En The Acolyte, las nuevas historias de Star Wars dedican tiempo, atención e interés a la Alta República. Un territorio prácticamente desconocido en las producciones de cine y televisión de la saga. Pero particularmente, también muestran un lado más profundo e interesante acerca de los Jedis.

Esta vez, protagonistas de la historia y cuyo punto de vista sobre los sucesos que narrará la producción. Lo que cambia, sustancialmente, toda la forma en que se ha profundizado en los sensibles a la Fuerza, hasta ahora. 

Aunque en Star Wars: episodio I — la amenaza fantasma (1999) y en el resto de las precuelas, hubo una mirada a la Orden, con su jerarquía y organización, The Acolyte va por un terreno distinto. En especial, al brindar la oportunidad de explorar en los diversos sucesos que llevaron a la toma del poder de los Sith sobre sus enemigos tradicionales.

No obstante, lo más interesante de The Acolyte es la forma en que afronta — y podría mostrar — la larga existencia de los caballeros caídos en el lado oscuro. Sobre todo, la forma en que el mal se manifestó no solo a través de la Fuerza, sino también, los líderes más destacados del Imperio. 

Por lo que la historia de los Sith, que hasta ahora ha sido parte de cierta perspectiva a la periferia de Star Wars, es mucho más interesante en la Alta República de lo que fue después. En especial, en lo mostrado en la tentación y caída al lado oscuro de Anakin Skywalker, que pareció resumir el largo trayecto de los caballeros tenebrosos hacia la rebeldía contra la Orden. De modo que The Acolyte brinda la oportunidad de explorar en terrenos desconocidos y llevar a esta precuela, a un espacio nuevo dentro de la franquicia. En especial, al momento de comprender cómo un Jedi, pasa de ser un caballero de la Orden, a formar parte del lado más peligroso y violento de la Fuerza. 

Los Sith y el mal en Star Wars

La definición de Sith se encuentra profundamente vinculada a la Orden Jedi. De hecho, los primeros datos que el Canon de Star Wars incluye sobre el tema, se relacionan con la creación misma de la institución. Fundada en 25.783 ABY (Antes de la Batalla de Yavin o Before Battle of Yavin, en sus siglas en inglés), la estructura de poder Jedi, nació de la curiosidad por el uso de la Fuerza. Lo que llevó, por supuesto, al interés por su aspecto más peligroso y violento. 

Denominada por entonces Ashla, tenía una contraparte oscura, Bogan. Ambas parte podían convertirse en dominantes dependiendo de las inclinaciones del Jedi en cuestión. Lo que terminó por fracturar a este grupo primitivo de sabios y que, más tarde, desembocaría en el nacimiento del Imperio Sith en Ziost, el planeta al Borde Exterior de la galaxia, dominado por los caídos en la oscuridad. Uno de los escenarios de The Acolyte.

Desde entonces, se concibe como la caída de un Jedi, cuando se deja tentar por las partes más violentas de sus emociones. El odio, la ira y la avaricia, pueden transformar toda su capacidad para la Fuerza en una dimensión peligrosa, corrosiva y brutal del poder que puede controlar. Por otro lado, caer en las partes más tenebrosas de sus habilidades, también lleva al Jedi a una obsesión por ejercerlo y por lograr obtener la mayor cantidad de influencia y dominio. De hecho, el grupo estuvo a punto de ser destruido por la tensión interna. Finalmente, el Señor Oscuro, Darth Bane, emergió en medio de las contiendas interinas. No solo, para ejercer control, sino promulgar la Regla de Dos y el código Sith, que incluía siempre actuar en secreto y alejados de cualquier sospecha de los Jedis.

A las sombras del poder

La Regla de Dos, creada por Darth Bane, es un tipo de giro casi filosófico con respecto a las actuaciones de los caballeros tenebrosos. Lo que evitó, además, los enfrentamientos entre la organización y disminuyó la posibilidad que implosionara debido a la violencia. Por lo que deja claro que solo puede haber dos Sith a la vez. Un maestro y un aprendiz. El primero simboliza todo lo que el Lado Oscuro puede ofrecer y además, la profundidad de ese poder y hasta dónde puede llegar. Lo que se convierte en una tentación constante para el aprendiz. 

No obstante, a la vez se trata de otra forma de comprender el mal. La dupla de maestro y aprendiz, es el reverso oscuro del padawan y el Jedi. Porque, mientras estos expresan todos los aspectos positivos de la Fuerza, lo que incluye una expresión de la bondad cada vez más idealista, la pareja tenebrosa lleva todo un nivel más brutal. Finalmente, la constante envidia impulsará al aprendiz a cometer asesinato. Ya sea por la degradación de su punto de vista moral o para salvar la vida de un maestro que lo considera un riesgo. 

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A su vez, todo lo anterior coincide con el código de los Sith o Qotsisajak. Cuya principal idea insiste en que la paz es una mentira y solo hay pasión. Por lo que, entregándose a esta, el Sith obtiene fuerza, que le permite alcanzar el máximo poder. Para finalmente alcanzar la victoria. Todo lo anterior, el contexto para entender las actuaciones de los Sith no solo en The Acolyte, sino en el resto de la saga. 

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