En el hemisferio norte, 2023 está siendo para muchos el verano de las olas de calor. La percepción que todos tenemos es que una no ha terminado todavía cuando ya ha comenzado la siguiente. Se solapan de tal manera que ya hemos perdido la cuenta y cuesta saber cuántas olas de calor han tenido lugar hasta ahora.

De hecho, si preguntamos a la gente, posiblemente se aventure a calcular un número mayor del que hemos tenido en realidad. Y es que, al menos en España, de momento hemos tenido un total de tres olas de calor, con una prácticamente recién instaurada.

Parece que son más porque las temperaturas están siendo anormalmente altas y el clima bastante seco. Además, las olas de calor están siendo bastante largas, de ahí que lo que solo es una pueden parecer varias. Ahora bien, que el número sea más bajo de lo que podríamos pensar no significa que estemos exagerando al considerar el 2023 un año extremo. El cambio climático está dando sus primeros coletazos, ya sin compasión. Esto no ha hecho más que empezar y la situación, seguramente, será cada vez peor. Al final, el número de olas de calor no es lo más relevante. Lo que importa es esa sensación que todos tenemos de estar viviendo una ola de calor constante.

¿Qué son las olas de calor?

Las olas de calor son mucho más que altas temperaturas. Para que un episodio pueda definirse como tal, se deben cumplir unos requisitos muy concretos.

Es cierto que, en general, se conoce como ola de calor un periodo de altas temperaturas, que se mantienen durante varios días, en una región amplia de la geografía. Esta es una definición muy subjetiva, por lo que cada país tiene sus propios criterios. En España, la Agencia Estatal de Meteorología establece que podemos considerar una ola de calor un episodio de al menos tres días consecutivos, en el que, como mínimo, el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.

Esa es la definición que se estableció en el año 2000. Anteriormente se contaba con otras definiciones, según las cuáles, desde 1971 y hasta el 19 de julio de 2023, hubo en España 113 olas de calor. Ha habido años, como 2017, que también han tenido muchas olas de calor. Entonces, hubo cinco en total, pero hay diferencias bastante relevantes con lo que está pasando en 2023. Para empezar, la primera ola de calor tuvo lugar el 13 de junio, aún en primavera, pero rozando ya el verano. En 2023, en cambio, tuvimos la que se considera la primavera más cálida desde que existen registros históricos. No se habló de ola de calor oficial, pero, de forma mantenida, las temperaturas fueron mucho más altas de lo normal.

En cuanto al verano, 2023 lleva menos olas de calor, de momento, pero las temperaturas máximas están muy por encima de las de 2017, cuya ola de calor más intensa tuvo una máxima de 41,1ºC.

Además, 2022 fue el año que tuvo más días  bajo una ola de calor. No se puede decir si ocurrirá lo mismo con 2023, pues aún no ha terminado el verano, pero lleva un rumbo similar.

Sol, ola de calor, temperaturas AEMET, llamarada solar
El número de olas de calor no es tan alto como parece, pero los récords de temperaturas son muy preocupantes.

¿Qué está pasando en 2023?

Es cierto que 3 olas de calor no es algo fuera de lo normal. Muchos años han tenido la misma cantidad. Pero este verano está siendo el más cálido en muchos sentidos. Las olas de calor están siendo muy largas y las temperaturas especialmente altas. Y esto es aplicable a todo el mundo, no solo a España.

De hecho, julio de 2023 ha sido el más caluroso de la Tierra desde que existen registros. Esto se puede ver con datos como una inusual ola de calor en Sudamérica, donde, aún siguen experimentando el invierno. En el resto de América, la zona que entra en el hemisferio norte, se están detectando temperaturas altísimas que se pueden ver en Canadá, donde han tenido unos episodios de incendios forestales sin precedentes, o en México, donde llevan experimentando olas de calor desde el pasado mes de marzo.

En definitiva, aunque el número de olas de calor  pueda parecer bajo, 2023 está siendo un año infernal, que ya ha batido varios de los peores récords que se pueden batir. El cambio climático seguirá trayéndonos cada vez más episodios de altas temperaturas y no importa el nombre que se les ponga. Las consecuencias, si no hacemos nada para solucionarlo, serán terribles.