El 8 de septiembre de 1960, se estrenó la película Psicosis de Alfred Hitchcock. A primera vista, parecía otra película de terror y suspense, pero en realidad, incluyó un curioso experimento publicitario para su promoción. El director apareció en diversos carteles y anuncios de periódicos pidiendo al público llegar con puntualidad a la sala — era costumbre no hacerlo — y en especial, guardar el secreto. ¿A qué se refería? Por supuesto, al impactante giro de guion que revelaba que el verdadero asesino en la trama, era Norman Bates (Anthony Perkins). Que, además, había mantenido a su madre momificada desde su muerte y se hacía pasar por ella. Todo en medio de un delirio psiquiátrico aterrador.
Aunque la cinta del británico no fue la primera con un final inesperado e impactante, sí marcó un hito en la forma de narrar el terror. Años después, la capacidad de la cinta para crear una historia que podía desconcertar al público, se convirtió casi en un subgénero. También, una manera ingeniosa de concebir argumentos tramposos, imprevisibles y de utilizar la imaginación de la audiencia como caja de resonancia de historias complicadas. Mucho más, de emplear el asombro para volver más emocionante la experiencia del cine en salas.
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Te dejamos cinco películas con cierres impactantes, que han desconcertado a la audiencia, pero sobre todo, marcado un hito en el cine de terror. Desde un niño capaz de ver gente muerta hasta una cabaña en la que se decidirá el apocalipsis. La selección atraviesa todos los géneros del terror, pero también, historias extraordinarias que demuestran que las tramas dedicadas al terror, todavía pueden asombrar. Incluso a un público incrédulo y cínico.
La Niebla
Basada en un cuento corto de Stephen King y dirigida por Frank Darabont, la cinta adquirió estatus de clásico de terror debido a su inesperado y desgarradora escena final. Por extraño que parezca, no se debe al miedo que pueda producir, sino a su mirada acerca de las consecuencias desgarradoras de una decisión imposible.
Como la narración de la que procede, la trama cuenta cómo un grupo de personas quedan atrapadas en un supermercado, rodeados por una misteriosa niebla. Entre ellos, David Drayton (Thomas Jane) y su hijo Billy (Nathan Gamble). Pronto, descubren que la sustancia está habitada por criaturas monstruosas y mortales. A medida que luchan por sobrevivir, surgen tensiones y conflictos entre los personajes. Lo que hace que se cuestionen la naturaleza de la humanidad y las decisiones morales que deben tomar para protegerse.
Giro final
Pero el punto que verdaderamente desconcierta y conmociona, es su última secuencia. Después de enfrentarse a los sobrevivientes en el local, David decide abandonar el lugar junto a su hijo y un puñado de conocidos. Pero una vez en camino y al enfrentar la posibilidad que serán devorados por los entes que los rodean, toman una decisión. La de morir por su propia mano, antes de ser desmembrados por las fauces de las criaturas que aguardan fuera del vehículo. Con solo un arma cargada, David dispara sobre cada uno de los presentes y al final, asesina a su hijo. Pero al no tener una bala para él, sale a enfrentar a lo que sea que espere en la niebla.
Solo para descubrir, que, finalmente, el fenómeno que provocaba la aparición de criaturas había desaparecido y una guarnición militar llegaba con ayuda. La toma de conclusión le muestra de rodillas, gritando horrorizado después de comprender lo ocurrido.
El sexto sentido
El primer gran experimento con finales imprevisibles del director M. Night Shyamalan, llegó a la pantalla grande en el año 1999. Gracias a un brillante giro de guion, lo que parecía el relato de horror se transforma en una mirada poco común al duelo, al dolor y la comunicación.
Pero la trama oculta bien sus secretos. El Doctor Malcolm Crowe (Bruce Willis) es un psicólogo infantil que, en apariencia, intenta encontrar un nuevo propósito en su vida. Eso, después de sufrir un ataque violento de uno de sus pacientes. La experiencia le dejó debilitado y con su matrimonio casi al borde de la ruptura.
En un intento de recobrar su vida, intenta ayudar a Cole Sear (Joel Osment), un niño con un singular problema de comportamiento inexplicable. No obstante, Malcolm pronto descubrirá que el niño esconde un secreto escalofriante: afirma poder ver y hablar con personas muertas. A medida que comienza a trabajar en el caso, el experto descubrirá que el don de Cole es mucho más siniestro de lo que podría suponer.
Giro final
Mucho más, cuando le lleve a descubrir la mayor revelación de todas. Malcolm no sobrevivió a los disparos de su atacante, pero no sabe que está muerto. Lo que lleva a todo su trayecto en la película, a ser un último acto de redención que le permitirá, liberarse del sufrimiento. Con una historia cuidadosa y que evitó dar señales obvias sobre lo que ocurría, El sexto sentido se convirtió en un clásico de culto.
Los Otros
Para desgracia de Alejandro Amenábar, la película El sexto sentido se estrenó dos años antes que la suya. Por lo que su secreto, no resultó tan novedoso ni, tampoco, tan impactante como podría haberlo sido. Aun así, Los Otros es un elegante drama de época que no solo tiene un final impactante y doloroso. A la vez, utiliza sus recursos visuales y de narración para crear una atmósfera cuidadosa que se convirtió en su selo distintivo.
Ambientada en la isla de Jersey durante la Segunda Guerra Mundial, la trama cuenta la historia de Grace Stewart (Nicole Kidman), que intenta sobrevivir al conflicto. El personaje es una madre que vive con sus dos hijos en una mansión aislada. Todo, en medio de la presión que supone que los niños sufran de una extraña sensibilidad a la luz solar. Lo que provoca que la casa debe permanecer en constante oscuridad. A medida que la historia se desarrolla, Grace comienza a sospechar que su casa está siendo visitada por presencias sobrenaturales.
Giro final
El argumento entonces convierte a la luz y a los espectros al acecho, en enemigos a vencer. En especial, a medida que limita la capacidad de Grace para luchar. Eso, hasta que descubre que hay un blanco en su memoria que se niega a recordar y que podría explicar lo que le ocurre. El recuerdo finalmente se revela y con él, la aterradora. Tanto ella como sus niños están muertos. Estos últimos, asesinados por la madre en medio de un trágico colapso mental.
Llaman a la puerta
M. Night Shyamalan de nuevo hace lo que mejor saber en esta adaptación del libro de Paul Tremblay. Con un estilo visual claustrofóbico y que se sostiene específicamente en primeros planos, cuenta una historia inusual. El matrimonio formado por Eric (Jonathan Groff) y Andrew (Ben Aldridge), pasan unas vacaciones junto a su hija Wen(Kristen Cui), cuando son acosados por desconocidos.
El cuarteto encabezado por Leonard (Dave Bautista) les atacará hasta someterlos y después, explicarles el motivo de lo que ocurre. A través de visiones psíquicas, todos les acompañan, están convencidos de que el fin del mundo se acerca. Mucho más, que la única manera de evitarlo es que un miembro de la familia asesine a otro. Cometer el crimen por decisión propia y en una especie de sacrificio divino.
Giro final
El argumento no ofrece muchas pistas de lo que realmente ocurre. La disyuntiva en que se trate de un delirio del grupo de atacantes se muestra al principio como una certeza. Pero poco a poco, todo parece apuntar a que se trata de algo más. El argumento juega con habilidad con las creencias y conceptos como el amor y la lealtad. De hecho, es hasta sus últimas escenas, que es evidente, se trata que lo que ocurre puertas afuera es un suceso sobrenatural. Para su desconcertante final, Andrew asesina a Eric y después, escapa con Wen, mientras las tragedias que asolaban el mundo desaparecen una a una.
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Buenas noches, mamá
La película de terror psicológico austriaca, dirigida por Veronika Franz y Severin Fiala, tiene un giro de guion que sorprendió a la audiencia. Pero en especial, porque cambia el sentido total de lo narrado por la cinta hasta entonces.
La historia sigue a dos hermanos gemelos de nueve años, Elias y Lukas (Lukas y Elias Schwarz), que comparten una estrecha relación. En particular, una vez que su madre regresa a casa después de una cirugía facial. Es entonces, cuando los niños comienzan a cuestionar si la mujer bajo los vendajes es realmente quien dice ser o alguien más.
Giro final
Pero lo que parece un relato terrorífico acerca de una presencia siniestra, cambia por completo cuando es evidente que algo ocurre, no con la madre sino con los niños. Lo que termina en un descubrimiento doloroso: uno de los gemelos murió años atrás y el otro, incapaz de soportarlo, se niega a reconocer su ausencia. Por lo que sufre una disociación de su personalidad que tendrá terribles consecuencias.