En el año 1941, el mítico director John Houston, llevó a la pantalla grande la primera cinta noir de la historia de Hollywood. Protagonizada por Humphrey Bogart, es un recorrido a través de Nueva York, convertida en un escenario siniestro y peligroso. Más que eso, es una historia acerca del bien y el mal, la amoralidad y la crueldad. Todo, en medio de un sofisticado despliegue de símbolos que utilizan el lenguaje cinematográfico para narrar un crimen retorcido.
La película fue un éxito de crítica y de taquilla. Además, su popularidad abrió las puertas a un género que, a través de la historia del séptimo arte, se ha vuelto cada vez más relevante. Los argumentos que exploran la violencia fuera de la ley y la ciudad como escenario brutal, se han hecho esenciales para comprender al cine. A la vez, al analizar a la maldad contemporánea desde un ángulo cínico. Lo que le brinda una perversa concepción del comportamiento humano que se convirtió en fundamental para entender cierto tipo de cine.
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Te dejamos cinco películas noir que puedes ver ahora mismo en Star+. De un narcotraficante en busca de redención a un criminal que descubre que su peor enemigo se encuentra entre sus hombres de confianza. La recopilación abarca varios de los mejores relatos acerca de la crueldad criminal y a la vez, la forma como eso, permite entender con mayor profundidad nuestra época y sus lugares más oscuros.
La última noche
La adaptación de Spike Lee de la obra The 25th Hour de David Benioff, tiene el mismo tono oscuro y pesimista de la original. Además, el director, la dotó de un sentido de la tragedia que hace que toda su historia, sea dolorosa, a pesar de su cariz sórdido. En especial, al diseccionar el mundo del crimen de Nueva York en sus múltiples dimensiones y jerarquías, de una forma casi elegante.
Brogan (Edward Norton), es un narcotraficante de poca monta, que vive sus últimas horas antes de entrar a la cárcel. Por él espera una condena de 7 años, a la que es posible no sobreviva y la que convertirá su vida, en una huida interminable a peor. Por lo que utiliza las pocas horas que le quedan en libertad, para analizar los mayores errores de su vida y lo que deja atrás, una vez que se cierren las rejas. Una premisa que brinda al argumento un aire de derrota total de la que el personaje no puede escapar.
No obstante, todavía hay un misterio que resolver. Brogan necesita comprender cómo llegó a ese punto y quién le traicionó, convirtiéndole en carne de cañón para un sistema criminal que lo ignora. La película alcanza sus mejores momentos al contar con detalle lo que se esconde en las andanzas de los peores criminales. Asimismo, su parte humana, devorada por la codicia y la crueldad.
La entrega
Esta película del realizador Michaël R. Roskam, analiza la venganza y el crimen desde una óptica pequeña. En su argumento, aunque hay una organización criminal al subtexto, todo se desarrolla entre dos calles de Brooklyn y un bar. También, en medio de un conflicto inusualmente doméstico.
Bob Saginowski (Tom Hardy) comparte la propiedad de un pequeño local con Marvin Stipler (James Gandolfini). Ambos, lidian con los vaivenes financieros y también, con el asedio de la mafia chechena. Pero, de alguna forma, han logrado encontrar un precario equilibrio entre esas cosas.
Eso, hasta que Bob encuentra un cachorro maltratado y decide adoptarlo. Un suceso en apariencia trivial que desencadenará, casi por accidente, una serie de situaciones cada vez más extrañas y peligrosas. Poco a poco, Bob y Marvin comprenderán que los límites del crimen jamás son sutiles y que, al final, la violencia siempre termina por ser la respuesta un delincuente. La singular moraleja de una cinta de ritmo lento que descubre sus secretos con lentitud.
Camino a la perdición
Basada en la novela gráfica del mismo nombre de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner, es una mirada tenebrosa y pesimista al mal. También, una meditada reflexión del crimen, como un suceso inevitable en la vida de algunos hombres. Lo que permite al director, Sam Mendes, crear una épica minuciosa de la caída en desgracia de sus sombríos personajes.
Michael Sullivan (Tom Hanks) no tiene otro remedio que matar, como mercenario de una banda irlandesa en plena Gran Depresión de la década de los treinta. Su lealtad y frialdad, le valió la confianza de John Rooney (Paul Newman), que le considera como uno de sus hijos. Pero, incluso, el afecto puede volverse una provocación — y al final, una tragedia — en el submundo criminal. Y eso justamente es lo que ocurrirá cuando Connor Rooney (Daniel Craig), el hijo de John, decida matar a Michael para apartarlo de una posible sucesión. No lo logrará. Sin embargo, provocará una venganza implacable que terminará por arrasar al clan al que pertenece.
Con un apartado visual impecable y un ritmo pausado que crea una atmósfera dolorosa, la película es una joya extraña en el catálogo de Star+. También, una de las mejores reinvenciones del género noir de las últimas décadas. No obstante, su mayor atributo es convertir la venganza en una reflexión sofisticada sobre el miedo y la violencia. Algo que Mendes lleva a otra dimensión en el brutal final de la cinta.
El consejero
En la actualidad, Ridley Scott está en el centro de la polémica debido a la película Napoleón. Pero ya en el 2013, su visión del mundo criminal, a través de una historia de éxito, despertó algunas discusiones acerca de la glorificación del delito.
El consejero, protagonizada por Michael Fassbender (El asesino), cuenta cómo un abogado de éxito, descubre que es mucho más redituable ser parte de una red narcotraficantes. Lo que parece una premisa absurda — y hasta burlona — se hace cada vez más extraña y dura, a medida que su decisión, le lleva a explorar lo peor de sí mismo.
La cinta, aunque comienza de forma promisoria, termina por ser un desorden narrativo salpicado de violencia. No obstante, el fondo de la trama sigue siendo, la polémica visión del delito como una meta exitosa. Algo que sigue siendo su punto más recordado.
Muerte entre las flores
Ethan y Joel Coen se han labrado una carrera analizando desde el cinismo las diferentes formas del crimen. Pero es, quizás, en una de sus cintas menos conocidas en la que su sarcástica visión sobre los extremos de la violencia sea más obvia. Muerte entre flores, analiza la lealtad entre delincuentes. Más allá de eso, profundiza en qué tal real es la posibilidad que una red criminal se pueda sostener sobre códigos de conducta más o menos elementales.
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La premisa, que podría parecer disparatada, se convierte en una travesía a través de la violencia. Eso, como el único vínculo que comparten los sobrevivientes a los rigores del crimen organizado. Para su extraño final, la cinta demostró que la brutalidad y la crueldad también pueden ser una forma de vida. La dura lección que el argumento deja a su paso.
