Las emociones de Riley viven en paz y armonía en su cerebro. Alegría, Tristeza, Asco, Miedo e Ira participan cada una en su parcela de la vida de la niña, manteniendo un sano equilibrio. Sin embargo, de repente, 5 nuevas emociones entran en escena: Ansiedad, Envidia, Aburrimiento, Nostalgia y Vergüenza. Así se nos presenta Inside Out 2, la segunda parte de la entrañable historia de Pixar en la que ahora su protagonista ha alcanzado la adolescencia.

Todas las nuevas emociones son típicas de esta etapa de nuestra vida. Sin embargo, está claro que Ansiedad es la que lleva la voz cantante. No es para menos, pues esta es una emoción que, si bien puede aparecer en cualquier momento, a menudo se desarrolla con más fuerza en la adolescencia.

A veces puede ocurrir simplemente como algo totalmente adaptativo, pero en otras llega a convertirse en un problema de salud mental. Este y otros problemas de salud mental son cada vez más frecuentes en los adolescentes. Por eso, es muy importante visibilizarlos, como parece ser uno de los objetivos de Inside Out 2.

Las peculiaridades del cerebro adolescente

Cuando nacemos, nuestro cerebro tiene una serie de conexiones neuronales que se irán moldeando a lo largo de los años. Las que no son necesarias se deshacen, mientras que las que más utilizamos se refuerzan. Así, se optimiza la energía necesaria para el mantenimiento del cerebro. Todo esto ocurre durante un proceso, conocido como poda sináptica, que tiene su mayor actividad durante la adolescencia.

En general, esta es una etapa de grandes cambios en el cerebro. Si bien este órgano termina de desarrollarse y madurar a los 25-30 años, a partir de la pubertad es cuando más cambios se producen. Por eso, como bien le ocurre a Riley en Inside Out 2, pueden aparecer muchas emociones nuevas. 

ansiedad, Del Revés 2 (Inside Out 2)
Ansiedad parece llevar la voz cantante entre las nuevas emociones de Riley. Crédito: Pixar

El papel de la ansiedad, más allá de Inside Out 2

La ansiedad es una respuesta adaptativa y totalmente saludable de nuestro cerebro. Cuando estamos a punto de hacer algo peligroso o que requiera especial concentración, nuestro cerebro lanza una señal de alerta que detectamos mediante síntomas como el aumento del ritmo cardíaco y respiratorio o la rigidez muscular. Esto nos hace estar atentos para evitar problemas. Por ejemplo, puede pasar si alguien se cruza en mitad de la carretera mientras conducimos.

Por desgracia, a veces la ansiedad puede surgir en situaciones que no son un riesgo real. O quizás sí sea un riesgo, pero los síntomas se exacerban muchísimo y se mantienen una vez que ha pasado. Incluso puede que imaginemos constantemente riesgos futuros que probablemente nunca lleguen a ocurrir. En ese caso, la ansiedad empieza a convertirse en un problema. 

Chica chateando en su smartphone
Los jóvenes y adolescentes se relacionan mucho a través de redes sociales y estas influyen en cómo se sienten. Crédito: Tim Mossholder / Unsplash

La importancia de las relaciones sociales adolescentes

Los cambios que afectan a las áreas del cerebro responsables de los procesos sociales se encuentran entre los más intensos que se producen en la adolescencia. Por ese motivo, en este periodo damos mucha importancia al grupo. Esto es evolutivamente ventajoso, ya que las relaciones sociales son muy útiles para los humanos. El problema es que en este periodo de aprendizaje se pueden llevar al extremo, de manera que lo que piensen los demás cobra una gran importancia. Mucha más de la que realmente tiene.

En el trailer de Inside Out 2 lo vemos cuando Riley intenta encajar con las chicas populares del instituto, llegando incluso a dejar de lado a sus amigas anteriores. Al principio puede pensar que eso es lo que necesita, pero su propio comportamiento le acaba produciendo culpa. Otra fuente de ansiedad. 

Esto es algo que, más allá de su origen cerebral, se ha intensificado con las redes sociales, generando un gran estrés en los adolescentes por no cumplir los cánones que ven en ellas. Como resultados, puede aparecer esa ansiedad que no es adaptativa y que llega a ser muy dañina si no se detecta y se trata en terapia.

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Si no duermen bien, pueden sentirse mucho más irritables. Crédito: Lux Graves (Unsplash)

Melatonina y ansiedad

Otro dato curioso del cerebro de los adolescentes es que su liberación de melatonina es distinta a la de los niños y los adultos. Esta es una hormona que nos ayuda a conciliar el sueño. Se libera mayoritariamente de noche, mientras que de día se reducen mucho sus niveles. Al menos es así en los adultos. En los adolescentes, se ha visto que continúa liberándose más horas durante la mañana. Por eso les cuesta tanto madrugar y, si no les queda más remedio que hacerlo, se sienten cansados e irritables.

Ese cansancio puede fomentar también la ansiedad si hay más motivos externos que la provoquen. Ocurre en adultos y, por supuesto, en adolescentes.

Los factores externos que también se ven en Inside Out 2

El cerebro de los adolescentes está en pleno cambio y eso les hace más vulnerables a la ansiedad. Pero ese no es el único problema. Externamente, están sometidos a muchísimos factores estresantes, como el paso al instituto, las actividades extraescolares o las primeras relaciones amorosas. 

Del revés
En Inside Out 2 Riley tiene muy buenas amigas, pero intenta hacerse amiga de las más populares Crédito: Pixar

En Inside Out 2 vemos cómo Riley está sometida a la presión de destacar en hockey, conocer a gente nueva en el instituto o no parecer rara a pesar de llevar aparato. Estos disparadores de la ansiedad pueden ser puntuales o arraigarse, llegando incluso a provocar lo que se conoce como trastorno por ansiedad generalizada. ¿Cómo lo superará ella? Por fin estamos muy cerca de saberlo. 

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