La nueva película de las Tortugas Ninja, Ninja Turtles: Caos mutante, llega a los cines con una clara promesa. La cinta, que deja atrás la acción real para regresar a la animación, aspira a ser un soplo de aire fresco para una franquicia que cumple ya 39 años. Durante cuatro décadas, distintas generaciones han crecido con sus propios Leonardo, Raphael, Donatello y Michelangelo. Es el turno de que el testigo pase a los niños de hoy en día.

La trama de Ninja Turtles: Caos mutante es una clásica historia de orígenes de los héroes, pero también es mucho más. En los primeros compases se nos presenta a las cuatro jóvenes tortugas. Y, como toda buena adaptación de estos personajes, todas ellas tienen un carácter perfectamente marcado y reconocible. Leo es el responsable, Raph el bruto, Donnie el friki inteligente y Mikey el inocente e infantil. Y a partir de ahí construye, desarrolla y cierra cada arco con una facilidad pasmosa que hace preguntarse cómo otras propuestas anteriores pudieron ser tan olvidables.

En apenas unos instantes narra cómo los protagonistas llegaron a convertirse en lo que son hoy junto a su padre y maestro, Splinter. También se indaga en el mundo en el que ocurrirá todo. Una presentación muy dinámica, ideal tanto para los más pequeños que se acerquen por primera vez a las Tortugas Ninja como para los más veteranos en la saga que busquen su dosis de nostalgia. Porque si algo caracteriza a Ninja Turtles: Caos mutante es su ritmo endiablado.

Ninja Turtles: Caos mutante

La nueva propuesta de Nickelodeon sobre las Tortugas Ninja triunfa tanto en tono como en estilo. Una aventura estupenda para todos los públicos que convence gracias a una animación única y a una historia de orígenes sencilla y muy sólida. Una carta de presentación magnífica que aspira a dar paso a una franquicia de época para las nuevas generaciones.

Puntuación: 4 de 5.

Ninja Turtles: Caos mutante es todo diversión

El filme no da un respiro. De una escena se pasa a la siguiente para no perder fuelle, y solo se permite relajar cuando ha ocurrido algo más dramático que necesite ser procesado. El resultado es una película excepcionalmente bien dirigida con la que es imposible aburrirse. Su hora y cuarenta minutos de metraje se pasan en un suspiro. Un entretenimiento ideal para toda la familia. Poco más se puede pedir de una aventura como esta.

Porque a la buena presentación y desarrollo de sus personajes hay que sumar una acción fabulosa. Las mejores adaptaciones de las Tortugas Ninja siempre han hecho gala de unas secuencias formidables en las que los cuatro hermanos reparten palizas y dan brincos ninja como nadie. Un filme tan ambicioso como este no iba a ser menos, y Ninja Turtles: Caos mutante incluye numerosas escenas de alto nivel. Se nota en cualquier caso una de las principales pegas de la película, y es que sus villanos no son especialmente carismáticos, salvo un par de excepciones.

Ninja Turtles: Caos mutante

Hay que señalar que toda esa acción, así como la trama, está muy enfocada a las generaciones más jóvenes. El público más adulto encontrará el mensaje demasiado predecible y obvio, principalmente porque no está hecha pensando en ellos. Por tanto, tampoco se encuentran esas trazas de oscuridad de las películas de acción real o de, por ejemplo, la serie del 2003. No es algo que le haga falta, ni mucho menos. Ninja Turtles: Caos mutante incluye un par de bromas con doble sentido muy gamberras para que los adultos no se vayan de vacío y, por lo demás, todo es un humor físico y de guion muy divertido y apto para todo el mundo.

Una película muy moderna

Si por algo se caracteriza el guion de la película es por lo espectacularmente al día que está. La forma de hablar de las cuatro tortugas es un argot de adolescentes que han crecido con internet y los nuevos medios. También los chistes están muy actualizados. Pero lo que más destaca en ese sentido son las constantes referencias a la cultura pop.

En ese sentido, Ninja Turtles: Caos mutante parece una metralleta de guiños que incluye desde Marvel a Shrek, pasando por los BTS e incluso a diferentes géneros cinematográficos. Un sinfín de chanzas medidas al milímetro con las que es imposible no esbozar una sonrisa. Conseguir que algo tan reiterativo encaje de una forma orgánica y natural como lo hace es una proeza.

Ninja Turtles: Caos mutante

Una animación de escándalo

Pero por encima de las muchas alabanzas que se puedan hacer sobre esta película, hay una que sobresale por encima de todas ellas. Y esa es su animación. El diseño y el estilo de los que hace gala son un delicioso disparate que desde el minuto uno dan ganas de gritar ¡Cowabunga! Trazo sucio, malformaciones, marcas... Un dibujo que rememora a los de esos niños que tantas y tantas veces han dibujado a sus cuatro reptiles favoritos. Combinando eso con lo mejor de la herencia de Spider-Man: Un nuevo universo, se ha conseguido una obra maestra de la animación.

En cada plano, en cada detalle, puede apreciarse la libertad con la que los artistas de Ninja Turtles: Caos mutante han trabajado. Con ello se agiliza la acción de las peleas o de los paseos nocturnos de las tortugas por Nueva York. Pero también se imprime muchísima personalidad visual a sus protagonistas y hasta a sus entornos. Hay personajes absurdamente exagerados, fluidos a borbotones y un sinfín de momentos que ganan muchos puntos gracias a un departamento de arte que lo ha dejado absolutamente todo.

Ninja Turtles: Caos mutante

Se ha afirmado que Ninja Turtles: Caos mutante es la mejor película de las Tortugas Ninja. Y es muy posible que lo sea. Porque además de ser una bocanada de aire muy actualizada, es una aventura entretenidísima y divertida. Han recogido la esencia de las mejores versiones previas y han conseguido un mejunje ideal acompañado de una animación formidable. Lo peor es la espera hasta que se estrenen la serie y la película que van a seguir al filme.

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