Disney+ va a estrenar Star Wars: Crónicas del Imperio el 4 de mayo, coincidiendo con el Star Wars Day. El éxito del año pasado de la miniserie Las crónicas Jedi convenció a los responsables de Lucasfilm de abordar una nueva temporada. Dave Filoni confirmó en la Star Wars Celebration 2023 que él mismo se volvería a encargar del proyecto. Solo que esta vez no se centra en los guerreros del Lado Luminoso de la Fuerza. Por el contrario, lo hace en dos personajes del lado del mal.

Si Las crónicas Jedi contaba las historias de Ahsoka Tano y Dooku, Star Wars: Crónicas del Imperio pon su foco en Morgan Elsbeth y en Barriss Offee. La primera es la sirviente del Gran Almirante Thrawn, villana en las series de The Mandalorian y Ahsoka. La segunda es la antigua padawan de la Maestra Luminara, que acabó tan desencantada con la Orden Jedi que les traicionó y terminó en prisión.

Star Wars: Crónicas del Imperio

Star Wars: Crónicas del Imperio queda por debajo de la anterior entrega de la serie animada por culpa de una primera historia, la de Morgan Elsbeth, que arranca bien pero luego resulta aburrida y carente de interés. Por fortuna, Dave Filoni remonta con la segunda mitad de episodios, centrados en Barriss Offee, mucho más emocionales, entretenidos y llenos de la energía pura de Star Wars. Todo con una animación, otra vez, soberbia.

Puntuación: 3.5 de 5.

La historia de Morgan Elsbeth

Los tres primeros episodios de Star Wars: Crónicas del Imperio relatan la vida de Morgan Elsbeth. Los fans de la saga galáctica la conocíamos como una heredera de las Hermanas de la Noche de Dathomir. Pero, lejos de servir a sus propios propósitos, era una leal vasalla del Gran Almirante Thrawn. De hecho, es ella quien encuentra en Ahsoka al temible villano y lo da todo para hacerle regresar.

Star Wars: Crónicas del Imperio

Ahora, la compañía ha querido dotar de mayor profundidad al personaje explorando su pasado. Porque, aunque era un personaje interesante, era tan misterioso y desconocido para el público que costaba empatizar o sentirse fascinado por su poder. Estos tres capítulos de Star Wars: Crónicas del Imperio son un intento de hacerle justicia. Así, podemos verla desde su infancia, donde sufrió las peores tragedias posibles, hasta su ascenso como una de las grandes antagonistas después de la caída de Palpatine.

Gracias a la serie, descubrimos que Elsbeth es, ante todo, una buscavidas. El devenir de la galaxia, con el ascenso del Imperio, provocó tantos cambios bruscos que los habitantes de la galaxia tuvieron que adaptarse. El camino de la villana es, esencialmente, el de abrazar las circunstancias y aprovecharse de ellas. Entender que el mundo en el que vive es hostil y que solo su ambición la sacará adelante. Es decir, la trama que se narra en Star Wars: Crónicas del Imperio no es solo la de Morgan Elsbeth sino la de tantos otros que tuvieron que hacerse un hueco en el reinado de terror de Palpatine.

El primer episodio es formidable. Una historia de orígenes al uso, llena de tragedia y de acción. Sin embargo, en los dos siguientes capítulos pierde mucho fuelle. Existe una gran conversación con Thrawn sobre el Imperio y el deseo de trascender. Pero al ser capítulos tan cortos, la serie se salta demasiadas partes de su vida. De hecho, algunas de las más interesantes. La decisión de centrarse en sus servicios al Imperio es entendible, pero eso hace que el ritmo sea bastante irregular. Y, sobre todo, que los episodios 2 y 3 parezcan puro relleno aburrido y sin un destino claro. Si no había una buena historia que contar, no era necesario indagar más en ella.

Star Wars: Crónicas del Imperio

La historia de Barriss Offee

En el caso de los episodios de Barriss Offe, sin embargo, pasa todo lo contrario. La presentación del personaje es formidable, pues ni siquiera hace falta conocer su pasado en The Clone Wars para empatizar con ella. En esta ocasión, la serie indaga en cómo, tras la llegada del Imperio, es reclutada por la Inquisición, el cuerpo de élite de Darth Vader. Esto es algo que muchos fans de Star Wars demandaban desde hacía años. Los Inquisidores han aparecido en varias series, pero no su entrenamiento o los entresijos de la organización.

Aunque a grandes rasgos por el tipo de formato, Star Wars: Crónicas del Imperio da una respuesta a esas peticiones. Pero lo hace a través de un personaje con mucha más alma que Morgan Elsbeth. Su historia no necesita tanto contexto pues a lo que apela es a las emociones. Y funciona del primer al último minuto. Recoge la parte más espiritual de la franquicia con un enfoque muy peculiar, visceral y sorprendente.

Como la anterior, esta también es la vida de una persona que debe adaptarse a las vicisitudes del Imperio. Pero todo está mucho más cohesionado, ahora sí da la sensación de ser una historia sólida, coherente, y no tres pinceladas sueltas. En esta segunda mitad de temporada, Star Wars: Crónicas del Imperio crece sobremanera y convencerá a los fans tanto como Las crónicas Jedi en su día. La serie termina dejando un gran sabor de boca.

Star Wars: Crónicas del Imperio

Un formato muy acertado

Este formato de episodios cortos y autoconclusivos es uno de los mejores planes que ha tenido Star Wars en años. No es necesario contar historias sobre estos personajes secundarios como si se tratase de Anakin Skywalker o la Princesa Leia. Con pequeñas píldoras de 10 o 15 minutos, es más que suficiente. Sobre todo porque en ellas entra acción, drama y mucho lore. No hay que estirar el chicle y la vida de Barriss es el mejor ejemplo.

Además, en Star Wars: Crónicas del Imperio se incluyen varios cameos muy agradecidos que supondrán toda una alegría para los fans. Y, aunque a estas alturas ya es habitual, hay que seguir señalando el portentoso nivel en la animación de la serie. Tienen la técnica tan perfeccionada que son unos maestros. Sin duda, es una serie que, aunque no ofrece nada imprescindible, es muy entretenida y grata de ver para los aficionados más acérrimos a la saga, sobre todo en su segunda parte.

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