En abril de 2019 se publicó por primera vez en la historia la imagen de un agujero negro. Se correspondía con el que se encuentra en el centro de la galaxia M87 y fue todo un revuelo mediático. No es para menos, pues supuso un gran hito de la historia de la ciencia. Más tarde, en 2021, se logró tomar una nueva imagen más nítida, en la que se incluían las líneas del campo magnético del borde del agujero negro. Ahora, otra fotografía, tomada poco después de la primera, demuestra un movimiento el disco de luz de la imagen que confirma las teorías existentes sobre agujeros negros.

Concretamente, han observado tres datos interesantes. Por un lado, en la imagen del agujero negro se ve que el punto más brillante se ha desplazado unos 30 grados en el sentido contrario de las agujas del reloj. Ahora se encuentra a las 5 en punto. Y, por otro lado, han comprobado que el tamaño del anillo sigue siendo el mismo que en 2017, cuando se tomaron las imágenes publicadas en 2019.

Esta es una gran noticia, pues, por un lado, confirma que lo que se fotografió entonces era efectivamente un agujero negro y que no fue casualidad. Y, por otro, se demuestra que Einstein tenía razón en lo que la teoría de la relatividad general concierne a los agujeros negros. ¿Pero por qué se ha desplazado el brillo y qué tiene eso de positivo?

Nuevos hitos en la imagen del agujero negro M87*

La nueva imagen del agujero negro ha sido posible gracias al Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT por sus siglas en inglés). Esta es una colaboración que incluye radiotelescopios de todo el mundo, de manera que se pueden imitar los efectos de un gran telescopio del tamaño de la Tierra. En 2018 se añadieron a los telescopios que tomaron las imágenes de 2017 dos nuevas incorporaciones, uno en Groenlandia y otro en México, aunque desde entonces se han sumado aún más.

Es importante recordar que un agujero negro no se puede fotografiar. Lo que se ve en la imagen de M87* es la sombra creada por el material que gira en su disco de acreción. Los agujeros negros son objetos tan masivos que nada puede escapar de su atracción, ni siquiera la luz. Por lo tanto, todo lo que cruce una distancia concreta, conocida como horizonte de sucesos, se acerca hasta ellos y cae en su interior. Pero antes de la caída, toda esa materia, polvo y radiación gira a su alrededor, en lo que se conoce como disco de acreción. Desde él se emite una gran cantidad de energía, que puede ser detectada por los radiotelescopios. Por eso, lo que captan y se plasma en las fotografías es el contorno del agujero negro, no el agujero negro como tal.

Aun así, se puede ver cuál es su tamaño, El primer gran hito de esta nueva imagen del agujero negro es que el tamaño no ha variado. Era lo que se esperaba. Sí que lo ha hecho el punto más brillante del disco. Pero esto es lógico. Al menos debe serlo si las hipótesis sobre el comportamiento del campo magnético y el plasma alrededor del agujero negro son ciertas. La oscilación del brillo del disco de acreción apoya que, al menos de momento, parece que lo son.

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En la imagen se puede ver cómo el punto más brillante se ha desplazado, sin alterarse el tamaño del agujero negro. Crédito: EHT

Hay muchos más en el universo

En 2022 se obtuvo la primera imagen de un agujero negro de nuestra propia galaxia. Este mismo año se inmortalizó otro lanzando los chorros característicos de estos objetos.

Además, gracias a nuevos telescopios, como el James Webb, aunque no se fotografíe se está pudiendo localizar agujeros negros muy distantes. Es cierto que hace unos años los agujeros negros eran uno de los grandes misterios del universo. Sin embargo, cada vez sabemos más sobre ellos y la ciencia dispone de más herramientas para sacar otros muchos a la luz. Aunque la luz no pueda escapar de ellos. 

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