En los últimos meses se ha hecho viral en redes sociales una técnica de hidratación conocida como inundación de la piel. Como su propio nombre indica, esta consiste en saturar la piel con productos hidratantes, con el fin de maximizar sus beneficios. Lógicamente, se promulga especialmente para personas con piel seca, pero se señala que cualquiera la podría usar. Ahora bien, ¿es tan útil como la pintan?

En Medical Daily han preguntado al respecto a la doctora Eva Parker, profesora asistente de dermatología en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt. Esta ha señalado que, efectivamente, la inundación de la piel puede traer ciertos beneficios a personas con la piel muy seca. Pero que no todo el mundo se beneficiaría de ella. De hecho, para algunos individuos podría ser incluso contraproducente.

Y es que cada piel es distinta. Normalmente, las técnicas que se hacen virales como algo casi infalible tienen su parte de utilidad, pero es imposible que vayan a ser igual de buenas para todo el mundo. Una rutina de cuidado facial debe hacerse de forma personalizada, dirigida a las necesidades individuales de quien se la hace. 

¿En qué consiste la inundación de la piel?

La inundación de la piel consiste en una rutina facial en la que se añaden varias capas de hidratación, sumando productos hidratantes.

La primera capa, como en cualquier rutina, es la limpieza. De nada sirve poner productos en la cara si esta no se ha lavado adecuadamente. Con la inundación de la piel se recomienda utilizar un limpiador suave, que no reseque mucho. Después, ya estaríamos listos para la hidratación.

El segundo paso consiste en utilizar un sérum de ácido hialurónico. Esta es una sustancia capaz de retener una cantidad de agua equivalente a hasta mil veces su peso molecular. Eso lo convierte en un ingrediente esencial de cualquier producto hidratante, ya que ayuda a retener el agua en la piel.

Existen moléculas de ácido hialurónico de diferente peso molecular. Lógicamente, las más grandes son las que más agua pueden retener. Sin embargo, las más pequeñas son las únicas capaces de penetrar en las arrugas, tersándolas desde dentro gracias a su capacidad para retener agua. Por eso, lo ideal es un serum que contenga ácido hialurónico tanto de bajo como de alto peso molecular.

Una vez extendido por la cara, el siguiente paso es una crema que también tenga ingredientes hidratantes y que sea muy untuosa. De este modo, se consigue literalmente la inundación de la piel.

serum
La primera capa después de la limpieza es un sérum de ácido hialurónico. Crédito: Amplitude Magazin (Unsplash)

No sirve del mismo modo para todo el mundo

Según las declaraciones de la doctora Parker, hay dos tipos de pieles que podrían no verse beneficiadas de la inundación de la piel. Por un lado, estarían las pieles sensibles. En su caso el problema no es la hidratación, sino que cualquier nuevo producto puede causarles irritación. Por eso, antes de usar serums de ácido hialurónico y cremas untuosas deberían probarlos en la parte interna del codo durante unos días. Si todo va bien, no habría problema.

En cambio, las pieles grasas o con tendencia acneica sí que podrían sufrir las consecuencias de esta rutina, sobre todo si esas cremas tan untuosas son comedogénicas. Eso significa que pueden obstruir los poros de la piel, algo mucho más común con cremas densas y grasas. Y si estos se obstruyen, las probabilidades de sufrir acné suben como la espuma. De hecho, esto tampoco es bueno para personas con piel seca. Siempre se deben buscar productos que no sean comedogénicos, en la medida de lo posible.

Estas personas ya tienen suficiente hidratación en la cara. Necesitan otro tipo de rutinas y, por muy viral que sea la inundación de la piel, no es para ellas.

No es necesario inundar nada

En realidad, para tener la piel hidratada no es necesario abusar de productos hidratantes. Y es que hay que empezar desde dentro. Puede ser mucho más beneficioso beber agua regularmente que sepultar la cara con productos hidratantes.

Esto es algo que debemos tener en cuenta antes de sumarnos a la última rutina viral. De cualquier modo, si los resultados de nuestra rutina no nos agradan o incluso sentimos que nos perjudican, la mejor opción siempre será consultar a un profesional.