Generalmente, si un test de embarazo arroja un resultado positivo, significa que la persona que se lo ha realizado está embarazada. Lógico, ¿no? Sin embargo, no siempre es así. En muy pocos casos, pueden darse falsos positivos. Lo más común es que estos tengan también relación con la gestación. Por ejemplo, es posible que ocurran después de una muerte fetal justo después de la implantación. También puede tener relación con restos de los fármacos que se usan en los tratamientos de fertilidad. Pero, más allá de eso, es incluso posible que se den falsos positivos en hombres. Y, claro, como es normal, si estamos hablando de un hombre cis, no tendrá nada que ver con un embarazo.

En esos casos, la causa del resultado positivo en un test de embarazo es algo mucho más serio. Y es que hay algunos tumores, entre los que se encuentra el testicular, que pueden desencadenar la síntesis de la hormona que miden este tipo de pruebas.

Se trata de la gonadotropina coriónica humana (hCG por sus siglas en inglés), que se genera en el trofoblasto. Es decir, en un conjunto de células que se organizan muy pocos días después de la gestación y que acaban dando lugar a la placenta. Por lo tanto, es lógico que sea el objetivo de los test de embarazo. Pero también se puede generar en lo que se conoce como tumores trofoblásticos. Hay varios tipos, pero entre ellos se encuentra una clase de tumor de testículos.

¿Qué mide un test de embarazo?

Los test de embarazo funcionan de un modo similar a los test de antígenos de farmacia. En su caso, en vez de detectar proteínas del virus de la COVID-19, buscan la beta hCG. 

La hCG consta de dos subunidades, conocidas como alfa y beta. La primera es muy similar a subunidades presentes en otras hormonas. Por eso, si los test de embarazo se centrasen en ella, habría muchísimos más falsos positivos. Para evitar este problema, lo que se busca es la subunidad beta, mucho más específica de esta hormona generada en la placenta.

Al ser una hormona que empieza a sintetizarse en etapas muy tempranas de la gestación, ayuda a detectar el embarazo rápidamente. Además, puede hacerse tanto en sangre como en orina, por lo que es fácil que las embarazadas se realicen la prueba en casa ellas mismas.

La relación entre la hCG y el cáncer de testículos

Existen muchos tipos de cáncer de testículos, que se pueden clasificar según su origen. Uno de ellos es el tumor trofoblástico epitelial testicular, también conocido como coriocarcinoma. Este se da cuando el trofoblasto no se diferencia correctamente. Es maligno y altamente metastásico, por lo que es importante detectarlo cuanto antes. Y, precisamente por su relación con el trofoblasto, una de las formas de diagnosticarlo es a través de la búsqueda de hCG. De hecho, ya en los años 90 comenzó a analizarse su relación con los niveles de dicha hormona, tanto de hCG en general como de su subunidad beta.

Las pruebas que se realizan no son exactamente como los test de embarazo, pero el fundamento es el mismo. Por eso, si un hombre con uno de estos tumores se realizara un predictor, posiblemente arrojaría un resultado positivo.

No es normal que esto ocurra. Sin embargo, si a alguien le da por intentarlo y obtiene dos rayitas, debería consultar con su médico. Es un caso muy raro, pero puede ocurrir, así que lo mejor es ponerlo en manos de un profesional.