¿Alguna vez has utilizado los servicios de impresión de una papelería? Si la respuesta es afirmativa, es posible que no te hayas percatado del riesgo que esto supone. A día de hoy, lo más normal al acudir a una copistería es que el dueño te dicte una dirección de correo para enviarle los archivos a imprimir. Un par de clics después, la bandeja de entrada de su email tiene un mensaje de tu parte con los adjuntos.

¿Te has parado a pensar qué tipo de información estás enviado? ¿Son documentos personales? ¿Es algo de carácter confidencial? ¿Engloban un proyecto que alguien podría copiar? Si has pasado por alto todo esto, probablemente estés permitiendo que otra persona tenga acceso a tus datos, fotografías, archivos y un larguísimo etcétera.

Las copisterías online, aquellas que te envían los documentos por correo postal, suelen tener sistemas bien auditados de tratamientos de datos personales, por lo que puedes estar seguro de que cualquier cosa que envíes se destruirá. Pero esto, ni por asomo, ocurre en las papelerías físicas.

Nadie te asegura qué se hará con tus documentos

El RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) exige a las empresas europeas el consentimiento del usuario si sus datos vayan a ser utilizados para cualquier fin. Por este motivo, cuando vas a un concesionario a pedir precio de un coche, el agente te pide firmar una hoja en la que aceptas que pueden utilizar tu nombre en el presupuesto e imprimirlo. En muchos casos puede sonar ridículo, pero es un proceso obligatorio.

Cuando vas a la copistería de la esquina, nada de esto ocurre. Simplemente abren tu email, imprimen tus documentos y te vas con tus hojas de papel. ¿Te das cuenta de qué ha pasado por el camino? Efectivamente, tus archivos se han quedado guardados en el ordenador o en la bandeja de correo de esa papelería. O en ambos.

Para que te hagas una idea, alguien con acceso a tu DNI puede hacer compras a plazos en tiendas online, falsificar información, cometer delitos bajo tu nombre, realizar cambios en los servicios que tienes contratados o hacer trámites burocráticos que tú no has autorizado. Probablemente ahora estés pensando en todas esas veces que has ido a sacar una copia a una papelería.

Todo empeora si los documentos incluyen información más personal, cuentas bancarias, situaciones médicas y un largo etcétera. Estos datos están quedándose en las bandejas de correo de las papelerías, sin darte cuenta y esperando de buena fe que se borren con el tiempo.

Para rizar más el rizo, cabe la posibilidad de que el dueño de la papelería sea una bellísima persona, pero nadie puede asegurarte que un ataque phishing a su bandeja de entrada deje la puerta abierta a un hacker con, ahora sí, total probabilidad de utilizar los datos con malas intenciones.

Por consiguiente, piensa muy bien qué tipo de documentos estás enviando a la bandeja de correo de tu papelería. Por supuesto, nuestra recomendación pasa porque nunca imprimas nada personal con este método.

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Cuidado con imprimir entradas o proyectos

Bueno, vale, nada de información personal, ¿algo más? Tampoco es recomendable imprimir entradas de conciertos u obras de teatro en las papelerías. Estas no suelen contener datos personales, pero ahí radica el problema, que cualquiera con el código de barras puede suplirte para ver a Taylor Swift. Si el agente de la copistería actúa de mala fe, podría acudir al evento o vender los tickets por Internet.

Por último, no podemos dejar de hablarte de cualquier archivo que contenga un proyecto, una idea o algo que te haya costado esfuerzo realizar. De forma inconsciente estás enviándole ese trabajo a una persona que no sabes qué hará con él. Lo más normal es que acabe borrando la bandeja de entrada, pero, como ya hemos indicado antes, nadie puede asegurártelo.

Siempre que puedas, utiliza una memoria USB

Tranquilo, no vas a tener que comprarte una impresora para sacar tus documentos de forma segura. Existe la posibilidad de hacerlo con un método menos intrusivo para tu privacidad. En vez de enviar los archivos por email, mételos en una memoria USB y llévala a la papelería.

Bastará con darle el pendrive al dependiente, seleccionar los documentos e imprimirlos sin que se pasen por la bandeja de correo. Es un método más seguro para tus archivos, información personal o datos confidenciales, pero no definitivo. De nuevo, si la persona que lo gestiona tiene malas intenciones, podría copiar los archivos a su PC rápidamente en un despiste tuyo.

El método definitivo es tener una impresora

Como ves, imprimir en una papelería es un deporte de riesgo para tu privacidad, que depende mucho de la moralidad del dueño y de su seguridad informática. Aun así, decir adiós al peligro con un 100% de efectividad es posible, pero solo si pasas por caja para comprar una impresora personal.

El mercado está *abarrotado de opciones* para todo tipo de necesidades: sacar unas pocas hojas al mes, enfocarse en la impresión de fotografías, darle un uso intensivo con un coste por copia mínimo y un larguísimo etcétera.

Aquí van algunas recomendaciones con una variedad de precios y tecnologías que abarcan las necesidades más típicas que puede requerir un hogar.


Una de las más básicas de Amazon, pero suficiente para imprimir de vez en cuando. Es de inyección de tinta, permite escanear documentos, sacar copias desde el smartphone y ocupa poco espacio.



Un poco superior a la anterior en precio y características. Esta ofrece impresión a doble cara automática, mientras que en la HP la acción es manual. Tiene una mayor capacidad para almacenar papel (100 hojas) y es más veloz con hasta 8,8 ipm (impresiones por minuto). Cuesta 63 euros.



es un modelo considerablemente más avanzado para usuarios algo más exigentes. Su precio de 149 euros ofrece velocidades de impresión más altas, una calidad de imagen mayor y la posibilidad de imprimir tandas más grandes de folios sin resentirse. Podría utilizarse perfectamente para una empresa pequeña.



Ofrece tecnología láser, un sistema mucho más económico que la inyección de tinta.tá pensada para aquellos que quieran sacar muchos documentos sin imágenes a un coste mucho más bajo. Su precio es de 154 euros en Amazon.


Y si lo que necesitas son recambios de impresora, o incluso bucear en más modelos, echa un vistazo a estas ofertas.

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