Intel anunció la cancelación de la compra de Tower Semiconductor, una empresa israelí con más de 30 años de experiencia en el desarrollo de semiconductores. La decisión de abortar la adquisición se conoció 18 meses después del anuncio original, cuando los de Pat Gelsinger informaron que destinarían unos 5.400 millones de dólares a la operación.
Según explicó la chipera estadounidense, la determinación fue de mutuo acuerdo con Tower Semiconductor, tras no lograr las aprobaciones regulatorias necesarias en tiempo y forma. Todo apunta a que la falta de un visto bueno por parte de China agotó la paciencia y derivó en esta salida. Tengamos en cuenta que ambas compañías ya habían postergado la fecha límite para concretar la adquisición en varias oportunidades.
Caída la compra, Intel le pagará a los israelíes una compensación de 353 millones de dólares para dar por terminado el asunto. Un desenlace decepcionante, sin dudas, puesto que la compañía norteamericana consideraba clave este acuerdo para potenciar sus servicios de fundición y plantarse como un rival de peso para TSMC.
"Estamos ejecutando bien nuestra hoja de ruta para recuperar el rendimiento de los transistores y el liderazgo en rendimiento energético para 2025, generando impulso con los clientes y el ecosistema más amplio e invirtiendo para ofrecer la huella de fabricación resiliente y geográficamente diversa que el mundo necesita. Nuestro respeto por Tower solo ha crecido a través de este proceso, y continuaremos buscando oportunidades para trabajar juntos en el futuro".
Pat Gelsinger, CEO de Intel.
Intel cancela la compra de Tower Semiconductor
Cuando Intel anunció la adquisición de Tower Semiconductor, generó gran sorpresa. No solo porque la empresa israelí era completamente desconocida para el común de la gente, sino por la gran suma de dinero que los estadounidenses estaban dispuestos a invertir. Como explicamos en su momento en Hipertextual, la adquisición se presentaba como un movimiento estratégico muy interesante por parte de los californianos.
Comprar Tower Semiconductor le permitiría a Intel acortar camino en su deseo de convertirse en una alternativa a TSMC. Claro que rivalizar con los taiwaneses no se daría de la noche a la mañana, pero este movimiento les ayudaría a los de Pat Gelsinger a dar pasos gigantes en su plan de expansión de sus servicios de fundición para terceros.
Después de todo, Intel no solo controlaría la tecnología de la firma con base en Israel, sino que absorbería una cartera de clientes muy jugosa. Tengamos en cuenta que Tower Semiconductor presumía de años de experiencia realizando trabajos especializados para firmas líderes como Broadcom, Panasonic o la propia Intel.
Un tropiezo importante
Proveer chips para terceros es una parte fundamental para el futuro de Intel. Si bien el desarrollo y la comercialización de hardware propio continúa siendo el principal negocio de los californianos, en el último año han padecido una importante caída en sus ingresos por el desplome en la venta de PCs. Esto derivó en el anuncio de miles de despidos y en la implementación de un recorte de gastos por 10.000 millones de dólares para 2028.
Además, la compañía abandonó algunos proyectos que ni siquiera habían podido despegar. Tal fue el caso de su chip especialmente diseñado para minar Bitcoin, que se canceló apenas un año después de su lanzamiento.
Por lo pronto, Intel pretende mantener sus prioridades de inversión enfocadas en IDM 2.0, su modelo mixto de fabricación de componentes. El mismo incluye la oferta de su servicio de fundición a terceros, así como la tercerización de ciertos procesos a socios estratégicos.
Los estadounidenses consideraban a Tower Semiconductor como parte crucial de esta iniciativa, especialmente por la versatilidad de sus desarrollos. Ciertamente, no cerrar la compra se presenta como un tropiezo muy importante. Pero no parecen dispuestos a bajar los brazos. "Nuestros esfuerzos de fundición son fundamentales para desbloquear todo el potencial de IDM 2.0, y seguimos avanzando en todas las facetas de nuestra estrategia", afirmó Gelsinger.