En 2001, El maullido del gato del director Peter Bogdanovich sorprendió al público por su combinación de violencia y una rara reflexión sobre la fama. Ambientada en los alegres 1920, la cinta contaba la historia del autor, guionista y productor Thomas Ince (Cary Elwes). En el argumento, la que fuera considerada una de las más oscuras figuras del naciente Hollywood, era un hombre al borde del desastre. También, uno que tuvo un final trágico, del que corrieron ríos de tinta. Eso, cuando, supuestamente, sufrió un infarto a bordo del yate del magnate de los medios William Randolph Hearst.
Siempre, según la película, lo extraño resultaba que a pesar de su fama de juerguista, Ince era un hombre saludable. Uno, además, que pasó la velada en la embarcación bailando con la joven estrella Marion Davies (Kirsten Dunst). El punto crítico era que esta última, era la amante de Hearst (Edward Herrmann), y, por tanto, intocable a cualquier hombre con un mínimo de sensatez. Mucho más sospechoso aún, resultó que el cadáver estaba cubierto de moretones y el brazo derecho roto, así como el fémur de la pierna izquierda. Para el final de la trama, se dejaba entrever que el furioso magnate había acabado con la vida de Ince, en medio de una dramática situación.
Pero lo cierto es que la cinta, que no llamó demasiado la atención más allá de a los historiadores de Hollywood, relataba íntegramente la insólita muerte del real Thomas Ince. Este fue encontrado cubierto de magulladuras y con claras evidencias de violencia, al bordo del yate de Hearst. Sin embargo, el médico a cargo de los pasajeros, declaró que se trataba de insuficiencia cardíaca. Un giro de acontecimientos que convirtió a la historia en un hito trágico y tenebroso de Hollywood.
Claro está, no es el único que ha llegado al cine. Te contamos acerca de cinco historias sangrientas de Hollywood que resultaron ser ciertas. De un crimen que marcó a una generación, a una circunstancia brutal en el mundo del cine para adultos de la década de 1970. Se trata de un recorrido alrededor de lo que esconde la meca del cine, más allá de sus marquesinas y sus sofisticadas apariencias.
Los asesinatos de la familia Manson

Érase una vez en… Hollywood (2019) de Quentin Tarantino, es reconocida ampliamente por ser una de las mejores películas de su filmografía. En especial, porque el director y también guionista, muestra un momento de la industria cinematográfica en especial. Corría la década de 1960 y una revolución visual y de puntos de vista sobre el cine, estaba a punto de ocurrir. Todo en paralelo a los grandes cambios culturales y sociales de la época.
Pero uno de los elementos más duros de la cinta, es la familia Manson. La secta de la vida real, forma parte del argumento e incluso, intenta asesinar a Rick Dalton (Leonardo DiCaprio). Sin embargo, todo termina en un virtual exterminio de todos los miembros y un final que cambia el suceso real en que se basa. Eso, a favor, de un homenaje casi melancólico a una etapa de ensueño e inocencia, que se considera acabó en 1969, con justo, el ataque de la secta a Sharon Tate y un grupo de amigos.
Lo que realmente ocurrió

Por supuesto, el final de la cinta reconstruye — para bien — el suceso real, uno de los más sangrientos que se recuerde. Durante la noche del 9 de agosto de 1969, los miembros de la llamada Familia Manson, tomaron por asalto la casa 10.050 de Cielo Drive, Beverly Hills. Meses antes, el director Roman Polanski y su esposa, Sharon Tate, la habían alquilado al productor musical Terry Melcher. Este último, objeto de la obsesión de Charles Manson.
Por lo que el macabro clan, irrumpió en busca del productor y con la intención de asesinarle a órdenes de su líder. Solo para encontrar que en el lugar se encontraba Tate, con nueve meses de embarazo, junto con Abigail Folger, heredera millonaria; Jay Sebring, su estilista, y Voytek Frykowski, un cineasta polaco, así como el vigilante privado Steven Parent. Los integrantes del culto, les asesinaron a puñaladas y después huyeron, dejando una macabra escena del crimen que aterrorizó a Hollywood por meses.
Los asesinatos de Stephen Clancy Hill

En 2019, el director Lucas Heyne exploró en el lado más sórdido de la industria del porno estadounidense a través de una cinta desgarradora. Mope, profundiza no solo en el clima de abuso, violencia y degradación que llena la mayoría de las producciones de la industria para adultos. También, en la espiral de adicciones y situaciones ilegales que rodean a los actores y actrices.
De modo que la película está llena de situaciones extravagantes. La más notoria, el momento en que Stephen Clancy Hill (Nathan Stewart-Jarrett) ataca con una katana de utilería a los actores de un estudio pornográfico. Eso, después de ser despedido y obligado a salir de las instalaciones. En medio del caos, el personaje no solo consigue herir de gravedad a varios de los presentes, sino también matar a su buen amigo Herbert (Kelly Sry). Lo que pone punto final a su accidentada búsqueda de fama y riqueza.
Lo que realmente ocurrió

Por disparatado que parezca, el giro de trama es totalmente real. En junio del 2010, el verdadero Stephen Clancy Hill, afiló una espada de utilería y atacó a todos los que se encontraban en el estudio Van Nuys. Horas antes, había sido despedido, por su comportamiento errático y violento. En medio de la situación, terminó por herir de muerte a Herbert Wong, uno de sus amigos más cercanos. Finalmente, Hill huyó y cuatro días después, se suicidó para evitar ser arrestado por sus crímenes.
El caso de Richard Ramírez

En 2016, la directora Megan Griffiths, llevó a la televisión, la tortuosa historia del asesino Richard Ramírez. El acechador nocturno se enfoca en un joven abogado (Bellamy Young), que debe convencer al notorio criminal (interpretado por Lou Diamond Phillips), de confesar un asesinato. Todo, en un intento de salvar la vida de su cliente, al demostrar que el homicida encarcelado era el responsable de una responsable de la muerte que se le imputa.
Pero, la situación se torna cada vez más dura, cuando Ramírez, acepta con la condición de poder conversar por horas con el asistente legal. Una exigencia que terminará por relevar los horrores ocultos que cometió y la forma en como el asesino, no siente el menor arrepentimiento.
Lo que realmente ocurrió

Un punto intrigante de la cinta, es que utilizó varios puntos reales acerca de los crímenes de su tortuoso protagonista. El guion — que también escribe la directora — explora tanto en la personalidad de Richard Ramírez, como en su estela de violencia. Lo que brinda explicaciones de puntos en apariencia triviales, que la historia convierte en escenarios de estudio.
De los diferentes nombres que se le dieron al asesino — se le llamó el Acosador Nocturno, el Asesino Sin Cita y el Intruso del Valle — hasta su inexistente método para matar. Lo cierto es que la producción reconstruye con inteligencia todo lo relacionado con el asesino y le da una óptica distinta a otras cintas similares. Además, sin modificar la historia real en ningún punto.
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La Dalia Negra

En 2006, el director Brian De Palma relató en forma de thriller policíaco la historia de un asesinato en Hollywood. Dwight Bleichert (Josh Hartnett) y Lee Blanchard (Aaron Eckhart) son dos policías de Los Ángeles de mediados de 1940, que se obsesionan con el crimen de una joven actriz. Razones no faltan. La brutal muerte de Elizabeth Short (Mia Kirshner) parece indicar que hay hilos de poder actuando para encubrir al culpable.
Pero más grave todavía, que se trata del primero de, quizás, otros homicidios, igual de violentos y crueles como el de la víctima. Paso a paso, la cinta reconstruye el clima de paranoia, obsesión y sorpresa que rodea a la circunstancia. Solo para llevar a ambos agentes a una conclusión sorprendente.
Lo que realmente ocurrió

El guion de Josh Friedman, está basado, de manera muy libre, en los hechos relacionados con el asesinato de la actriz real Elizabeth Short. El 15 de enero de 1947, el cuerpo de la joven fue encontrado en un lote vacío en Leimert Park, en Los Ángeles. La víctima había sufrido múltiples mutilaciones y el cadáver se encontraba cortado en dos partes.
De inmediato, se volvió un suceso que aterrorizó a Hollywood y la obsesión de los tabloides a nivel nacional. No obstante, y a pesar de los intentos de la policía, el caso no se resolvió ni hubo verdaderos indicios que explicaran muchos de los datos alrededor del crimen.
Los supuestos crímenes de John Holmes

En 2003, la tumultuosa vida del actor porno John Holmes fue llevada a la pantalla grande. La cinta, dirigida por James Cox y protagonizada por Val Kilmer, exploraba en la vida de excesos del conocido intérprete del cine para adultos. Pero en especial, en un oscuro suceso que se convierte rápidamente en el centro de la trama.
En Sueños rotos, Holmes es el principal sospechoso de la muerte de cuatro personas. Todas, asesinadas a golpes y después, arrojadas a una ladera rocosa. A través de la investigación, se muestra además el sórdido entorno del actor y la posibilidad de que, además, encubriera a varios cómplices del violento delito.
Lo que realmente ocurrió

El macabro suceso, centro de la trama de Sueños rotos, fue real. El 28 de junio de 1981, los cinco miembros de la banda de asaltantes Wonderland se encontraban reunidos en una propiedad de Laurel Canyon.
Sin que la policía haya podido hasta hoy descubrir el motivo, Ron Launius, William “Billy” Deverell, Joy Miller y Barbara Richardson, fueron asesinados a golpes. Un suceso brutal que descubrió la extensa colaboración de John Holmes con el mundo criminal. El actor fue llevado a juicio, pero finalmente se le exoneró de todos los cargos.