En la Tierra Media, el mal avanza y lo que es peor, utilizará todos los recursos a su alcance para vencer a cualquiera que intente oponerse. El tercer episodio de la nueva temporada de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder, analiza al ideal, al finalmente, mostrar qué está ocurriendo más allá de las historias relacionadas con los elfos, una decisión interesante para explorar acerca de la forma en que la producción examina el poder y las alianzas. Este último, un tema recurrente en el episodio. 

En específico, ahora que Mordor se erigió en centro de los enemigos en el final de la primera temporada. Tener un punto al que vencer — o de cuál huir — equilibró las diferentes tramas de la serie. Algo que se comprobó en el segundo capítulo con la llegada de Sauron (Charlie Vickers) a Eregion. Este último, ya en un lugar que le permitirá forjar nuevos anillos de comprobado poder y a través de ellos, influir en los líderes de diversas tribus y razas. 

Pero más allá, en la forma en que las tinieblas — tanto reales como metafóricas — se extienden por todo el territorio. La guerra está cerca y para entender mejor su extensión, el tercer capítulo de la segunda temporada, se hace las preguntas correctas. ¿Quiénes se unirán para luchar contra un enemigo en común? ¿Qué tan complicadas serán esos vínculos a futuro? El mapa de la Tierra Media, está dividido entre resquemores y la desconfianza mutua, algo que la El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder no olvida y que, de hecho, explora de manera inteligente. 

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De elfos a la isla de Númenor

Como se recordará, el territorio más sofisticado en que habitan los hombres, pasaba un momento complicado al final de la primera temporada de la serie. Luego que la reina regente Miriel (Cynthia Addai-Robinson), fuera al sur para honrar la vieja alianza con los elfos, la situación política en sus dominios se hizo complicada. Mucho más, cuando el rey murió, abrió la sucesión. Eso, mientras la heredera perdía la vista en la explosión que creó Mordor y buena parte de su ejército moría bajo las armas de los orcos. 

Como si eso no fuera suficiente, también el pueblo tomó partido en medio de la complicada situación. La artesana Earien (Ema Horvath), hermana de Isildur (Maxim Baldry), e hija de Elendil (Lloyd Owen), se hizo de todos los dolientes que se quedaron en el territorio, esperando la vuelta de los suyos. Pero lo que comenzó como quejas angustiadas por el destino de los que fueron a enfrentarse al mal, se tradujo en un antiguo resquemor colectivo. A saber: el hecho que la reina apoyara a Galadriel (Morfydd Clark), despertó el profundo rechazo de la isla contra los hijos de Valinor. 

Los Anillos de Poder

Algo que la serie utiliza para explorar el paso del tiempo y cómo los habitantes del reino, han olvidado buena parte de su historia. Como se recordará, la existencia misma del territorio se debe a los elfos. Algo que el pueblo, ahora, no admite. Lo que hace de la coronación de la nueva reina se transforme en una situación para medir intereses. No solo le llaman “reina de las mentiras”. A la vez, se muestra el Palantir que rigió las decisiones del poder durante siglos. 

Señales tenebrosas

Los anillos de los elfos, en Los anillos de poder

Para colmo de males y mientras la situación se hace cada vez peor en la coronación, un águila gigante aparece, provocando el pánico. Se trata de un augurio que antes pudo tomarse como una forma de demostrar la fuerza de la nueva reina. Pero en medio de la atmósfera violenta, toma un nuevo cariz. Aunque la serie usa un recurso que contradice el canon oficial de Tolkien, lo hace de manera eficiente y con todo lo que supone, la presencia de una criatura mítica. 

En especial, porque Miriel se encuentra desbordada y lo que ocurre después, termina por signar su destino. Entre la belicosa multitud que asiste al evento, los que rechazan a la corona declara que el ave, en realidad, marca nuevos caminos. Lo que se precipita en una serie de acontecimientos. En primer lugar, que Pharazon (Trystan Gravelle), se convierta en un elemento de poder, al ser prácticamente rey. Lo que obliga a Miriel a aceptar su ascendente. El destino de la destrucción parece inevitable para la isla. 

Las intrigas de Sauron

Owain Arthur as Prince Durin IV

La serie, con un propósito que cumplir, explora mejor y con más rapidez en sus conflictos y personajes. Lo que hace que la visita del príncipe Durin (Owain Arthur) y Disa (Sophia Nomvete) a Eregion sea más complicada de lo que podría suponerse. Celebrimbor (Charles Edwards) tiene lo que parece el ofrecimiento perfecto en un momento complicado. Este es: fabricar anillos de Mithril, claro está, para sanar la montaña. Lo que hará, siempre que pueda tener acceso al misterioso metal. 

Se trata, claro, de un ofrecimiento con truco, en que el que Annatar )Vickers) tiene el mayor peso y el que lleva la situación a terreno peligroso. En especial, porque Durin sospecha — con razón — del desconocido que se deshace en elogios y en el que no confía justamente por ello. El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder sabe cómo plantear la cuestión de que Sauron es mentiroso, pero también, tiene una mente rápida que puede sopesar la agilidad mental de su enemigo hasta encontrar su punto débil. Y esta vez, se trata de Disa, que está convencida que el trato es el mejor y, por tanto, el que más conviene a su pueblo. 

Finalmente, Annatar presiona lo suficiente a Celebrimbor para mentir a Gil-galad (Benjamin Walker). Lo cual traza el camino que ocurrirá en medio de situaciones cada vez más complicadas y en especial, con la necesidad de Sauron de obtener suficientes anillos. No solo para extender su poder, sino para saber hasta qué punto los líderes contra las que debe luchar son influenciables por el mal.

Los matices de Mordor

Los Anillos de Poder

Uno de los puntos más interesantes de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder, es su manera de manejar los aspectos más humanos de su criatura. Algo que queda claro en una curiosa escena. Adar (Sam Hazeldine), ahora señor de Mordor, recibe una extraña petición de uno de los suyos. La de continuar viviendo en la macabra región mientras sea posible. Para la ocasión, la serie incluso insinúa que las siniestras criaturas — que Peter Jackson pintó apenas como carne de cañón — incluso tienen la capacidad de amar. Lo que pone en perspectiva su lealtad y la forma hacia dónde se dirige este giro del argumento. ¿Habrá desobediencia en las filas de Sauron?

Los Anillos de Poder

Al otro extremo, los habitantes del sur se reúnen en Pelargir, un asentamiento con tecnología de Númenor, que por ahora es suficiente para la diezmada población de la región. El grupo está integrado por Isildur, que escapa en una brillante escena de una raña gigante. También se encuentra Arondir (Ismael Cruz Córdova) que sufre la pena de la pérdida de Bronwyn (Nazanin Boniadi) y que intenta cuidar del hijo de esta, Theo (Tyroe Muhafidin), sin que el muchacho le permita acercarse demasiado. 

Por ahora, el personaje más intrigante de este grupo es Estrid (Nia Towle), el que será al parecer el nuevo interés amoroso de Isildur. El problema radica es que lleva en la nuca, una marca que, al parecer, le hace tener un futuro oscuro que explorar. Algo que la serie insinúa, pero no explica demasiado para el final de su tercer episodio.