Christopher Nolan estrenó en 2012 la última parte de su trilogía de Batman, The Dark Knight Rises (El Caballero Oscuro: La leyenda renace en español). La película supuso el colofón para el héroe de Gotham interpretado por Christian Bale. Una versión del personaje que fue muy aplaudida, pero que también recibió algunas críticas, especialmente en su entrega final. Ahora, un experto en armas nucleares ha desterrado alguna de ellas.

Muchos espectadores acusaron al desenlace de The Dark Knight Rises de perder el tono realista de la saga. Cuando una bomba nuclear amenazaba con destruir Gotham, Batman consigue llevársela con su vehículo volador y hacer que estalle lejos de allí, en mitad del agua. Supuestamente, el superhéroe es la única víctima en la explosión, aunque finalmente se descubre que ni siquiera él ha perecido. Las críticas a ese final apuntan a la falta de lluvia nuclear o de efectos colaterales en Gotham.

Pero Greg Spriggs, un físico experto en armas nucleares, ha analizado la escena en una entrevista concedida a Insider. Y sus conclusiones son muy claras: se trata de un desenlace muy realista y bien ejecutado. “En realidad, fue uno de los mejores: tenía la forma correcta y el tiempo de brillo adecuado. La bola de fuego acaba enfriándose, y lo hace muy rápidamente por transferencia de calor por radiación. El tiempo que la bola de fuego continúa brillando, se conoce como tiempo de brillo”, comienza.

“Estas nubes en orma de hongo pueden elevarse hasta 40.000 pies en el aire, por lo que pueden verse desde lejos. No habría peligro de lluvia radiactiva a menos que el viento soplara directamente hacia ellos”, explica. De acuerdo a Spriggs, por tanto, Nolan fue muy certero a la hora de abordar la explosión de la bomba que casi fulmina la ciudad del Caballero Oscuro.

The Dark Knight Rises

La bomba nuclear en Batman: The Dark Knight Rises no es perfecta

“Hay una regla general. Si miras la parte superior de la nube en forma de hongo, y si es blanca, tendrás cero consecuencias la mayoría de las veces. Si se ve sucia, significa que entró suciedad en la bola de fuego, y ahora hay un material que es transportado, que llevará los escombros de la bomba nuclear y creará una lluvia radiactiva local. Así que si la detonas sobre el agua, habría muy pocas consecuencias y posibilidades que ocurra lo anterior”, continúa en referencia al final de The Dark Knight Rises. Un aprendizaje que Nolan ha empleado años después en Oppenheimer, su nuevo gran éxito sobre el padre de la bomba atómica.

Sin embargo, para Spriggs, el final de la película tampoco es exacto al 100 %, ya que el director incluyó una secuencia innecesaria que le hace perder puntos. “Las personas que estaban de pie en el puente notaron una especie de brisa. Eso sucedió demasiado pronto: la onda expansiva tardaría un tiempo más largo en llegar hasta ahí”, expone. “Le daría un siete sobre diez: el destello fue bueno y la forma de la detonación fue bien hecha”, sentencia el científico. Unas palabras que, en cualquier caso, acaban con toda crítica sobre los efectos secundarios que debería haber tenido esa bomba. Como en muchas de sus películas, con The Dark Knight Rises, Nolan puede estar orgulloso de haberse mantenido fiel a los principios científicos.

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