El cine de ciencia ficción actual tiene dos problemas a los que enfrentarse en cada estreno de películas del género. Por un lado, que las historias sean lo suficientemente frescas, como para llamar la atención de una generación a la que no es fácil sorprender. Al otro extremo, utilizar los efectos digitales y todos los avances de punta a nivel tecnológico y visual, como una experiencia que complete el interés del argumento. Una combinación que muy pocas alcanzan y del que depende el éxito de las premisas.
The Creator de Gareth Edwards, lo logra a través de un guion — escrito también por el director — que cuenta un relato universal. El de la lucha por la supervivencia. El viaje en busca de salvar a la raza humana de Joshua (John David Washington), le llevará hacia lugares inexplorados de un mundo dominado por la inteligencia artificial. También, a cuestionarse las razones para matar a una criatura con el aspecto de una niña, clave para el destino de la humanidad. Lo anterior, en medio de cuidados escenarios que muestran la devastación de un paisaje futurista, en la que la caída del hombre es el elemento más notorio.
El largometraje crea un escenario visualmente destacado, a la vez que cuenta un argumento que conmueve por su dureza y sensibilidad. Pero, también hace algo más: incorpora todo tipo de guiños y referencias — tanto de temática como en efectos especiales — a otras grandes cintas. De clásicos animados distópicos hasta fábulas de ciencia ficción. El realizador muestra una mitología que rinde tributo a varias de las obras fundamentales del género y recuerda su importancia dentro de la historia del cine. Te decimos cuáles son las principales y las que dan a The Creator, su personalidad y belleza.
Apocalypse Now
La película estrenada en 1979 dirigida por Francis Ford Coppola no es un ícono de la ciencia ficción. Aunque sí lo es, en la forma de narrar conflictos bélicos y además, la caída en los infiernos que supone cualquier enfrentamiento armado.
Basada en el libro El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad, se trata de un punto de vista de la guerra llena de metáforas y visualmente deslumbrante. Lo que la convirtió en un ejemplo del uso impecable del lenguaje cinematográfico. Algo que el director Gareth Edwards, reproduce en su película.
Desde los paisajes con aspecto desolado e imponente, hasta el empleo del contraluz para aumentar el dramatismo de escenas centrales. The Creator muestra la evolución de la guerra entre humanos y la inteligencia artificial, por medio de alegorías cuidadosas.
La película está interesada en explorar en los puntos esenciales de la confrontación. En especial, el motivo por el cual se produce y su cataclismo final. Por lo que el director, utiliza, de la misma forma en que lo hizo Francis Ford Coppola, grandes tomas abiertas y llamativas, para hacer énfasis en las pérdidas de la lucha armada.
Baraka
Con su exploración antropológica y respetuosa sobre etnias y culturas distintas, el documental de Ron Fricke es un ejemplo de cómo mostrar la diferencia humana. The Creator, que imagina la capacidad de nuestra raza para vencer un enemigo en común, toma guiños del largometraje para contar su historia.
Particularmente, al profundizar en la idea acerca de qué une a todos los seres humanos o de qué forma, ese vínculo puede ser determinante en una situación crítica.
Pero, más allá de eso, The Creator, también brinda un lugar importante a los entornos que rodean a sus personajes. A la mirada cuidadosa sobre edificaciones y estructuras, de la misma manera en que la producción de 1992 lo llevó a cabo. Por lo que, toma de ella el mismo aire de belleza atemporal y variada que hizo famosa a la cinta.
Blade Runner
El clásico de Ridley Scott es fundamental y fundacional en la ciencia ficción actual. Estrenado en 1982, su temática acerca de las relaciones entre máquinas y seres humanos, ha sido el ejemplo a seguir para tipo de películas y series. También lo es, para The Creator, que, incluso, profundiza en una sociedad estéticamente muy parecida a la imaginada por Blade Runner en la década de los ochenta.
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Sin embargo, además de las obvias referencias visuales, la película de Gareth Edwards, profundiza en tópicos parecidos que la de Ridley Scott. Desde la perspectiva acerca de un mundo en que las máquinas y la inteligencia artificial ocupa un punto central, hasta la guerra con la sociedad de la época. Poco a poco, The Creator analiza un posible conflicto bélico entre el ser humano y sus creaciones. Lo que da, como consecuencia, un tipo de sufrimiento que muestra una distopía basada en una inevitable destrucción final. Algo que Blade Runner deja entrever antes o después.
Akira
Quizás, la influencia más fuerte de The Creator, es el animado de Katsuhiro Ōtomo, estrenado en 1988. El guion del anime, cuenta acerca de un mundo destruido por una guerra devastadora y de un arma secreta, que resulta ser un joven.
Por lo que tiene mucho en común con la historia imaginada por Gareth Edwards, en la que el artefacto definitivo que podría destruir a la raza humana, es, de hecho, una niña. Ambas cintas ponderan acerca de las decisiones tanto de los protagonistas con un poder inesperado como los que le rodean.
A la vez, las repercusiones que podría tener las decisiones de los que deben detenerles, reducirles o enfrentarse a su poder. De hecho, las motivaciones de buena parte de los personajes de The Creator, son tan semejantes con las de Akira, como para ser casi idénticas.
E.T. El extraterrestre
El clásico de Steven Spielberg y su perspectiva acerca del primer contacto entre especies distintas, tiene una enorme importancia en The Creator. Buena parte del metraje, se desarrolla a través de la relación de Joshua y la pequeña niña convertida en objeto tanto de destrucción como de salvación de mundos distintos, a la que protege.
Pero en realidad, el subtexto es muy parecido a la película de 1982. Hay un recorrido doloroso acerca de las grandes preguntas existenciales y a la vez, de la responsabilidad moral hacia una criatura indefensa. Lo que convierte la travesía de los protagonistas en una mirada cuidadosa acerca la bioética, el futuro y la forma en que comprendemos el mundo que excede los límites conocidos.