El sueño de vivir en la Luna será posible una vez hayamos resuelto cuestiones bastante elementales. Qué comer, por ejemplo. Y a un grupo de científicos chinos ya se les ha ocurrido una idea, que no implica el traslado de municiones desde la Tierra. Creen que el suelo lunar podría convertirse en terreno fértil utilizando bacterias y, de esta forma, dar paso a la agricultura en el espacio.

El plan, en líneas generales, va por acá: cultivar unas tres bacterias en el suelo lunar, que tienen la capacidad de potenciar la presencia de fósforo, un nutriente clave para las plantas. Confían en que puede funcionar porque ya hicieron una prueba en una especie de terreno que simulaba al que hay en la Luna. Y fue todo un éxito.

Los científicos cultivaron un pariente del tabaco. Durante el experimento, realizado en un laboratorio de China, vieron como del suelo simulado —llamado regolito lunar— brotaron plantas con tallos y raíces más largos. Esto, en comparación con lo que ocurrió en otro terreno al que no le inyectaron estos microbios. Hasta las hojas eran más pesadas y anchas.

Las bacterias hicieron que el suelo fuera más ácido, explicaron los investigadores del estudio, que acaba de publicarse en la revista Communications Biology. El ácido hizo que el pH fuera bajo, permitiendo que los minerales insolubles que contienen fosfato se disolvieran y liberaran el fósforo.

«Podríamos utilizar estos microbios para convertir el regolito lunar en un sustrato bioamigable para el cultivo de plantas en futuros invernaderos lunares», dijo Yitong Xia, investigador de la Universidad Agrícola de China y autor principal del estudio, a Reuters. La prueba duró 21 días y, en realidad, evaluaron cinco bacterias. Solo tres funcionaron: Bacillus mucilaginosus, Bacillus megaterium y Pseudomonas fluorescens.

Fotografías comparativas de los resultados obtenidos durante el experimento.

Sembrar en la Luna es clave para las futuras misiones

Los humanos no hemos regresado a la Luna en más de 50 años. Pero ya dos grandes potencias están armando las maletas para volver al satélite en esta misma década. La NASA, la agencia espacial estadounidense, espera lograrlo en 2025. Y China ha dicho que enviará a sus astronautas antes de 2030. La India también trabaja en su alunizaje, pero esto no ocurriría hasta 2040.

Todos quieren volver ahora porque esperan encontrar mucha agua congelada en el polo sur del satélite. Además de ser fundamental para la vida humana, puede ser una fuente de hidrógeno y oxígeno que podría usarse para, por ejemplo, fabricar combustible para cohetes. El suelo lunar también es rico en hierro, silicio y magnesio. La minería lunar está a la vuelta de la esquina, por eso las potencias espaciales están buscando la forma de resolver estancias prolongadas.

«Teniendo en cuenta el enorme potencial científico y económico de la Luna, en el futuro necesitaremos crear bases lunares tripuladas. ¿Pero cómo podemos proporcionar alimentos, oxígeno y agua a los miembros de la tripulación?», se preguntó Xia. El traslado en cohetes es económicamente inviable. Acá la importancia de resolver cómo lograr sembrar en la Luna. «Un invernadero para el cultivo de plantas en la Luna podría reducir en gran medida la necesidad de transporte Tierra-Luna», dijo el científico.

Lo de las bases tripuladas ya es algo que tanto China como EE. UU. han incluido en sus planes. El equipo chino ha dicho que espera enviar un robot similar a un insecto de seis patas, que se encargará de fabricar «ladrillos de suelo lunar» y así armar su base.

Una ilustración de la NASA de un futuro campamento lunar.
Una ilustración de la NASA de un futuro campamento lunar. Credit: NASA

¿Cuáles son los siguientes pasos?

Otras soluciones para sembrar en la Luna tienen que ver con el traslado de tierra fértil. También está la opción de construir un sistema hidropónico, que permitiría el cultivo de plantas sin tierra. Sin embargo, todas consumirían una enorme capacidad de carga de los cohetes e implicaría mucho dinero de por medio.

«Por el contrario, nuestra técnica, que es un tipo de utilización de recursos in situ, aplica mejoras microbianas al suelo lunar, haciéndolo más fértil y apto para el cultivo de plantas», resaltó Xia. «Nuestro estudio logró el mismo objetivo con un consumo mucho menor de capacidad de carga en comparación con otros planes».

El experimento se hizo con suelo simulado porque, claramente, las muestras reales traídas desde la Luna son escasas. Los científicos utilizaron material volcánico de las montañas Changbai, de la provincia china de Jilin. Estos suelos tienen propiedades químicas y físicas similares al regolito lunar. Las futuras misiones tendrían la oportunidad de traer más muestras o de repetir estudios parecidos directamente en nuestra Luna.

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