La Unión Europea ha comenzado una investigación para valorar si imponer aranceles punitivos a compañías chinas que fabrican coches eléctricos, ante la oleada de vehículos de fabricantes asiáticos en el mercado europeo. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, afirma que estas empresas se aprovechan de subsidios estatales para importar sus coches eléctricos. Y así venderlos a un precio más barato que otros fabricantes locales, creando así una competencia desleal frente a los productores europeos. 

La presidenta de la Comisión Europea, en concreto, afirma que la industria del automóvil eléctrico es “crucial para la economía limpia” y un “enorme potencial para Europa”. Destaca, sin embargo, que los mercados globales “están inundados de coches eléctricos chinos más baratos”. Y que su precio se mantiene artificialmente bajo gracias a enormes subvenciones estatales”.

Ahora, la Comisión Europea valorará, en un periodo de 13 meses, si imponer aranceles superiores a los de la UE no solo a aquellas compañías de origen chino que fabrican coches eléctricos. También a otras empresas que producen vehículos en el país asiático. La investigación antisubsidios de la Unión Europea, por tanto, también podría afectar a empresas como Tesla, Renault o BWM, quienes fabrican algunos de sus modelos en China o incluyen componentes fabricados en China, como baterías. 

La Cámara de Comercio de China, por su parte, ha destacado estar en contra de esta investigación, alegando que las ventajas que están tomando los fabricantes de vehículos eléctricos chinos no se debe a los subsidios.

Los fabricantes de coches eléctricos en Europa están buscando cómo defenderse de las marcas chinas

Renault

Mientras tanto, los fabricantes de vehículos occidentales están buscando formas de reducir los costes de producción para ofrecer alternativas más o igual de económicas que los vehículos chinos que llegan a Europa.

La francesa Renault, por ejemplo, confirmó el pasado mes de julio su intención de reducir los costes de producción entorno a un 40 % con el objetivo de defenderse de los fabricantes chinos. Lo harán, eso sí, a partir de 2027. Esto probablemente se traduzca en una considerable bajada de precio en aquellos vehículos eléctricos producidos a partir de esa fecha. 

Uno de los coches eléctricos chinos más recientes en llegar al mercado europeo es el BYD Seal. Es una alternativa al Model 3, que llegará en noviembre a un precio desde 46.900 euros. Una de las variantes de esta berlina 100 % eléctrica, el BYD xcellence-AWD (48.990 euros). E aproximadamente 1.000 euros más barato que el Model 3 Gran Autonomía, así como 5.090 euros más económico que la versión Performance.

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