Un hombre de 36 años ha recibido la eutanasia en Colombia a causa de las complicaciones derivadas de una infección por el hongo Candida auris. Contrajo este patógeno en una piscina, durante sus vacaciones en la ciudad de Melgar, hace cinco años.
Desde entonces, ha lidiado con una osteomielitis y un cáncer en la sangre que, finalmente, le han hecho tomar esta decisión. Cabe destacar que un buen saneamiento de la piscina habría evitado la presencia de niveles infectivos de este hongo. Además, Candida auris afecta principalmente a personas con el sistema inmunitario deprimido. Si no es el caso, normalmente ni siquiera causa síntomas. El joven colombiano se encontraba en silla de ruedas desde un accidente ocurrido en 2015 y había sufrido complicaciones por las cuales sus defensas no se encontraban al máximo.
De hecho, este hongo a menudo causa estragos en los hospitales, especialmente en las unidades de cuidados intensivos. Esto no quiere decir que debamos tomarlo a broma. Es un hongo peligroso. No obstante, el triste desenlace de este hombre es algo excepcional por la convergencia de varias cuestiones poco habituales. Es bueno conocer su existencia, pero no por eso debemos temer bañarnos en una piscina.
El peligro oculto de Candida auris
Normalmente, Candida auris no causa síntomas y ese es precisamente su mayor peligro. Dado que las personas que lo padecen no son conscientes de ello, puede que se relacionen con personas vulnerables que sí que son susceptibles de ello. Esto es algo que pasa a menudo en las residencias de ancianos. El personal o incluso los familiares de los residentes pueden diseminar la enfermedad. Finalmente, alguna persona mayor, previamente enferma, puede infectarse con Candida auris. En ese caso, puede que la infección tarde en detectarse, ya que normalmente se confunde con una infección bacteriana.

Si los escalofríos y la fiebre no cesan con antibióticos, se puede intuir que es un hongo, por lo que se pasa a tratar la enfermedad con antimicóticos. El problema es que Candida auris no responde a estos fármacos contra los hongos. Solo queda que el sistema inmunitario la elimine. Si no lo logra por no estar suficientemente fortalecido, la infección puede pasar a la sangre y complicarse hasta producir la muerte.
¿Qué le pasó al chico colombiano?
En el caso del joven colombiano, la infección por Candida auris no lo mató directamente. No obstante, las complicaciones fueron tantas que no pudo más y decidió pedir la eutanasia. Entre ellas se encontraba una infección de los huesos, conocida como osteomielitis.
Cuando la infección la causa una bacteria, se extirpan las zonas del hueso afectadas y, después, se pone un tratamiento con antibiótico. Sin embargo, en el caso de Candida auris no hay una forma de erradicarla por completo, por lo que puede que este paciente se sometiese a varias operaciones y, aun así, la infección siguiese avanzando.
Todo ese deterioro afectaría aún más a su sistema inmunitario, propiciando el avance de un cáncer sanguíneo que exacerbó aún más su enfermedad.
¿Por qué estaba Candida auris en la piscina?
En realidad Candida auris se encuentra en muchos sitios. Lo que ocurre es que normalmente no nos damos ni cuenta. En el caso de las piscinas públicas, en las que se bañan muchas personas, puede que los pacientes asintomáticos hagan que el hongo prolifere a grandes cantidades.

Por eso, es importante que el agua se trate correctamente. Es cierto que hay patógenos que resisten al cloro. No obstante, con niveles apropiados de esta sustancia, los hongos no deberían llegar a concentraciones preocupantes. De hecho, en los hospitales se suelen usar desinfectantes a base de cloro, como la lejía, para evitar la proliferación de Candida auris en las superficies.
Posiblemente la piscina de Melgar donde se infectó el paciente recién eutanasiado no cumplía las medidas adecuadas de seguridad. Por eso, si nos bañamos en uno de estos lugares, es aconsejable comprobar que todo se ha limpiado correctamente. No se trata de temer las piscinas, sino de no bañarnos en cualquiera.