Recientemente, la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, mostró algunas dificultades para hablar con la prensa al llegar al Congreso de los Diputados. Según explicó, se debía a que padece un herpes zóster, que, según donde se señalaba, le está afectando al cuello. Han pasado ya días desde entonces y no ha vuelto a hablar de la evolución de esta enfermedad; que, de hecho, es bastante común. ¿Pero qué la produce exactamente?

Algunos medios de comunicación han hecho referencia a que se trata de una afección muy grave. Y es cierto que puede llegar a serlo, pero en casos muy extremos. Lo normal es que se resuelva sola en unas semanas y que no deje secuelas. Aunque sí es cierto que, aproximadamente en un 10% de casos se puede dar algo conocido neuralgia posherpética, en la que, una vez pasada la enfermedad, el dolor neuropático se mantiene en la zona.

Actualmente es bastante común en España, pero se espera que deje de serlo con el paso de los años. Y es que, en realidad, el herpes zóster lo causa el mismo virus que provoca la varicela, que se queda latente una vez resuelta la infección. Una bajada de defensas puede despertarlo de su letargo, provocando la famosa culebrina que ahora padece Yolanda Díaz. Actualmente la vacuna contra la varicela ya está en el calendario de vacunación de la sanidad pública. Por eso, en unas décadas el herpes zóster debería ser prácticamente inexistente.

¿Qué es el herpes zóster?

Cuando una persona pasa la varicela, una vez que finalizan los síntomas y la infección se da por terminada, el virus permanece latente en los ganglios sensoriales. Puede permanecer ahí durante toda la vida de esta persona, sin volver a hacer acto de presencia.

Sin embargo, una bajada de defensas puede reactivarlo. En este caso, no vuelve a causar los síntomas de la varicela, sino que invade los nervios cercanos a uno de los ganglios en los que se ha mantenido todo ese tiempo, causando un intenso dolor y una erupción cutánea, formada por múltiples ampollas. El dolor es fácilmente reconocible, pues, al ser de origen neuropático, se siente más bien como quemazón o dolor eléctrico. En cuanto a las ampollas, suelen seguir el nervio, formando una estructura en forma de culebra, conocida coloquialmente como culebrina.

A menudo aparece en el torso, aunque también puede encontrarse en otras partes del cuerpo, como la cara o el cuello. En estas dos últimas zonas, puede causar una parálisis, normalmente temporal. Posiblemente esa fuese la causa por la que a Yolanda Díaz le costó hablar con los periodistas.

Es más común  en personas mayores de 50 años, sobre todo si pasaron la varicela antes de su primer año de vida. No obstante, puede aparecer a cualquier edad, siempre que se haya pasado la varicela previamente. Condiciones como el VIH o la administración de fármacos inmunosupresores pueden hacer más fácil que se produzca la enfermedad. Pero también el estrés, bien conocido por debilitar el sistema inmunitario, es un buen impulsor del herpes zóster. Dado que Yolanda Díaz, con todo lo concerniente al inicio de la nueva legislatura, ha debido pasar por mucho estrés, no es nada extraño que le esté pasando esto.

¿Cómo se trata?

A grandes rasgos, el herpes zóster no requiere tratamiento. Como cualquier infección viral, se suele curar sola, gracias a la acción del sistema inmunitario. No obstante, en algunos casos se administran fármacos antivirales que aceleran el proceso de curación y, si se administran en los primeros días de la aparición de los síntomas, previenen el dolor posherpético.

infección de orina
El dolor del herpes zóster puede ser muy intenso. Crédito: Sasun Bughdaryan (Unsplash)

¿Podría contagiar Yolanda Díaz a alguien en el Congreso?

Podríamos pensar si Yolanda Díaz hizo bien en acudir al congreso teniendo herpes zóster. Pero en realidad no hizo nada malo, porque no es una enfermedad necesariamente contagiosa.

Para que una persona con herpes zóster contagie a otra deben darse dos factores. El primero, que la otra no haya pasado aún la varicela. Algo poco probable si se trata de adultos. El segundo, que la segunda persona entre en contacto con el contenido de las ampollas. Generalmente, la erupción cutánea se lleva tapada. La de Yolanda Díaz no se veía, por lo que no podría haber contagiado a nadie en el congreso simplemente por sentarse a su lado o incluso por darse dos besos o la mano. Estas no son vías de contagio.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: