La ola de calor se ha hecho sentir en Europa y México, y también está generando preocupación en Sudamérica. En pleno invierno en el hemisferio sur, la presencia de temperaturas atípicas para la época llega acompañada por la incertidumbre de cuál será el impacto del fenómeno El Niño en los próximos meses.

En los territorios sudamericanos más australes, el invierno 2023 está pasando prácticamente desapercibido. Esto no significa que desde la segunda mitad de junio no se hayan registrado días fríos. Pero sí que han sido menos que en años anteriores, o con temperaturas no tan bajas como las acostumbradas. A lo que se han sumado calores fuera de época que complican todavía más el panorama.

Esto es algo que se está registrando principalmente en Chile y Argentina. En este último país, julio ha sido un mes verdaderamente atípico. Santa Fe, por ejemplo, ha registrado temperaturas cercanas y superiores a los 30 grados centígrados a principios y finales del mes, respectivamente. Para ponerlo en contexto, hablamos de una región y un momento del año donde suelen ser frecuentes las heladas. En Chaco, el termómetro se mantiene entre los 33 y 35 grados desde el 31 de julio. Y se espera que siga así al menos hasta el 6 de agosto.

Mientras Sudamérica se encuentra en plena transición hacia una fase Niño, la ola de calor es una preocupación creciente. En especial, porque la última actualización de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) advirtió que el fenómeno traerá menos lluvias de las esperadas. El cambio afectará a territorios que venían golpeados por las fuertes sequías de los últimos tres años y colaborará al incremento de las temperaturas.

La ola de calor y el efecto en Sudamérica

La ola de calor y el efecto en Sudamérica
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Yasna Palmeiro Silva, una experta chilena en salud pública y cambio climático, vaticinó los efectos de la ola de calor en Sudamérica. "El Niño es un fenómeno climático natural que afecta especialmente a Latinoamérica. Y aunque la evidencia científica no ha determinado si hay una estrecha relación entre el fenómeno [...] y el cambio climático, lo que vemos es que hay una interacción entre el aumento de las temperaturas atmosféricas globales, marinas y El Niño. Entonces, países como Perú, Ecuador, Colombia y Chile se verán afectados en el norte con un aumento de temperatura. Y si ya tenemos olas de calor aumentado, se esperaría que las temperaturas sean extremas en el hemisferio sur a partir de septiembre, algo que se podría prolongar por hasta cuatro años", explicó a DW.

En Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) publicó el pronóstico de consenso para el trimestre comprendido entre agosto, septiembre y octubre de 2023. El mismo estima que el final del invierno y el inicio de la primavera traerán temperaturas superiores a las normales en el centro-norte del país. Algo que se evidenciará especialmente en provincias como Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Formosa, Chaco y Santiago del Estero. Pero también en partes de Córdoba y Santa Fe, donde además se esperan lluvias menores a las habituales.

Pero no todo tiene que ver con lo que suceda en lo inmediato. Expertos advierten que no necesariamente existe una conexión directa entre la ola de calor que sacudió a otros países, como México y España, con lo que pueda suceder en Sudamérica en meses venideros.

"En general, la gente se asusta pensando que lo que sucede en el hemisferio norte se va a replicar en el hemisferio sur, como ocurre en este caso con la extensa y profunda ola de calor. En principio, no hay una conexión directa, por lo menos en una escala de tiempo tan pequeña. Si bien hay conexiones entre lo que sucede en cada hemisferio, principalmente por las corrientes marinas, estamos hablando de ciclos mucho más grandes", indicó Carlos Zotelo, investigador del CONICET, a Infobae.

El período 2023-2027 será de los más calurosos de la historia

Las predicciones para el próximo verano en Sudamérica son con condiciones similares a las que se vivieron a fines de 2022 y comienzos de 2023. Siguiendo con el caso argentino, entre el 28 de febrero y el 20 de marzo se registró la ola de calor más extensa en una década. Y hasta mayo se mantuvieron temperaturas que habitualmente se ven recién a partir de septiembre.

La preocupación en el hemisferio sur de cara al incremento de las temperaturas tiene su fundamento. No solo por lo que ya está ocurriendo en pleno invierno, o por lo que vaya a suceder en los meses de verano. Si no especialmente por las perspectivas para los años venideros. La ola de calor es una problemática muy grande que, ciertamente, excede a Sudamérica.

De hecho, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió en mayo que las temperaturas mundiales batirán récords en el próximo quinquenio. "Hay un 98 % de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, así como el lustro en su conjunto, sean los más cálidos jamás registrados", indicó el organismo.