Varios medios de comunicación se han hecho eco de un estudio reciente que afirma que la reducción de los niveles de isoleucina en la dieta puede alargar la vida. Como consecuencia, los mismos medios de comunicación se lanzan a explicar las causas de los riesgos de la isoleucina y a listar los alimentos que la contienen, para que podamos reducir su consumo. Pero hay dos cuestiones que muchos de esos artículos no mencionan. La primera es que el estudio en cuestión solo se ha llevado a cabo en ratones, no en humanos. Y, la segunda, que la isoleucina es un aminoácido esencial. Es decir, que sin él no podríamos vivir.
De hecho, se le conocen muchísimos beneficios, por los cuales su consumo está más que recomendado. Es cierto que este estudio realizado en ratones muestra que la restricción de isoleucina dietética en los roedores promueve ciertos beneficios metabólicos que les aportan un envejecimiento más saludable. Como consecuencia, sus autores señalan que, de confirmarse que en humanos ocurre lo mismo, un fármaco que imitase esos efectos podría ser geroprotector.
Por lo tanto, no hablan directamente de riesgos de la isoleucina. Tampoco aconsejan dejar de consumirla. Es importante tener todo esto en cuenta y tratar el tema con corrección, pues se está demonizando una sustancia esencial para la vida. Por eso, más que sus riesgos, debemos empezar por conocer cuáles son los beneficios de la isoleucina.
Beneficios de un aminoácido esencial
Los aminoácidos son los bloques que constituyen las proteínas. Hay 20 tipos diferentes y todos son necesarios. Si falta uno solo en el organismo, habrá proteínas que no podrán construirse. Como si a un teclado le faltase una letra. Sería imposible escribir un libro.
Hay algunos aminoácidos que pueden sintetizarse directamente en nuestro organismo. Otros, en cambio, deben consumirse a través de la dieta. Son los que se conocen como aminoácidos esenciales. La isoleucina es uno de esos aminoácidos.
Pero, como ocurre con otros aminoácidos, la isoleucina no es un ladrillo inerte cuya única función sea constituir las proteínas. También tiene otras funciones. Concretamente, interviene en el transporte de oxígeno y el control de los niveles de glucosa en la sangre. Participa en la curación de músculos lesionados y el desarrollo muscular y, por si eso fuera poco, aumenta la energía y mejora la resistencia.
Por otro lado, se ha comprobado que ayuda a mejorar la función del sistema inmunitario, al intervenir en la síntesis de proteínas defensivas.
Entonces, ¿cuáles son los riesgos de la isoleucina?
En realidad, los estudios que se citan para hablar de riesgos de la isoleucina no hacen referencia directa a dichos riesgos.
Lo que se señala es cómo una reducción de dicho aminoácido en la dieta de ratones puede aportar ciertos beneficios. Estos, a grandes rasgos, conllevan un aumento de la esperanza de vida de los roedores. Una esperanza de vida en la que intervienen otros factores, que no necesariamente se dan en humanos. Aun así, se relaciona también con la reducción del riesgo de cáncer y una disminución de la masa corporal.
La importancia está en la dosis
Quizás los resultados de los estudios en ratones sí se puedan extrapolar a humanos. Pero eso no habla de riesgos de la isoleucina directamente. Sino, básicamente, de que este aminoácido, presente en gran cantidad en el huevo, los lácteos , las proteínas de soja, y algunos tipos de carne, debe consumirse a unas dosis determinadas.
Hay muchísimos alimentos que son esenciales para vivir y que, si se toman en dosis muy elevadas, pueden ser muy peligrosos. Incluso el agua puede ser mortal si bebemos demasiada. Pero ay de nosotros si no bebiésemos nada. Por eso, hay que tener mucho cuidado y no demonizar un aminoácido sin el que no podríamos estar vivos.
La isoleucina cumple muchas funciones importantes en nuestro organismo. Es un bloque necesario para que se puedan sintetizar todas las proteínas que necesitamos. Y solo podemos obtenerla a través de la dieta. Eliminarla de nuestra alimentación sería un grave error.