El pasado viernes se volvieron virales las imágenes de un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines, que sufrió la despresurización de la cabina de pasajeros tras el desprendimiento de una pieza de su fuselaje. La aeronave logró volver al aeropuerto de Portland, Estados Unidos, desde donde había despegado pocos minutos antes, y afortunadamente ninguna de las personas a bordo sufrió heridas de consideración.

No obstante, el incidente ha vuelto a poner en la mira a Boeing, que ya guarda registros ingratos con el 737 MAX 8. El sábado, pocas horas después del suceso, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) emitió una Directriz de Aeronavegabilidad de Emergencia que suspendió las operaciones de los Boeing 737 MAX 9 a nivel global.

La orden en cuestión afecta a los modelos que incluyen en su configuración un componente llamado mid-cabin door plug (tapón de puerta central de cabina). Como bien lo indica su nombre, se trata de un tapón que sella uno de los huecos del fuselaje en los que se puede instalar una salida de emergencia para evacuar a los pasajeros en caso de accidente.

Los Boeing 737 MAX 9 que cargan más de 200 pasajeros deben contar con una puerta de emergencia adicional, establece la regulación aeronáutica. Las aerolíneas que incluyen menos asientos en la aeronave no deben disponer de esa salida de evacuación adicional. Por ende, el fabricante la bloquea utilizando un panel sellado del mismo tamaño de la puerta. En el caso de Alaska Airlines, fue justamente ese componente el que se desprendió y provocó la despresurización.

Las aerolíneas afectadas por la suspensión del Boeing 737 MAX 9

Las aerolíneas afectadas por la suspensión del Boeing 737 MAX 9
El Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines que protagonizó el incidente del último viernes. Foto: NTSB.

Como no todos los Boeing 737 MAX 9 en servicio incluyen el tapón central, no todas las unidades son susceptibles de revisión. Aun así, varias aerolíneas han decidido frenar las operaciones con la totalidad de los modelos que disponen en sus flotas.

En Estados Unidos, solamente United Airlines y Alaska Airlines operan el Boeing 737 MAX 9. La primera cuenta con 79 unidades, mientras que la segunda dispone de 65. En el caso de United, la compañía optó por pausar los vuelos con toda su flota de este modelo, aun cuando 33 de ellos habían recibido las revisiones de mantenimiento correspondientes y estaban habilitados para volar.

Alaska Airlines, por su parte, volvió a retirar 18 unidades de la flota, pese a que también habían sido inspeccionadas y consideradas aptas. Por otra parte, Copa Airlines indicó que mantendrá en tierra casi todos los Boeing 737 MAX 9 que opera en la actualidad. De los 29 aviones de este modelo que dispone la aerolínea panameña, 21 corresponden al modelo con tapón central. Estos se mantendrán inactivos hasta que se completen las inspecciones de rigor.

Aeroméxico es otra de las compañías que se han visto afectadas por la suspensión de los vuelos del Boeing 737 MAX 9. La firma mexicana ha decidido cesar temporalmente las operaciones con sus 19 aeronaves pertenecientes a este modelo. En tanto que Turkish Airlines tampoco volará su flota de 5 unidades hasta que finalicen las revisiones técnicas solicitadas por las autoridades turcas.

Además de las aerolíneas aquí mencionadas, se estima que otra veintena de Boeing 737 MAX 9 se encuentra en manos de distintas compañías. Por mencionar algunos ejemplos, la indonesia Lion Air dispone de 3 unidades de esta aeronave; en tanto que la neerlandesa Corendon Dutch Airlines, subsidiaria del grupo turístico Corendon Group, cuenta con 2 aviones de este modelo para servicios chárter. De momento, ninguna de estas compañías se ha expresado sobre si obedecerá la directriz de la FAA estadounidense.

¿Qué sucede en Europa?

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha decidido adoptar la directriz de aeronavegabilidad emitida por Estados Unidos. Esto significa que cualquier aerolínea perteneciente a países de la Unión Europea que operara el Boeing 737 MAX 9 en su configuración afectada tendría que cesar sus vuelos de inmediato.

El organismo ha aclarado que esto no ocurre actualmente, puesto que esta variante del 737 no es utilizada por ninguna línea aérea de estados miembros de la UE. No obstante, ha decidido apegarse a la orden emitida por las autoridades norteamericanas. Así lo explicó en un comunicado oficial:

"La EASA tomó la decisión de adoptar la Directriz de Aeronavegabilidad de Emergencia de la FAA a pesar de que, hasta donde sabe la Agencia y también sobre la base de declaraciones de la FAA y de Boeing, ninguna compañía aérea en un Estado miembro de la EASA opera actualmente un avión en la configuración pertinente.

En la configuración específica cubierta por la directriz, una salida en el medio de la cabina se reemplaza por un panel enchufable. Esta configuración suele ser adoptada por aerolíneas que realizan operaciones de menor densidad (con menor capacidad de pasajeros) donde no se requiere esta salida adicional para cumplir con los requisitos de seguridad de evacuación.

Los aviones 737-9 que operan en Europa no tienen esta configuración y, por tanto, no están obligados a permanecer en tierra por la directiva y pueden seguir operando con normalidad. EASA está en contacto con la FAA sobre este asunto y seguirá de cerca la investigación sobre el suceso de Alaska Airlines".

EASA

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