En las últimas horas se ha compartido mucho un vídeo de TikTok de la activista feminista Júlia Salander, en el que muestra la resonancia magnética de una mujer a la que a lo largo de los años se le ha acumulado bajo la piel ácido hialurónico encapsulado. Explica que, al contrario de lo que nos suelen decir, las inyecciones de ácido hialurónico no se reabsorben, por lo que terminan causando inflamación y deformando la cara. También critica cómo en los últimos años ha bajado la edad a la que las mujeres deciden someterse a ese tipo de tratamientos, posiblemente por la imposición de cánones sociales y filtros en redes sociales. En lo respectivo a lo social, Salander tiene toda la razón. Ahora bien, ¿es correcto asegurar que el ácido hialurónico nunca se reabsorbe?

Bien, esa es una pregunta compleja. Las inyecciones de ácido hialurónico son seguras para casi todo el mundo. Es muy raro que se produzcan efectos secundarios. Incluso si se producen, suelen ser leves y temporales. No obstante, en unos pocos casos sí que se pueden complicar. Esto depende de muchos factores, desde el estado del sistema inmunitario de la persona que se somete al tratamiento hasta la marca de ácido hialurónico utilizada. Y es que no todas se han sometido a las mismas modificaciones.

No debemos olvidar que en nuestras células se produce ácido hialurónico. En principio no debería reconocerse como un agente extraño por parte del sistema inmunitario. Pero si esta persona tiene un sistema inmunitario que no funciona adecuadamente, o si las moléculas en cuestión se han modificado mucho con respecto al natural, sí que puede producirse esa reacción en la que se encapsula y se produce una respuesta inflamatoria que, con el paso de los años, puede causar problemas.

Los efectos secundarios de las inyecciones de ácido hialurónico

El ácido hialurónico es un tipo de azúcar que se encuentra en la epidermis, entre otros tejidos, y tiene como misión principal la retención de agua. De hecho, es como una esponja capaz de retener hasta 1.000 veces su peso en agua. Cuanto más grande sea la molécula, más agua retiene.

Esto, por supuesto, aporta muchísima hidratación a la piel, de ahí que se encuentre en muchos productos de cosmética para pieles secas. Normalmente estos productos incluyen dos tipos de ácido hialurónico: de alto y bajo peso molecular. Esto es así porque el de alto peso molecular podrá retener más agua, pero solo hidrata las capas más externas de la piel. En cambio, el de bajo peso molecular no puede retener tanta agua, pero sí puede colarse hasta capas más profundas. Aun así, si realmente queremos que penetre a gran profundidad, lo ideal son las inyecciones de ácido hialurónico. Una piel hidratada se arruga menos. Además, el ácido hialurónico promueve la síntesis de colágeno, ideal para la elasticidad de la piel. Ese es el motivo por el que estas inyecciones rellenadoras son de los tratamientos menos invasivos usados por ciertas personas para prevenir las arrugas a partir de cierta edad.

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La administración externa no es tan efectiva como las inyecciones de ácido hialurónico. Crédito: Polina Tankilevitch (Pixels)

Los efectos secundarios de esas inyecciones de ácido hialurónico no son muchos. Generalmente se trata solo de hinchazón, enrojecimiento o moretones, que remiten en poco tiempo. En cambio, en algunos casos sí que pueden producirse asimetrías, por un reparto desigual de los azúcares, exceso de llenado o granulomas. Estos últimos son masas de células del sistema inmunitario que rodean a un posible agente extraño para evitar que cause daños. El encapsulado del que habla Salander. 

En los peores casos, las inyecciones de ácido hialurónico pueden causar una oclusión vascular, si por error se depositan en un vaso sanguíneo. Esto puede llevar a necrosis o incluso ceguera en casos muy graves.

Problemas a largo plazo

La mayoría de estudios demuestran que el ácido hialurónico se reabsorbe en un año aproximadamente, aunque esto también depende mucho de la zona de la cara. Por ejemplo, en un estudio realizado en 2022 se vio que desaparecía antes de la barbilla que de los laterales de la cara. No obstante, tras 27 meses de seguimiento acabó desapareciendo por completo. En otros casos, en cambio, no llega a desaparecer y puede ocasionar problemas.

Esto ocurre generalmente porque el sistema inmunitario ataca al ácido hialurónico y causan esos granulomas que mantienen el ácido hialurónico bajo la piel durante mucho más tiempo. Además, pueden crearse nódulos en los que es más fácil que proliferen bacterias, empeorando aún más la reacción inflamatoria.

En el pasado, las inyecciones de ácido hialurónico eran mucho más inmunogénicas. Hoy en día se utilizan moléculas más puras, que en principio no deben causar estos problemas. No obstante, no todo depende del tipo de ácido hialurónico. El nivel de asepsia de las agujas y la destreza de la persona que administra la inyección son esenciales para evitar estos problemas a largo plazo. 

¿Qué pasa si notamos la cara rellena después de un año?

Puede que no sintamos ningún tipo de dolor, ni asimetría, ni señal de que algo va mal cuando pasa más de un año tras las inyecciones de ácido hialurónico. Sin embargo, si ese efecto relleno se mantiene podríamos temer que no se hayan reabsorbido.

Normalmente, en esos casos lo que ocurre es que se ha formado tejido nuevo y ha proliferado el colágeno en el lugar de la inyección. De hecho, esa es también la función de este tipo de tratamientos. Los resultados no siempre desaparecen por completo en tan poco tiempo, pero no es nada problemático. 

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Que los efectos se vean después de varios años no quiero decir que el ácido hialurónico siga ahí. Crédito: Sam Moqadam (Unsplash)

¿Qué hacemos si las inyecciones de ácido hialurónico causan problemas?

En los últimos años se ha utilizado mucho la resonancia magnética para comprobar posibles efectos adversos a largo plazo de las inyecciones de ácido hialurónico. Si se detecta que se ha acumulado bajo la piel, sería necesario recurrir a la hialuronidasa. Esta es una enzima que descompone el ácido hialurónico. Por lo tanto, al administrarla en el lugar de la inyección o alrededor de los vasos sanguíneos afectados, el ácido hialurónico desaparece y, con suerte, se eliminan los nódulos y el resto de efectos adversos.

De cualquier modo, es cierto que no deberíamos inyectarnos por encima de nuestras posibilidades. Cuantas más inyecciones, más fácil es que haya algún problema. Pensemos realmente si las necesitamos y, ante todo, cuántas sería lógico que nos pongamos. Partiendo de eso, no olvidemos que, casi siempre, es un procedimiento seguro. 

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