El pasado 14 de febrero, el cometa C/ 2021 S3 (PANSTARRS) tuvo su mayor acercamiento al Sol. Este habría sido un bonito regalo de San Valentín para los marcianos, si existiesen y celebraran el amor y el consumismo, puesto que dicho acercamiento ocurrió en las inmediaciones de la órbita de Marte. Los terrícolas tendremos el placer de disfrutar el máximo acercamiento a nuestro planeta el próximo 14 de marzo, aunque se espera que pueda verse hasta finales de mes. Eso sí, no podrá observarse a simple vista, sino con la ayuda de un telescopio o una cámara de fotos con un objetivo adaptado a la astrofotografía. Quienes dispongan de una de esas opciones y disfruten de inmortalizar el cielo están de enhorabuena, pues no solo podrán captar un bonito espectáculo, también podrán contribuir en la investigación sobre vientos solares de una científica de la Universidad de Reading.

Se trata de Sarah Watson, una estudiante de doctorado que ha visto en PANSTARRS el experimento perfecto para su investigación. Cuando este se encuentre muy cerca del astro rey, se espera que los vientos solares golpeen su cola, provocando que se despegue del resto del cometa. Sarah podría captarlo con su telescopio y tomar fotografías, pero lo haría desde un lugar determinado en un momento muy concreto de la noche. Lo ideal es tomar instantáneas desde distintos lugares del mundo, en los que la noche tendrá lugar a distintas horas. Así, se podría inmortalizar una evolución del efecto de los vientos solares sobre el cometa.

Para eso, la científica ha hecho un llamamiento a los aficionados a la astrofotografía. Sus instantáneas pueden ayudar muchísimo. Y lo que es mejor: no solo le ayudarán a ella. Conocer el comportamiento de los vientos solares es esencial para proteger también las telecomunicaciones terrestres. Nunca la ciencia ciudadana había sido tan necesaria.

De los vientos solares a los cometas

Para comprender la investigación de Sarah Watson es necesario tener claros dos conceptos previos. En primer lugar, los vientos solares. Estos son corrientes de partículas cargadas que parten de la atmósfera superior del Sol. Estos van asociados a la actividad solar, que sigue ciclos de aproximadamente 11 años. Al estar formados por partículas cargadas, los vientos solares muy intensos pueden interferir con los satélites terrestres y afectar a nuestros sistemas de telecomunicaciones. Por eso es importante conocerlos a fondo y aprender cómo anticiparnos a ellos.

En cuanto a los cometas, son cuerpos celestes compuestos por polvo, rocas y partículas de hielo, que orbitan alrededor del Sol. Solemos visualizarlos con una larga cola detrás de ellos. Esta se forman cuando, a medida que el cometa se acerca al astro rey, la presión ejercida por su radiación y los vientos solares provocan el desplazamiento de gas, polvo y partículas en sentido contrario.

Por lo tanto, los vientos solares son los responsables de la formación de la cola. No obstante, si son muy intensos pueden empujarla tanto en sentido contrario que llega a desprenderse del cometa. Eso es lo que quiere estudiar Sarah Watson y para lo que necesita a los amantes de la astrofotografía.

cometa Leonard, Venus
La cola de un cometa está influenciada por los vientos solares. Crédito: Michael Jäger (Wikimedia Commons)

¿Qué puede hacer la astrofotografía por la investigación?

Sarah Watson espera que aficionados a la astrofotografía de todo el mundo le envien sus capturas del cometa. Lo ideal es que lo cacen en el momento en el que empieza a separarse de la cola. No obstante, todo vale. Cualquier zigzagueo en la misma puede ayudarle a estudiar los efectos de los vientos solares.

Si le envían imágenes tomadas desde muchos lugares del mundo, seguro que podrá reconstruir su evolución mucho mejor y comprender cómo actúan los vientos solares sobre él. Por lo tanto, si te gusta la astrofotografía y tienes un telescopio o un buen objetivo, no dudes en colaborar.

Las mejores fotografías, además, se enviarán a la Asociación Astronómica Británica para su archivo. Los pasos para fotografíar un cometa pueden leerse online y no son difíciles para alguien familiarizado con la astrofotografía. Una vez tomadas las imágenes, se las debes enviar a Sarah, al correo s.r.watson@pgr.reading.ac.uk. ¿Te animas?

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