Steve Jobs, Bill Gates, Bob Iger, Eric Schmidt, Jeff Bezos… ¿Y Satya Nadella?
En esta lista improvisada de algunos de los mejores CEOs ligados a la industria tecnológica, ¿tiene cabida o no el actual CEO de Microsoft? Cada vez más evidencias y opiniones apuntan a que sí.
Nadella, tras atar hace unas semanas la tumultuosa compra de Activision, y surfear para dejar a su compañía mejor posicionada todavía la crisis interna de OpenAI, se ha convertido en los 9 años que lleva como CEO de Microsoft en un líder que nadie puede obviar.
Comparado con las excentricidades de Musk o el autoritarismo de Zuckerberg, la mezcla de grandes resultados y sobriedad solo puede ser comparable con la labor de Tim Cook en Apple. Con una salvedad: Microsoft ha evolucionado como compañía mucho más que Apple en estos años.
Nadella, nacido en la ciudad india de Hyderabad, en 1967, y formado en Estados Unidos tras la inmigración de sus padres, tomó el control del Microsoft en 2014, tras la era memorable (pero desde luego no por buenos resultados) de Steve Ballmer. Una etapa oscura en la que Microsoft tuvo que pelear contra el descenso de ventas generalizado de los PC o su errónea apuesta en el mercado móvil.
Ahora Microsoft es mucho más que la compañía de Windows y Office. Nadella la ha convertido en líder en campos como la prestación de servicios a compañías (Teams y sus derivados), de servicios en la nube con Azure, para los desarrolladores (Github), con peso en el mercado publicitarios y social (LinkedIn), videojuegos (Activision, Xbox, Bethesda o Mojang) y por supuesto inteligencia artificial gracias a su titiriterismo tácito sobre OpenAI. Y sí, por supuesto, sigue siendo la empresa de Windows.
Y sin embargo, cuando Nadella llegó a Microsoft en 1992 comenzó como un cargo intermedio que actuaba a caballo del desarrollo y la evangelización de Excel, para después pasar a dirigir Bing (tremenda historia de venganza convertirlo de un buscador anodino a supervitaminarlo con IA).
Este es el camino de Satya Nadella hasta la cima, ser considerado para muchos el mejor CEO de la actualidad y transformar Windows por el camino.
Nadella y las compras de Microsoft
Nadella tomó el cargo tras los años de Baller, donde el transalántico que era Microsoft se estaba desmoronando. Pero supo ver el cambio de tendencia.
“Ya no existe la Gran Tecnología”, declaraba en una conferencia, en referencia a lo que, según él, son diferencias clave en los modelos de negocio de las principales empresas tecnológicas que las han llevado por caminos divergentes.
Una marca del éxito de Nadella en los últimos años ha sido lo poco que su compañía ha estado en los titulares en materia de regulación hasta la compra masiva de Activision, la más grande de su historia.
En parte se explica (y más viniendo de una empresa con el pasado de Microsoft), por su capacidad para encontrar dónde salir de compras sin llamar demasiado la atención pero eligiendo grandes joyas.
Con un enfoque en la venta de tecnología a las empresas más que a los consumidores. Opera en gran medida entre bastidores, aunque llega a los consumidores a través de Xbox y todo su software de ofimática.
Bajo su mandato, Microsoft ha protagonizado compras como la de Linkedin en 2016, Mojang, la creadora de Minecraft, Github, o Wunderlist, la popular aplicación ahora reconvertida en Microsoft To-do, y que a la postre sirvió de punto de arranque de toda la integración de Teams en empresas que tanto se ha prodigado durante la pandemia. Y, por supuesto, la compra de ZeniMax y con él de Bethesda más recientemente, el estudio con el que espera acabar de abordar su apuesta a la suscripción en el mundo de los videojuegos con Xbox. En el tintero quedará qué podría haber pasado de adquirir TikTok. En resumidas cuentas, los años de Nadella al frente de Microsoft se han basado en la diversificación.
Todas han sido compras satisfactorias. Y todo sin hablar de la inversión en OpenAI.
Pero todo empezó como responsable de marketing técnico de Excel…
Sin embargo, sus comienzos en Microsoft no auguraban un futuro como CEO. Hace unas semanas, un vídeo rescatado nos mostraba a un Nadella unos 30 años más joven dando lecciones sobre Excel.
En aquella época, comienzos de los 90, Nadella ejercía como responsable de marketing técnico de la herramienta, dedicándose a dar formaciones y divulgar sobre excel para usuarios avanzados del programa.
En el video de un minuto, Nadella muestra a los usuarios cómo integrar datos que existen en un host en Microsoft Excel.
En una entrevista reciente con Insider, Nadella explicó que durante sus primeros años en la compañía: "No creo que alguna vez me levantara por la mañana pensando que algún día Microsoft no tendría ni a Bill ni a Steve. Y francamente, cuando Steve (Ballmer) anunció que se iría, fue un verdadero shock para mí".
Poco después de hacer el anuncio, uno de los miembros de la junta encargado de encontrar al próximo CEO de la compañía se puso en contacto con Nadella y le preguntó directamente si quería ser CEO. Él respondió: "Solo si quieren que sea el CEO".
Y el resto, es historia. Pero una historia que ha sido muy fructífera para Microsoft.
Microsoft con Nadella, de vender productos a vender plataformas (y ser el interruptor de la IA)
Cuando Nadella tomó el mando, Microsoft corría el riesgo de haber perdido casi todas las nuevas tendencias tecnológicas importantes desde el cambio de siglo. Una costosa persecución de Google en el mercado de las búsquedas se había quedado corta con Bing, y las redes sociales le habían pasado de largo -de ahí seguramente su intento por comprar TikTok-. Los intentos de alcanzar a Apple en el sector de los smartphones se quedaron en nada: uno de los primeros actos de Nadella fue cerrar el negocio de móviles de Nokia que Microsoft había comprado en una apuesta desesperada.
Quizá parte de ese problema venía porque Microsoft llevaba años centrando en la rentabilidad de Windows. Hoy su sistema operativo sigue representando casi un 14% de sus ingresos, pero desde su llegada en 2014 la rama de negocio en la nube ha aumentado su facturación un 50%, la de ofimática y productividad casi un 40%, y el hardware y ordenadores personales y tabletas ha caído cerca de un 20%. La de videojuegos, tras la compra de Activision, superará ya el 10%.
Nadella respondió llevando a Microsoft de vuelta a sus raíces. Mirando a un período anterior a Windows, cuando sus herramientas de software fueron utilizadas por otras empresas para construir su propia tecnología.
“Esa noción fundamental de que construimos herramientas, construimos plataformas para que otros puedan construir más tecnología, creo que es más relevante, más necesaria en 2019 que en 1975”, decía en otra entrevista con el Financial Times.
El resultado en las acciones de Microsoft desde su llegada, como se puede ver a continuación, es evidente y supera en crecimiento a la de sus predecesores, incluyendo a Bill Gates, aunque también hay que tener en cuenta el contexto económico.
Pero el gran elefante en la habitación es su peso en la difusión (que no desarrollo, seguramente) de la inteligencia artificial. Nadella le da un peso fastuoso si atendemos a algunos detalles.
En la llamada de resultados de Microsoft en julio, Nadella mencionó la IA y OpenAI 50 veces. Habló de Activision una vez y de juegos nueve veces.
Microsoft ya está apostando sus marcas más grandes en la IA, infundiéndola en casi todos sus productos. La tecnología ahora es parte del motor de búsqueda Bing de Microsoft y del sistema operativo Windows y se está agregando a sus productos más conocidos, incluyendo Outlook, PowerPoint y Excel.
¿Le queda mucha cuerda a Nadella?
Con 56 años, parece que a Nadella le queda bastante carrete por delante. En una entrevista a principios de este año, Nadella reveló que los planes de jubilación no estaban en su horizonte, ya que todavía tiene abiertos múltiples proyectos que quiere llevar a buen puerto.
Veremos dentro de cinco o diez años cómo se ve la figura de Nadella o si, incluso, aún sigue transformando Microsoft. Por ahora nadie puede decir que le haya ido mal.