la que siempre me ha hecho temer de los operadores de los parques de atracciones y sobre todo de los médicos. Muchas veces da pánico ir al médico, porque nunca se sabe cuando saldrás peor que como entraste. Tal y como le pasó a este niño mexicano:

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida al director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Miguel Angel Yunes Linares, por el caso de un menor de 10 años a quien le fueron extirpados los testículos en una cirugía no necesaria debido a que el niño sólo presentaba descalcificación en esa región y no cáncer, como argumentó el personal médico de la clínica Primero de Octubre, exhorto que fue aceptado "en cada uno de sus términos" por la institución de seguridad social, por lo que inició las denuncias penales y administrativas en contra de todos los involucrados en el caso.

Y lamentablemente, en muchísimos países del mundo ocurre. Sobre todo en los deficientes y precarios servicios de salud pública. Porque las administraciones se lo gastan todo en construcciones y en mejorar la economía -será la propia de los dirigentes-, y cada vez más se descuida algo tan importante como la salud.

Enlace: Por negligencia médica en el ISSSTE le extirparon los testículos a un niño

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