Sauron es la encarnación del mal absoluto en la saga literaria de J.R.R. Tolkien. Y será parte esencial de la serie Los Anillos de Poder, que ya puede verse en Prime Video. Eso parece sugerir la encarnizada búsqueda de Galadriel para encontrarlo o las diversas menciones a la guerra contra Morgoth.
No obstante, el indicio más evidente es que el argumento ya muestra el escenario de un posible enfrentamiento total contra la siniestra figura. Lo cual apunta a que el Maia, convertido en amenaza al acecho para la Tierra Media, tendrá un lugar central en la historia.
Es, sin duda, una decisión con un peso considerable. La Segunda Edad narra la batalla contra el lugarteniente de Morgoth y todo lo que ocurrió una vez que hizo uso del Anillo Único. De hecho, el primer episodio de Los Anillos de Poder mostró una clara imagen de Sauron. Además, con un aspecto muy semejante al que tuvo en la trilogía cinematográfica de Peter Jackson. Lo que podría significar, que el argumento le conferirá poderes y capacidad para luchar muy parecida a la de su versión en cine.
Pero, en el argumento de la serie, su identidad es un misterio. Lo que podría sugerir que su influencia es, por ahora, indirecta y más relacionada con la manipulación. De ser así, la serie explora con pulcritud los primeros relatos del personaje. También, la forma en que Tolkien lo concibió. Una sombra en perpetua amenaza y un maestro del engaño.
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El enigma de Sauron
En sus tres primeros episodios, la serie Los Anillos de Poder dejó claro que el conflicto de la historia se centrará en el auge y la caída de Númenor. Al menos, que ese será el evento más importante en una primera temporada destinada a contextualizar eventos mayores.
Lo que quiere decir que no es casual la breve imagen de Sauron en el primer episodio que anunció su presencia. El villano tuvo un papel específico y fundamental en la tragedia como instigador de lo ocurrido y, por supuesto, sus consecuencias.
No obstante, para comprender cómo actuará Sauron contra los hombres más poderosos de la Tierra Media es necesario explorar el origen de la criatura. Cómo sobrevivió a los eventos de la Primera Edad y de qué manera adquirió poder para un nuevo ataque en la Segunda y Tercera. ¿De dónde proviene? ¿Cuál es su verdadera naturaleza?
Sauron y sus orígenes
La figura de Sauron está vinculada por completo a la de Morgoth, primer Señor Oscuro de la saga de Tolkien. Originalmente llamado Melkor, este último fue un Valar creado por Eru Ilúvatar, la deidad suprema en la mitología del escritor.
Con más que un evidente parecido con la mitología relacionada con Lucifer en la religión católica, el Valar terminó por rebelarse y volverse pérfido. Bajo el nombre de Morgoth, se enfrentó al resto de la creación. En castigo, fue condenado a un vacío atemporal del que no había retorno. Pero ya había tenido una influencia perniciosa fundamental en otra criatura.
Mairon era un Maia, uno de los poderosos espíritus cuya misión era ayudar a los Valar a dar forma y sustancia a Arda. Al principio, era un ser de enorme pureza, que se interesó en el arte de la forja. Sin embargo, corrompido por Morgoth, terminó por subvertir su naturaleza. Pero, al contrario del Valar al que obedecía, Mairon no deseaba conquistar territorios, sino dominar las mentes y el espíritu de criaturas conscientes.
Una de las cualidades más peligrosas de Mairon fue su duplicidad. Durante la época en que sirvió a Morgoth, fingió lealtad al resto de los Valar. No obstante, una vez que el rebelde se afianzó en la Tierra Media, el Maia descubrió sus intenciones. Fue entonces cuando cambió su antiguo nombre — que en élfico se traduce como “el admirable”— por Sauron, “el abominable”.
Una historia entre las sombras
Convertido en el reconocido vasallo de Morgoth, Suron luchó a su lado durante el enfrentamiento de este contra los elfos en la Primera Edad. Se convirtió en gobernante de la Fortaleza de Angband, en la que se refugió cuando los Valar vencieron por primera vez a Morgoth. Mientras su amo se enfrentaba a todo el poder de sus iguales, Sauron adquirió cualidades y se hizo más peligroso.
Tanto como para conquistar la isla Tol Sirion, que pertenecía a la raza élfica. Como provocación, después la llamó “la de los hombres lobo”. Su presencia se volvió en sí misma anuncio de tragedia y horrores. Llegó incluso a tener la capacidad de crear sus propios servidores, como Thuringwethil, que tenía las capacidades de un vampiro. Para Sauron se trató de una etapa de plenitud en la que, además, aprendió las artes de la transformación y la manipulación mental total.
Morgoth, cada vez más asediado por el poder de los elfos, se volvió el enemigo natural de la raza. Pero Sauron era de naturaleza incluso más retorcida que el Valar al que servía. Su objetivo era destruir el bien en el corazón de los hombres. Es en esta etapa cuando su historia se cruza con la de Beren y Lúthien. Algo que enlaza su destino con varias de las narraciones más importantes de la saga Tolkiana. A la vez, se cruza con el posible argumento de la serie Los Anillos de Poder.
Sauron capturó a Beren y al elfo Finrod, hermano mayor de Galadriel. Por último, tras una larga persecución, el Maia corrompido asesinaría al elfo. Lo que en la historia de Prime Video, desencadena la venganza de la Dama de Valinor y su participación en los futuros conflictos en la Tierra Media.
Sauron y Los Anillos de Poder
Después de que Morgoth fuera vencido, Sauron se ocultó durante 500 años, para después establecerse en Mordor. En la región, construyó la torre de Barad-dûr, símbolo del mal. Con los conocimientos acumulados en su larga vida, creó ejércitos de orcos y trolls. Luego, tramó un plan para manipular a los hombres del continente.
En la época que probablemente se reflejará el argumento de la serie Los Anillos de Poder, tomó el aspecto de una criatura de extraordinaria belleza, Annatar. Su apariencia le permitió engañar a varios elfos, entre ellos, el maestro forjador Celebrimbor. Este último se dejaría convencer por Sauron para forjar los Anillos de Poder, un supuesto obsequio para elfos, hombres y enanos.
Al mismo tiempo, Sauron creó en secreto el Anillo Único, con el que podía controlar el resto a través de magia oscura. Pero tan pronto intentó utilizarlo, los elfos descubrieron su influencia y la rechazaron. Al otro extremo, los enanos también resistieron las maquinaciones de Sauron. Sin embargo, los nueve reyes humanos que aceptaron el pérfido regalo, fueron corrompidos y convertidos en Nazgûl.
La guerra de todas las guerras que probablemente mostrará Los Anillos de Poder
Fue entonces cuando Sauron atacó a la Tierra Media en una conquista brutal. Algo que estuvo a punto de lograr a no ser por la intervención de la Isla de Númenor. Al final, el Maia corrompido fue encarcelado y confinado por los hombres del oeste. Una circunstancia que la criatura aprovecharía en beneficio propio.
Una vez en el próspero reino, manipuló la ambición del rey Ar-Pharazôn y el miedo a la muerte de los que poblaban la Isla. Su influencia fue tal que convenció a la población de levantar un templo en Númenor en honor Morgoth. Finalmente, persuadió al monarca de tomar su considerable ejército para enfrentarse a los Valar y tomar a Valinor.
Se trató de un suceso catastrófico que cambió para siempre la Tierra Media. Eru Ilúvatar destruyó Númenor y convirtió la superficie de Arda en una esfera para que nadie albergara la ambición de atacar Valinor. En medio del cataclismo, la figura humana de Sauron fue destruida y perdió su capacidad de cambiar de formas. Para recuperarse de sus heridas, volvió a Mordor. Cuando lo logró, atacó con todo su oscuro poder la Tierra Media.
Sauron y el final de una Era
Los elfos y los supervivientes a la tragedia de Númenor se unieron para luchar contra el mal encarnado. Elendil, uno de los hombres que permanecieron fieles a los Valar durante el hundimiento de la isla, se unió al rey elfo Gil-Galad. Al vínculo entre ambos pueblos se le llamó Última Alianza y fue una coalición total que tenía la intención de liberar al mundo de Sauron de forma definitiva.
Se trató de un largo y violento conflicto, que el propio Sauron comandó. Llegó a matar a Elendil y Gil-Galad, por lo que, por un momento, pareció triunfar. Pero en medio de la batalla más grande, Isildur, el hijo del líder humano, cortó el dedo de la criatura y le arrebató el Anillo Único. La única herida que el Maia corrompido no podía soportar: el artefacto mágico le permitía mantener su forma física.
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Sauron, de nuevo, volvió a Mordor. Isildur pudo haberle destruido, de haber arrojado el Anillo Único a los fuegos de Monte del Destino. Pero no lo hizo, por lo que la criatura pudo salvar la vida hasta la Tercera Edad. Finalmente, una nueva batalla, que involucró de una u otra manera a todas las razas de la Tierra Media, permitió la destrucción de poderoso objeto mágico. Un hecho que provocó que Sauron dejara de existir por completo.
