En Beetlejuice, Beetlejuice, tres generaciones de la familia Deetz regresan al pueblo de Winter River (Connecticut), punto de partida de la historia original. Pero mucho más, la película de Tim Burton retoma todo el universo que rodea a una de sus obras más conocidas. Desde el aspecto del No Mundo, hasta la idea que el mundo de los vivos y muertos, está separado por una línea muy fina y no siempre, clara. Lo cierto es que este recorrido, a través de lo sobrenatural, nunca fue más vistoso, extravagante y al final, oscuramente retorcido. Todo, en medio de una estética que ya se hizo un hito en el séptimo arte.
Pero, lo más interesante de la cinta, es, de hecho, que completa y hace más interesante toda la mitología que Tim Burton imaginó para la entrega inicial. En especial, la forma en que reflexionó sobre el dolor, la pérdida y el duelo a través de una vistosa puesta en escena y en particular, una mirada atípica a lo aterrador. Para lo que retoma algunas de sus obsesiones más conocidas y las lleva a una nueva dimensión. Pero mucho más, las introduce de una forma por completo nueva para una generación de fanáticos del cine mucho más joven. Lo que convierte a Beetlejuice, Beetlejuice, no solo en un regalo para fanáticos. A la vez, en una interesante forma de entender el bien y el mal en una época cínica.
Para que disfrutes mejor la experiencia, te dejamos cinco cosas que debes recordar para ver Beetlejuice, Beetlejuice. Del mundo en que se desarrolla el relato — o los mundos — hasta sus protagonistas. Un recorrido brillante a través de lo extraño que Tim Burton compone desde su original punto de vista y que promete, ahora sí, otras travesías semejantes a futuro. ¿Es el comienzo de una saga? Solo el tiempo lo dirá.
En la original, el mundo de los vivos y los muertos interactúa entre sí

En la cinta de 1989, Tim Burton imaginó un escenario singular en que el mundo de los fallecidos y el de los vivos interactúa entre sí. Lo que se deja claro desde el comienzo de la cinta. Bárbara (Geena Davis) y Adam (Alec Baldwin) Maitland, son una pareja que se muda a su casa ideal en Winter River. Pero lo que comienza como una nueva etapa en la vida de ambos, pronto se convierte en una aventura extravagante.
Eso, luego que ambos mueren en un accidente absurdo y deban habitar la casa, ahora como fantasmas. Por lo que descubren la existencia del No Mundo. En otras palabras, el más allá pero sin verdaderos elementos míticos o extraordinarios. Para entender todo lo que deben afrontar, disponen de un Manual para los Recién Fallecidos, que explica, paso a paso, todo lo que deben saber. Lo que abarca asumir que se quedarán atados a la que fue su hogar por toda la eternidad. Uno de los puntos más interesantes de la cinta, es que el guion de Michael McDowell y Warren Skaaren, muestra el No Mundo como un lugar colorido y extraño.
Sin ningún nexo con imágenes infernales o celestiales, la vida después de la muerte en Beetlejuice, comprende estratos. Desde una oficina para la resolución de problemas, hasta una escala corporativa en la que abundan empleados aburridos e incluso una sala de espera. La cinta reimagina lo temible y lo convierte en humor absurdo. Algo que Beetlejuice, Beetlejuice conserva y lleva a un nivel más delirante.
Se trata una cinta sobre el duelo, antes que de terror

Beetlejuice y su secuela exploran la idea de la muerte, pero no la del terror. Por supuesto, tanto la una como la otra, muestran con cuidado el terror que produce lo que ocurre después de morir. Pero en lugar de convertirlo en terreno de pesadilla, lo llevan a una noción más parecida a un sueño febril.
Pero además de todo este enfoque sobre la muerte que desafía explicaciones sencillas, el mundo de las cintas profundiza en el duelo. En la primera, la muerte abrupta de los Maitland les lleva a permanecer atados a la casa en la que viven. Por lo que todo el argumento, se interesa en su manera de aceptar que se encuentran en otro tipo de existencia y solo les resta seguir adelante.
Se trata de un punto de vista peculiar, que permite a toda la cinta — y en cierta medida, a su secuela — explorar, a través del humor absurdo, acerca del dolor. También, la idea de la muerte como la pérdida de toda humanidad o en cualquier caso, una vuelta de tuerca original sobre el tema. Algo que Beetlejuice, Beetlejuice conserva en buena medida.
Los poderes de un superfantasma

En la primera cinta, la propiedad de Adam y Bárbara termina por ser vendida a la familia Deetz. Por lo que se ven obligados a ser testigos imponentes de cómo la casa es reconstruida y sus antiguas posesiones, transformadas en arte moderno. Por lo que en medio de la emergencia, descubren un misterioso anuncio de periódico que anuncia los servicios de Beetlejuice (Michael Keaton). Al fantasma, se le invoca al decir tres veces en voz alta su nombre.
En la cinta, el personaje se denomina a sí mismo bioexorcista, que brinda su ayuda a los fantasmas para aterrorizar a seres vivos que les molesten. Por lo que puede aparecerse, manipular la materia, imitar voces y cambiar de forma para hacerse más terrorífico y temible.
Pero Beetlejuice es también incontrolable, cruel y siempre actúa según su conveniencia. Por curioso que parezca, para contenerle se debe pronunciar de nuevo su nombre tres veces. Lo único que puede vencerle, son los gusanos de arena del inframundo, o si se le decapita. Lo cual convierte a su travesía en el No Mundo en un castigo insoportable.
Un matrimonio complicado

En la primera película, Beetlejuice termina por traicionar a los Maitland, que logran, con esfuerzo, contener su poder y confinarlo a la maqueta de Winter River de Adam. Lo que no solo disminuye su poder, sino que lo confina al mundo de los muertos y posiblemente, a ser exorcizado. Esta última, la única forma de matar a un fantasma.
Por otro lado, en medio de su lucha con los Deetz, Adam y Bárbara conocen a Lydia (Winona Ryder), la hija pequeña de los nuevos propietarios. Esta tiene la capacidad de ver a los muertos y de hecho, está encantada de descubrir la presencia de los antiguos dueños de su casa. Por lo que surge una profunda amistad entre ellos y demuestra, que los vivos y muertos pueden convivir.
Pero, todo va a peor, cuando Adam y Bárbara terminan por ser atrapados en un ritual de invocación, que termina por ser un exorcismo. Lo que parece llevarlos a una verdadera muerte. Por lo que Lydia, en un intento de ayudarles, invoca a Beetlejuice, que le exige, para ayudar, la promesa de contraer matrimonio con él. Lo que le permitiría — según la mitología de la cinta — dejar de estar atado a la invocación y ahora sí, tener la libertad para ir y venir por el mundo de los vivos y el de los muertos.
Suscríbete a la newsletter diaria de Hipertextual. Recibe todos los días en tu correo lo más importante y lo más relevante de la tecnología, la ciencia y la cultura digital.
Un final en apariencia feliz

Para su final y vencido Beetlejuice, los Deetz y los Maitland comparten una convivencia feliz. Una situación ideal, en particular para Lydia, que se convierte en el centro de la vida de Bárbara y Adam, mientras sus padres recomponen las suyas.
Por otro lado, en el No Mundo, Beetlejuice espera ser atendido para saber su suerte en adelante. Lo que incluye la decisión si finalmente muere — de verdad — o solo recibirá alguna penitencia. Por lo visto y según Beetlejuice, Beetlejuice todo parece haber sido más complicado que eso. Lo que abre la puerta a un universo más amplio e interesante.