Quién iba a decirnos en el S. XIX que lo que comenzó como un concurso para buscar un sustituto del marfil para hacer bolas de billar acabaría por mostrarnos un camino sin retorno. Y es que a día de hoy es imposible pensar en nuestro día a día sin plásticos. Los plásticos consisten en un grupo increíble de materiales, muy diverso tanto en su naturaleza como composición. Su utilidad es tal que, sencillamente, existen prácticas diarias que no podemos imaginar sin usar plásticos. Pero, aunque están muy presentes en nuestras actividades, al mismo tiempo son grandes desconocidos. ¿De qué están hechos y cómo?. Es más, ¿tienen algún tipo de efecto sobre nuestra salud? Y si es así, ¿cuál es? Hoy vamos a conocer un poco más sobre los tipos de plástico que utilizamos.
Hablemos de "esa" sustancia
Cuando decimos "plástico" no nos referimos a un material en concreto
Antes de comenzar con los tipos de plástico hay que entender que cuando decimos "plástico" no nos referimos a un material en concreto. La naturaleza de los plásticos es muy diversa. Se llama plástico a un material maleable y flexible a ciertas temperaturas. Normalmente, los plásticos se caracterizan por estar formados por polímeros. Con esta palabra se denomina a cadenas enormes de moléculas unidas entre sí, formando una estructura estable. En el proceso de polimerización, las moléculas sueltas se unen una tras otra formando una cadena o maya al cambiar alguna de sus condiciones físicas. Así, el plástico se convierte en... plástico. Pero, como decíamos, dichas moléculas no son siempre las mismas. Existen todo tipo de sustancias que difieren en sus propiedades, su proceso de formación, etc. Por todo ello, los plásticos se han convertido en sustancias indispensables en nuestros procesos industriales, construcción, química y mucho más.
¿Qué tipos de plástico existen?
Por su naturaleza, existen muchas maneras de clasificar los plásticos: por su composición, su estructura, su método de síntesis, su reciclaje o su comportamiento ante la temperatura. Nosotros vamos a centrarnos en los tipos existentes según su codificación. La codificación de los plásticos hace referencia a un número (o código) del 1 al 7 indicado dentro del símbolo internacional de "reciclado". Este código no explica la dificultad de su reciclaje ni nada por el estilo, como suele pensarse. En realidad, estos códigos se designaron de manera arbitraria para indicar los tipos de plástico existentes y el proceso por el que se tienen que reciclar. Además del número, muchas veces se incluyen las siglas PET, PEAD/HDPE, PVC, PEBD/LDPE, PP, PS junto a los códigos 1, 2, 3, 4, 5 y 6 respectivamente, según el acrónimo del material usado. Esta manera de clasificarlos, además de hacer referencia a su reciclaje, está relacionado con su utilización debido a su composición y reacción ante el calor y sustancias que interactúan con él.
Clasificación según sus códigos
Como explicábamos, los códigos de plásticos, según su tipo de reciclaje, van del 1 al 7. Estos códigos son internacionales y fueron descritos por consenso y de forma arbitraria, sin ningún tipo de razón particular.
1, Polietileno Tereftalato
También conocidos por su acrónimo de PET, es el tipo de plástico más empleado en alimentación. Es común encontrarlo en botellas de agua y otros envases. Es un poliéster que se obtiene mediante una reacción de policondensación entre el ácido tereftálico y el etilenglicol. Es muy resistente tanto físicamente como químicamente. Por esta razón se emplea en alimentación, para cerciorarnos de su seguridad. Precisamente es su resistencia la que da el principal problema ya que no es biodegradable y hay que procesarlo, lo que resulta costoso y difícil. Normalmente se puede observar con el símbolo de "apto para uso alimentario".
2, Polietileno de alta densidad
El PEAD o HDPE (por sus siglas en inglés) se utiliza, entre otras cosas, para la elaboración de envases plásticos desechables. No se emplea tanto para alimentación a pesar de su resistencia química ya que es menos resistente al calor. Es más rígido aunque más difícil de emplear con impresiones y pinturas. No debe calentarse por encima de los 60ºC.
3, Policloruro de vinilo
Más conocido como PVC, el policloruro de vinilo es uno de los tipos de plástico más empleados en la industria. Es el material plástico más versátil, inerte, flexible y resistente. Por ello se emplea muchísimo en la construcción. Hasta hace relativamente poco el PVC se consideraba seguro en alimentación. Ahora, sin embargo, varios colectivos han alertado de la posible relación existente entre este polímero y algunas dolencias de hígado y cáncer, especialmente según el proceso de manufacturación. Por ello, cada vez se emplea menos en alimentación, siguiendo el principio de prevención. Las evidencias todavía no son los suficientemente fuertes para aseverar los resultados perjudiciales.
4, Polietileno de baja densidad
Se designa como LDPE (por sus siglas en inglés, Low Density Polyethylene) o PEBD a este termoplástico usado en herramientas, juguetes, cubiertas y bolsas. Es muy resistente tanto a agentes químicos como a agentes físicos. Difícil y costoso de reciclar. Por eso se prefieren otros plásticos antes que este para envolturas y uso alimentario.
5, Polipropileno
También conocido como PP, es muy similar al polietileno pero más maleable con la temperatura y con algunas diferencias físicas. Es muy resistente a todo tipo de sustancias y ataques físicos. De hecho, es bastante seguro para uso alimentario. La única razón por la que el PET se emplea más que el PP es por haber ocupado el nicho antes. Cada vez se diseñan más aplicaciones para este plástico.
6, Poliestireno
El PS tiene muchas formas dependiendo de su manufacturación. Desde el "corcho" blanco a elementos rígidos, el uso del PS es amplísimo dentro de la industria debido a su resistencia y, sobre todo, ligereza. También a que sirve como aislante térmico. Eso sí, el problema principal que presenta es su baja resistencia térmica. A temperaturas cercanas a los 100ºC este plástico se deforma, derrite y emite sustancias derivadas que pueden resultar perjudiciales o contaminantes. A temperatura ambiente es completamente seguro pero tarda muchísimo en ser degradado.
7, Otros
La última categoría hace referencia a otros tipos de plásticos de menor uso, cuantitativamente hablando, y que se reciclan mediante otros procesos. Además, la gran mayoría de estos plásticos no son recomendados (o no han sido probados) para uso alimentario. De hecho, algunos han sido marcados por su posible perjuicio a la salud (por estar relacionados con la emisión de bisfenol A, por ejemplo) Suelen emplearse en procesos industriales, aparatos y objetos varios. No son aptos para conservar elementos de consumo alimentario ni cocinar a no ser que el fabricante lo especifique.