Son las ocho. Como cada mañana, apagas el despertador de un manotazo y te desperezas. Tratas de recordar dónde estás, los muebles que hay a tu alrededor, las fotografías del verano pasado. Tu cuarto te devuelve la misma imagen que hace unas horas. Pero el sueño del que acabas de despertar parecía tan real, que tu cerebro aún intenta recuperar sus últimos instantes.
¿Por qué a veces lo que soñamos es tan similar a la realidad? Un nuevo estudio, publicado hoy en Nature Communications, sobre la actividad neuronal en la fase REM aclara parte de estos interrogantes.
En un abrir y cerrar de ojos
Cuando Nathaniel Kleitman y su estudiante Eugene Aserinsky describieron la fase REM del sueño, poco imaginaban que aquellas investigaciones iban a cambiar tanto nuestro conocimiento acerca del cerebro. En 1953, el joven científico, bajo la supervisión de Kleitman, decidió someter a varios voluntarios a una prueba similar al actual electroencefalograma. Aquel estudio sólo tenía una peculiaridad: los participantes debían estar completamente dormidos.La fase REM se caracteriza por un rápido movimiento ocular
Lo que el estudiante descubrió fue realmente sorprendente: en algunos períodos de la noche, los voluntarios experimentaban un cambio raro, por el que sus ojos se abrían y cerraban de forma casi violenta. Extrañado por los resultados, Kleitman pidió al joven que repitiera el estudio con su propia hija, Esther. La niña hacía lo mismo que aquellos participantes: al pasar por la fase REM, su forma de dormir cambiaba. Así fue como Kleitman y Eugene Aserinsky, considerados como los pioneros de la investigación moderna del sueño, describieron este fenómeno.
Hoy en día sabemos que el sueño puede dividirse en varias etapas, clasificadas en dos grandes tipos según el movimiento de nuestros ojos: fase NREM (Non-Rapid Eye Movement) y fase REM (Rapid Eye Movement). Por un lado, el NREM consta de cuatro etapas, que se diferencian en función del grado de adormecimiento, el tono muscular y la ausencia de movimientos oculares. El sueño en fase REM representa un 25% del total de tiempo que pasamos dormidos
Por otro lado, según explican desde la Universidad de Navarra, la fase REM es también conocida como "sueño paradójico". Esta denominación alude a la actividad cerebral que puede observarse en el electroencefalograma (EEG), pues recuerda al estado de vigilia. En total, de acuerdo a los investigadores, la fase REM representa un 25% del total del tiempo que pasamos dormidos, aunque los recién nacidos pueden llegar a estar la mitad del tiempo en fase REM.
Si una persona duerme un promedio de ocho horas, la etapa conocida como NREM ocupa unas seis horas y la fase REM dos. Ambas etapas van alternándose de manera sucesiva, cuatro o cinco veces a lo largo de la noche. Por las diferentes características de la fase REM, los neurocientíficos saben que es más fácil despertar a alguien que se encuentra en esta etapa que en cualquiera de las NREM.
Los sueños de la fase REM
Tras los descubrimientos de Kleitman y Aserinsky, la neurociencia se lanzó a entender las bases biológicas de los sueños. Y es que el hecho de que nos quedemos dormidos no significa que nuestra actividad mental se reduzca, como se demuestra fácilmente con las experiencias oníricas. Caer en brazos de Morfeo, sin embargo, activará diferentes formas de sueños en función de la etapa NREM o REM en la que estemos.Los sueños en la fase REM son cinematográficos y en color
La investigación actual asume que, durante la fase REM, los sueños son de tipo cinematográfico y en color. Por el contrario, las etapas NREM van acompañadas de sueños de tipo abstracto. Además, la fase REM también se caracteriza por presentar sueños vívidos, en los que experimentamos espasmos musculares, activación de la corteza cerebral y atonía muscular.
¿Pero qué hace que los sueños durante la fase REM parezcan tan reales? El propio **Ramón y Cajal** planteaba hace más de un siglo que "hay ensueños con relieve, con sensación de ejercer la convergencia ocular; que el color puede alcanzar la misma vivacidad que la realidad exterior". Para entender los mecanismos de las experiencias oníricas durante la fase REM, los científicos de la Universidad de Tel Aviv decidieron determinar la actividad neuronal individual y la actividad cerebral en las regiones conocidas como lóbulo temporal medial y neocórtex.
La elección de estas dos zonas del cerebro no fue al azar. Por un lado, el lóbulo temporal medial es una región clave en la conocida como memoria declarativa, participando en la formación de recuerdos conscientes de hechos y eventos que nos suceden. Por otro lado, el neocórtex nos ayuda en la percepción sensorial, el desarrollo del lenguaje, el razonamiento especial o la consciencia. Es decir, ambas regiones marcan el límite entre el estado de vigilia y el del sueño. ¿O tal vez no?La media de movimientos oculares era similar en fase REM y durante la vigilia
El estudio publicado ahora en *Nature Communications* se llevó a cabo en 19 voluntarios, realizando pruebas como la polisomnografía, la detección y grabación del movimiento ocular o la electroencefalografía intracraneal. El objetivo no era otro que discernir si la actividad neuronal y la actividad cerebral de estas zonas era similar entre la fase REM y el estado de vigilia. Saber si había o no diferencias podría ayudarnos a entender finalmente por qué a veces nuestros sueños parecen tan reales.
Entre los resultados que obtuvo el equipo de Yuval Nir podemos destacar, por ejemplo, el registro de una media de 3,7 movimientos oculares por minuto durante la fase REM, reduciéndose en el estado de vigilia a 2,6 movimientos por minuto. Como cabía esperar, los participantes no experimentaron movimientos oculares durante la etapa NREM del sueño. Al evaluar la actividad neuronal, los científicos también vieron que existía una modulación similar entre la fase REM y el estado consciente.
A tenor de sus conclusiones, los investigadores creen que el movimiento ocular que se observa durante la fase REM se puede asociar con "microestados" de activación cortical, como si nuestro cerebro estuviera realizando el procesamiento visual que hace cuando estamos en vigilia. Además, la activación neuronal observada no se explica únicamente con simples descargas motoras, sino que en la fase REM y en la etapa de vigilia se correlaciona de manera similar el trabajo neuronal con la actividad en el lóbulo temporal medial.
Estos datos, según los científicos, podrían explicar por qué en ocasiones hay sueños que recordamos con suma exactitud. De acuerdo a sus conclusiones, las experiencias oníricas de la fase REM se asemejarían a las escenas que nuestro sentido de la visión capta cuando estamos despiertos. Ésa sería la razón por la que en la etapa del sueño en la que presentamos un gran movimiento ocular, nuestro cerebro podría estar procesando información como si nos encontráramos en el estado de vigilia.