La mayoría de las producciones surcoreanas intentan combinar varios géneros a la vez. En el caso de El legado de Netflix, la mezcla es, además, una forma de narrar una historia intrigante que se vuelve cada vez más siniestra. Yoon Seo-ha (Kim Hyun-joo de la popular Hellbound), intenta mantener su vida a flote entre todo tipo de pequeñas desgracias cotidianas. Tiene un trabajo que detesta y en el que, a diario, se siente menospreciada y su matrimonio está a punto de irse a pique. 

Entonces, ocurre lo impensable. Un familiar del no había tenido noticias, le deja en herencia un cementerio que pasó de generación en generación hasta sus manos. Se trata de, además, una porción de territorio que trae consigo sus propios problemas. Lo que la joven no sospecha, es que la singular propiedad también trae consigo una serie de terribles sucesos y una historia macabra. 

No solo por lo obvio (se trata de un camposanto que conserva los cadáveres de cientos de personas), sino porque, de pronto, la heredera tendrá que lidiar con una serie de muertes violentas que ocurren a su alrededor. ¿Hay un criminal detrás de todo o un evento tenebroso?

Jeong Se Hyeon/Netflix © 2024

Así comienza lo que, gradualmente, se convierte en un relato atípico que combina misterio, suspense sobrenatural y drama, para contar un enigma peligroso. Pero en específico, que está interesado en que no sea muy fácil descubrir que se esconde debajo de sus puntos más peculiares. Hay cinco razones que hacen de este experimento una de las producciones que vale la pena de ver en Netflix, a pesar de sus fallos.

El bien y el mal como objetivo

El argumento intenta en incluir la idea del mal predestinado. El primer capítulo se esfuerza por mostrar que lo que ocurre con Yoo Seo- ha, es misterioso, pero, a la vez, el último punto de una serie de eventos inevitables.

Lo que equivale a decir que el camposanto — que se presenta como una rareza en un mundo industrializado — es algo más que un lugar. A la vez, es una combinación de elementos mágicos con los que personaje tendrá que lidiar.

Tópicos de terror en un caso criminal

De los indicios de una parte de su familia a la que no conoce, hasta la posibilidad que además del legado en metálico, también tenga entre manos una condena mágica. El legado utiliza la posibilidad de una circunstancia que escapa a cualquier explicación sencilla para hacer avanzar la trama.

Lo que conecta con la idea que el cementerio heredado, es más que una propiedad, un lugar peligroso que lleva consigo su propio riesgo. La serie no muestra un tono o una explicación concreta. Un truco argumental que funciona mientras la historia no necesite tomar un rumbo definido.

El misterio que se hace más complejo

El creador y director Yeon Sang-ho (que se hizo conocido en el mundo entero por Train To Busan y Hellbound), se esfuerza porque, en esta ocasión, su relato sea ambiguo. Por lo que no hay una forma de saber, en principio, si el cementerio es un misterio sobrenatural o uno delictivo. Una y otra vez, el guion, también del realizador, deja caer pistas que podrían interpretarse y cambiar la historia. Ya sea porque la joven heredera debe lidiar con presiones de abogados de pasado turbios o con el relato de una serie de crímenes que apuntan a su nueva posesión. Lo cierto es que la serie intenta, en lo posible, interesar al dar una respuesta a sus propias preguntas. 

Pero finalmente debe darlas, lo que hace que la tensión y la atmósfera se conviertan en algo por completo distinto. Poco a poco, el evento sobrenatural que rodea al camposanto, se convierte en una subtrama por sí mismo. Eso, mientras la trama insiste en que los parientes desconocidos de Yoo Seo- ha, tienen varios secretos — ilegales — que contar. Gradualmente, la mezcla se hace más ambiciosa. Mucho más, cuando el guion muestra la batalla legal de la heredera con su hermano y sus problemas laborales, cada vez peores. En conjunto, el guion utiliza lo sobrenatural para explorar en el espíritu humano.

Una serie impredecible

El legado deja atrás lo que parecía la promesa de un enigma basado en las leyendas tradicionales surcoreanas. Sus tres primeros capítulos tienen la suficiente habilidad para sostener la tensión de una historia terrorífica que combina lo paranormal con los percances cotidianos de su protagonista.

Para los episodios finales, la búsqueda de una respuesta a lo que realmente es el cementerio, se vuelve mucho más que un relato con tintes detectivescos. Lo que le permite, ser más sólido y directo. Cuando el mal paranormal hace su llegada definitiva, el comportamiento brutal de los personajes que rodean a la protagonista es tan violento como el fenómeno a marras.

Un thriller fuera de lo común

Entre asesinatos, un culpable evidente — o que lo parece — y al final, la presencia de elementos de ocultismo y chamanismo, El legado es un experimento que no siempre sale bien. Cuando lo hace, ofrece una historia interesante acerca de las líneas difusas que se mezclan en un escenario macabro. 

Pero cuando no, es un argumento caótico, lleno de ideas que no se desarrollan nunca. Con un apartado visual interesante y con un toque gótico que brinda una particular belleza a un ambiente netamente coreano, algunas escenas son un desperdicio de recursos. Lo que se hace más notorio en su sexto capítulo, apresurado, medio esbozado y al final, tan forzado que parece solo ser un conjunto de respuestas brumosas. Su mayor problema. 

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