La inteligencia artificial ha logrado colarse en las áreas más inesperadas del día a día. Desde crear música usando la voz de artistas famosos, hasta detectar peligros potenciales para nuestro planeta. Natalia Novak, una influencer de 21 años y exuberante belleza, es otra de las nuevas realidades que nos presenta esta nueva tecnología. En este caso, la joven ni siquiera existe; ha sido completamente generada por ordenador y, pese a ello, tiene miles de seguidores en Instagram.

Natalia Novak se presenta en su cuenta de Instagram como la influencer “perfecta” para su público objetivo: los hombres heterosexuales. Desde un estilo de vida envidiable y caro, hasta un aspecto físico moldeado para satisfacer las duras expectativas masculinas. Con esto, Pierre, ingeniero en sistemas y creador de esta modelo, ha conseguido amasar en internet una cantidad de seguidores que se eleva a las decenas de miles, todo con su carisma de inteligencia artificial.

Al igual que otras influencers del estilo, Natalia Novak cumple con características muy específicas. Es muy atractiva, curvilínea y en todas sus fotos aparece revelando una buena porción de piel. ¿Pero qué ganan sus creadores con generar estas imágenes y granjear miles de seguidores con personalidades que no existen? La respuesta, como siempre, suele estar en el dinero.

La nueva era de estafas: influencers generadas por inteligencia artificial

Natalia Novak, la influencer generada mediante inteligencia artificial

El medio Daily Mail llevó a cabo una investigación reciente con respecto a este tema. En ella, se detalla el nuevo modus operandi de estas personas para conseguir dinero aprovechándose de un público específico: hombres desesperados por la atención de estas mujeres generadas por inteligencia artificial —y los cuales podrían saber, o no, el origen de estas influencers—.

Durante la investigación, el citado medio descubrió más de una docena de cuentas de este estilo, dispersas por Instagram, TikTok y X (anteriormente Twitter). A pesar de tratarse de personas generadas a través de inteligencia artificial, en muchas ocasiones tenían historias elaboradas, trabajos, intereses e incluso familiares, igualmente generados por IA.

En el caso de Pierre, creador de Natalia Novak y sujeto de nuestro artículo, asegura que se trata de una pasión. De hecho, argumenta querer despejar la narrativa de que se trate de "una forma de sacar el dinero de algunos hombres", y que esto es más una forma de "expresión personal o valor artístico".

No obstante, aunque las declaraciones de Pierre sean idílicas, contribuir a que un hombre objetivice, sexualice y explote la figura femenina está muy lejos de considerarse una forma de expresión artística. Incluso si no se trata de una mujer real, la misoginia y expectativas físicas que podrían generarse a partir de ellas se volverían muy tangible para las que sí lo son.

Si consideramos que, en algunos casos, está obteniendo dinero a través del desconocimiento de algunas personas, la situación se vuelve más turbia. Que se trate de una persona falsa creada mediante inteligencia artificial tiene su mérito —mucho más teniendo en cuenta el resultado tan real—, pero no le exenta de aspectos negativos, incluso si menciona de antemano la naturaleza de la mencionada influencer.

Una nueva era de explotación femenina

La preocupante explotación de la mujer ha pasado varias etapas. Hasta ahora, podíamos diferencias la histórica y la moderna, con los distintos problemas que acarreaba cada una según el contexto histórico. No obstante, lejos de dejar atrás estas prácticas, el internet y la inteligencia artificial solo han servido para exacerbar estos comportamientos de abuso.

Desde el surgimiento de bots para “desnudar” mujeres a través de la IA, hasta un nuevo reino de misoginia nacido con las inteligencias artificiales para generar a tu pareja perfecta. Hoy, otro grupo de hombres se aprovechan de estas tecnologías para vender un aspecto femenino irreal y desproporcionado en internet, llamándole arte en el proceso. El problema es que esta objetivación tiene efectos muy reales en sus víctimas, y les afecta en todos los aspectos del día a día.