En los últimos años todos estamos mucho más concienciados con la importancia de ahorrar energía en casa. Evitar tener encendidos aparatos que no estemos usando, apagar las luces durante el día si podemos abrir las ventanas, llenar bien las lavadoras y otros muchos truquitos se encuentran entre los más habituales. Pero también puede ser interesante jugar con la temperatura del congelador o el frigorífico

Hay algunos estudios que señalan que, por lo general, estos electrodomésticos se regulan demasiado por debajo. Es decir, que no se necesita tanto frío. ¿Pero es esto cierto? La respuesta no es sencilla.

Se debe tener en cuenta que no todos los microorganismos y parásitos necesitan la misma temperatura en el congelador. Algunos resisten el frío mejor que otros. Es importante hacer referencia a los parásitos, pues muchas veces pensamos solo en los microorganismos, pero no debemos olvidar a otros patógenos, como el Anisakis. Este no es un microorganismo, sino un nematodo. Un gusano, dicho de forma más sencilla. También pueden provocar intoxicaciones alimentarias y a veces son más complicados de destruir con el frío. Veamos entonces cuál es esa temperatura del congelador perfecta.

La evolución de la temperatura del congelador

Generalmente, los congeladores suelen tener, por defecto, una temperatura de -18 ºC. Esto es equivalente a 0 ºF y no es casualidad. Algunos informes señalan que se decidió establecer esta temperatura básicamente porque es un número redondo en países como Estados Unidos, donde se suelen usar los grados Farenheit más habitualmente que los Celsius.

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Algunos países usan los Fahrenheit por encima de los Celsius.

Obviamente, se comprobó que era una buena temperatura, por debajo de la cual no sobrevive ninguno de los patógenos que normalmente causan las intoxicaciones alimentarias. Todo cuadraba, así que se estableció esa cifra como referencia y se ha seguido utilizando.

Hoy en día, precisamente por la necesidad de ahorrar energía, algunos científicos han señalado la necesidad de subir unos pocos grados estos electrodomésticos. Consideran que todos los patógenos habituales sucumben a los -12 ºC. Por eso, se podría subir la temperatura del congelador hasta los -15 ºC, que dejarían un poco de margen en caso de que el electrodoméstico no funcione bien o algún patógeno necesite un poquito más de frío. 

¿Sería seguro ese aumento de la temperatura?

A grandes rasgos, sí que sería un aumento de la temperatura seguro. La mayoría de microorganismos se inactivarían de sobra a -15 ºC. Pero, no en vano, a menudo se recomienda mantener especialmente baja la temperatura de congelación del pescado. Esto se debe a que en este alimento es posible que, además de bacterias, pueda haber larvas de Anisakis y otros parásitos similares.

Existen varios estudios dirigidos a analizar la temperatura perfecta para acabar con el Anisakis. Esto es muy importante sobre todo si se va a consumir el pescado crudo. Se sabe que este parásito es capaz de sintetizar trehalosa, una sustancia que actúa como crioprotector. Por eso, puede ser bastante resistente al frío. 

pescadería
La temperatura de congelación del pescado es mucho más delicada. Crédito: Mary Winchester (Unsplash)

Hay estudios que señalan que la temperatura del congelador para acabar con el Anisakis depende mucho del formato del pescado. Por ejemplo, en 2019 un equipo de científicos polacos comprobó que las larvas de Anisakis en filetes de bacalao sucumben a los -15 ºC, pero que esta temperatura no es suficientemente baja cuando el parásito se encuentra en el interior de arenques enteros.

En ese caso, algunas sobrevivían incluso a -20 ºC en 24 horas. Por eso, si vamos a congelar pescado, los -18 ºC no son tan mala idea. De hecho, para más seguridad, habría que congelar las piezas durante al menos 48 horas y, si puede ser cortadas, mejor que mejor.

Lo ideal es que el pescado haya pasado revisiones que aseguren que no tiene Anisakis. Justo esta semana la Organización del Consumidor (OCU) en España alertó de un lote de pescado procedente de Marruecos con este parásito; pero, por suerte, se detectó antes de que llegara a venderse. Eso demuestra que los controles de calidad funcionan. Aun así, por si acaso, nosotros también debemos ser consecuentes en casa. Mejor deja el congelador como está. 

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