Comer bien no implica tener una obsesión permanente con las calorías y otros nutrientes de nuestra dieta. Sin embargo, un poco de educación alimenticia nos viene bien a todo el mundo. Y qué mejor manera de abogar por una comida sana que hacerlo mediante imágenes. Un interesante trabajo realizado por wiseGeek explota la fotografía para mostrarnos en qué consisten 200 kilocalorias, la unidad energética que se ha utilizado tradicionalmente para la alimentación. Y es que es importante saber qué (o "cuánto") estamos comiendo que implicaciones tiene esto para nuestra salud.

200 kilocalorías: comida sana versus comida basura

Cómo explicábamos, no hay que ser un obseso de las calorías. Cualquier exceso es malo. Pero sí es conveniente conocer algo más de lo que comemos. Uno de los aportes nutricionales más importantes de nuestro día a día consiste en la energía. Ésta se cuenta en kilocalorías tradicionalmente (llamadas también calorías grandes o más correctamente en kilojulios. La energía la encontramos en azúcares, que consisten en una fuente de energía menos eficiente pero inmediata, o en grasas. Las grasas son a la vez el sistema de almacenaje de energía que tenemos y una forma muy provechosa de obtenerla (quemándolas en la respiración celular). Pero, ¿qué son 200 kilocalorías? Para que nos hagamos una idea, nuestro gasto basal, es decir, la energía necesaria para mantenimiento del nuestro cuerpo, ronda entre las 1500 y 1800 kilocalorías (depende del sexo, el tamaño, la edad y nuestro tipo de vida). Dicho así, parece que 200 kilocalorías no son tantas. ¿Verdad? Por otro lado, 200 kilocalorías son las que necesitamos para correr durante 25 minutos seguidos a 10 kilómetros por hora. O para pasear durante una hora en bicicleta. Parece que ya vamos viendo la cosa de otro modo. Pero, ¿qué cantidad de comida supone 200 kilocalorías?

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No hay nada mejor que una imagen. Cómo podemos ver en la galería de arriba, más de medio kilo de zanahorias equivalen a 200 kilocalorías. Lo mismo que una salchicha frankfurt, más o menos. O un pequeño puñado de Doritos y patatas fritas. Ni qué decir tiene que un trozo de barra de chocolate supone 200 kilocalorías, fácilmente. Un donut contiene más de 200 gramos, mientras que necesitamos dos kiwis y medio, o más, para cumplir con esta cifra. Un vaso de leche, por ejemplo, contiene las mismas calorías que tres huevos. Al igual que dos vasos de cola o casi un kilo de pimientos. Como vemos, algunos alimentos sorprenden por lo energéticos que resultan. Otros no tanto (como las salsas, la pasta o los frutos secos). Pero claro, no solo las kilocalorías cuentan.

No todo son kilocalorías

Probablemente, lo más difícil a día de hoy sea jugar con todos los factores de la comida para conseguir una dieta equilibrada. Y es que nos interesa mantener un nivel de kilocalorías adecuado, para no coger un sobrepeso y otros problemas, pero sin olvidar el resto de nutrientes. Las prisas y la velocidad hacen que comer de manera saludable, manteniendo un balance de nutrientes adecuado resulte muy difícil. Las grasas y los azúcares producen comidas más sabrosas y adictivas mientras que las propiedades nutricionales se pierden más fácilmente con el tiempo y el calor. Como consecuencia, y simplificando el asunto, lo que tenemos al final es comida muy procesada, que dura más, pero tiene peores valores alimenticios: mucha energía y pocas vitaminas y nutrientes en comparación. Dedicar más tiempo a cocinar y elegir nuestros alimentos, sabiendo lo que comemos, es un paso importantísimo para nuestra salud. Debemos escoger con cuidado la cantidad de energía que comemos cada día al mismo tiempo que no caemos en una dieta pobre.

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Para ello, hay que saber de dónde se pueden obtener las vitaminas adecuadas y de la manera adecuada. Esto es muy importante porque no es lo mismo utilizar un suplemento alimenticio (como píldoras o batidos) que obtener los nutrientes de la comida. Esto se debe a que al cuerpo le importa no solo el alimento sino la "forma" en la que llega y es procesada en el interior del cuerpo. Además de las vitaminas no hay nunca que olvidar que necesitamos "grasas" insaturadas (cómo los ácidos grasos omega 3 y 6, esenciales), colesterol, aminoácidos varios y oligoelementos (sales minerales). El cuadro completo de nutrientes solo se puede adquirir de manera adecuada (y en sus justas proporciones) con una dieta equilibrada, que es la propuesta por los nutricionistas y la OMS. Los cereales y el arroz, las carnes rojas en su justa medida, un aporte semanal de pescado, leche, huevos y pan, también en cantidades justas, son indispensables. También son muy necesarias las frutas y verduras, las cuales contienen fibras y antioxidantes que nos protegen de enfermedades varias. Y esto solo son unos trazos de un cuadro enorme y muy complejo. Pero que merece la pena estudiar con detenimiento para conseguir una vida mejor.