Este pasado viernes se estrenó en Netflix El caso Asunta, la serie que narra la historia del asesinato de la pequeña Asunta Basterra, que tuvo lugar en 2013. La trama gira especialmente en torno a los personajes de los padres, ambos encarcelados como autores del crimen. El padre, Alfonso Basterra, sigue actualmente en prisión, sin aprovechar ninguno de los permisos de fin de semana concedidos desde 2018. La madre, Rosario Porto, se suicidó en 2020 tras varios intentos. Ya había tenido ideaciones suicidas antes de entrar en prisión. De hecho, el perfil psiquiátrico de Rosario Porto fue muy comentado después del asesinato.
En el juicio declararon varios psiquiatras, desde la que la vio en el Centro Sanitario La Robleda de Santiago de Compostela, 4 años del crimen hasta los que la atendieron en fechas más cercanas, tanto antes como después del asesinato. Entre ellos se encuentra el profesional que le recetó el lorazepam, la benzodiazepina con la que se drogó a Asunta antes de asfixiarla.
Todos ellos hablaron sobre el perfil psiquiátrico de Rosario Porto en términos similares, aunque con pequeñas variaciones a lo largo del tiempo. Por ejemplo, la psiquiatra que la atendió en 2009 sí señaló que había pensado en suicidarse. En cambio, el que le recetó el lorazepam habló de depresión, ansiedad y angustia, pero no de ideaciones suicidas.
El variable perfil psiquiátrico de Rosario Porto
La psiquiatra que atendió a la madre de Asunta en 2009 se acogió a su código deontológico para no dar detalles sobre su relación con la niña. No obstante, sí que reconoció que en aquella época Rosario mostraba una gran ambivalencia.
La ambivalencia afectiva hace referencia al fenómeno por el que se pueden sentir casi simultáneamente o de forma muy continua dos sentimientos opuestos. Por ejemplo, en el caso de Rosario Porto, su psiquiatra habló sobre sentimientos de amor y odio hacia las personas de su entorno.
En realidad, este fenómeno psicológico se considera algo totalmente natural, o incluso beneficioso a nivel evolutivo. Experimentar sentimientos opuestos hacia una persona o una situación puede hacer que nos paremos a valorar mejor la situación y no nos dejemos llevar por un solo sentimiento. Por ejemplo, podemos sentir cariño hacia alguien a quien acabamos de conocer, pero también un recelo que nos haría pensarnos bien las cosas en caso de que nos proponga un nuevo negocio.
También es muy habitual en las madres que acaban de parir. Sienten un gran amor hacia sus hijos, pero el dolor y el estrés reciente pueden provocarles a la vez cierto rechazo que les ayuda a no actuar desde ese amor absoluto que puede llegar incluso a ser contraproducente. Si lo vemos todo de color de rosa, la vida parece demasiado sencilla y se pueden cometer errores. Con un bebé de por medio, es importante evitarlos.
¿Cuándo es un problema?
Se considera que todos los seres humanos experimentamos ambivalencia afectiva en algún momento de nuestras vidas y eso no es malo en absoluto. No obstante, cuando se da de forma prolongada, sí que se puede asociar con trastornos como la depresión, las adicciones, el trastorno obsesivo-compulsivo o el trastorno por estrés postraumático.
Según se puede ver en el perfil psiquiátrico de Rosario Porto, ella padecía una intensa depresión. De hecho, en el ingreso de 2009 en el que la atendió esta psiquiatra, se le diagnosticó un cuadro muy agudo de ansiedad y angustia, acompañado de ideación suicida, que habría requerido una atención más duradera. El problema es que ella pidió el alta voluntaria sin que se la pudiese atender adecuadamente.
Las benzodiazepinas con las que se drogó a Asunta
En general, los psiquiatras y conocidos de Rosario Porto la describen como una mujer centrada únicamente en el trabajo y en su hija. Pero también como una persona muy inestable emocionalmente.
Todo esto llevó a que uno de los últimos psiquiatras que la atendió optase por recetarle dos antidepresivos. En primer lugar, escitalopram y un mes después mirtazapina. Además, reconoce que, dado que padecía un gran insomnio, le pautó una dosis de lorazepam para dormir.
Esto quizás facilitó que su marido, Alfonso Basterra, pudiese comprar las pastillas con las que se drogó a Asunta. Sin embargo, en ningún momento se puede culpar de ello al profesional, que simplemente estaba atendiendo a una mujer con un largo historial psiquiátrico, pero que aparentemente no parecía ser un riesgo para otras personas.
¿Pudo sufrir amnesia tras el asesinato de Asunta?
Una parte importante del perfil psiquiátrico de Rosario Porto es todo aquello que pudiese explicar una posible amnesia. En el juicio, se preguntó a los peritos si la dosis de antidepresivos que tomaba podrían haberle causado lagunas de memoria.
Contestaron que sí, especialmente en torno a hechos recientes. Además, una situación de estrés agudo puede causar lo que se conoce como amnesia disociativa o psicógena. Por lo tanto, podría darse el caso de que matase a su hija y luego no lo recordase, de ahí que en todo momento negase haberlo hecho. Pero el caso es que todo apunta a que lo hizo. Por eso pasó 7 años en la cárcel hasta que finalmente acabó también con su propia vida.