En El Pingüino, Gotham sucumbió al ataque de Acertijo (Paul Dano) y se encuentra en medio del caos. Por si eso no fuera suficiente, el líder del submundo criminal, Carmine Falcone (John Turturro), fue asesinado. Por lo que hay un enfrentamiento directo entre distintas facciones de delincuentes, en busca de ocupar su lugar. El más decidido a lograrlo, es Oz (Colin Farrell), que tendrá que, además, intentar no ser asesinado por los sobrevivientes del clan Falcone. Eso, mientras todo el resto de las fuerzas violentas en la ciudad se organizan en su contra. 

Se trata de un complicado escenario, que lleva a Oz y al resto de los personajes, a un terreno callejero y realista, muy distinto a la manera en que, hasta ahora, se ha reflexionado sobre Batman y su mundo. Si bien, la trilogía de Christopher Nolan, que llegó al cine entre 2005 y 2012, lo intentó, al final la ciudad se convirtió en terreno en disputa del mal. De hecho, en varios de los diálogos más memorables de las cintas, se habla sobre “disputarse” el alma de Gotham. Lo que convierte a la tenebrosa metrópolis en un emblema de la ética y la moral.

Pero para Matt Reeves, el submundo criminal de Batman, está relacionado con las intricadas conexiones del crimen organizado. Lo que hace que su premisa — que se traslada directamente a El Pingüino — tenga un parecido más cercano a tramas sobre la forma en que funciona la mafia. La serie de HBO, toma el relevo en el punto de vista y profundiza en el miedo, la brutalidad y la avaricia, con una inteligente combinación de factores. Por un lado, la noción contemporánea del mal. Al otro extremo, una perspectiva sobre los villanos, que los hace ser más estrategas malignos de poder que figuras sin matices. Lo que brinda a El Pingüino, su cualidad de un violento territorio de grises. 

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Un nuevo punto de vista del mundo de DC

Aunque no está relacionado con el tronco principal del futuro Universo de DC, sí permite mostrar la forma en que puede manejarse el contexto relacionado con The Batman. La película, que espera estrenar segunda parte en 2025, profundizó en un Batman mucho más joven, inexperto y en búsqueda de su propósito. Pero al otro lado, también en un mundo criminal que no conoce demasiado y con el que debe lidiar desde cierta impericia y torpeza.

De hecho, la película narra como Batman (Robert Pattinson), todavía sale a las calles para enfrentar a los criminales sin mucha idea del motivo por el cual lo hace en realidad. Lo que le hace mezclarse en palizas callejeras y volverse una presencia oscura, sin nombre y más conocido por sus hechos violentos que por su heroísmo. En esta etapa, Gotham está corrompida, rota y alejada de cualquier redención, pero a pesar de eso, Bruce Wayne todavía intenta imponer la justicia de la única manera que considera viable. Esto es: a través de la brutalidad y una salvaje necesidad de reivindicación.

En ese escenario, Carmine Falcone lo controla todo. Tanto, como para sugerir que hay hilos de conexión entre Thomas Wayne, padre de Bruce, y la organización criminal que encabeza. Un tema que se toca poco, pero marca el camino que El Pingüino desarrolla a un nivel más amplio y siniestro. En Gotham, nadie está completamente a salvo de la corrosión moral. Y de hecho, la serie plantea ideas muy parecidas a la película de Matt Reeves. ¿Quién es realmente malo o bueno en medio de las tentaciones del crimen? 

El sentido de los héroes y los villanos en ‘El Pingüino’

Lo anterior, impacta directamente en la idea que el mal y el bien en El Pingüino, no extremos que puedan diferenciarse con facilidad. De hecho, la serie dedica tiempo y esfuerzo, a mostrar que Oz, a pesar de su pasado criminal y sus intenciones de volverse el cabecilla de bandas de Gotham, también es capaz de actos de bondad. Ese tipo de punto de vista, hace a la serie más rica y matizada. A la vez, mucho menos cercana al lenguaje inocente del cómic, acerca de cómo deben ser explorados los puntos éticos.

De la misma forma, en que ocurre en The Batman, en El Pingüino no hay nadie que sea totalmente malo o ético. Y es esa sensación que el terreno del crimen en Gotham alcanza lugares desconocidos, lo que hace del mundo imaginado por Reeves sea muy importante para entender la serie. La misma ciudad que acoge a un justiciero enmascarado cuyo única regla moral es una imprecisa percepción acerca de no matar, es la que brinda poder a Oz para exterminar a sus enemigos.

Un punto interesante a tener en cuenta, es que la Gotham que presenta El Pingüino es exactamente la misma que la de The Batman. A saber, acaba de ocurrir la elección de la alcaldesa y sobrevivir al ataque de Acertijo. Por lo que se encuentra parcialmente cubierta por el agua en una debacle de la que no se recupera. Lo que crea la condición política y social para que Oz pueda actuar. También, para que la familia Falcone pueda poner manos a la obra para repeler como puede y en una maniobra desesperada, a los nuevos aspirantes a Señor del Crimen de la ciudad.