¿Cuánto calor es demasiado calor? Esta es una pregunta muy procedente ahora que no paramos de batir récords de temperaturas por culpa del cambio climático. Si no hacemos nada para solucionarlo, la situación será cada vez peor y puede que llegue un momento en el que pasar tiempo al aire libre sea realmente peligroso. Ahora bien, ¿dónde está ese punto? Esta es una pregunta que interesa mucho a Lewis Halsey, profesor e investigador de la Universidad de Roehampton, en Reino Unido. Él y su equipo llevan años intentando dar una respuesta y, si bien no es fácil dar una cifra concreta, parece que se encuentra en algún punto entre los 40ºC y los 50ºC.
Todo depende de muchos factores, como el sexo, la edad o la actividad de cada persona. Aun así, si se supera la barrera de los 40ºC, la situación comienza a ser peligrosa, ya que aumenta la tasa metabólica basal. Este es un fenómeno que hace referencia a la energía que se consume por unidad de tiempo en estado de reposo. Lo ideal es mantenerla lo más baja posible. En el caso de los humanos, por debajo de los 40ºC se mantiene muy estable, pero al pasar esta barrera comienza a aumentar rápidamente, sobre todo cuando la humedad es también elevada.
Es ahí donde pueden empezar a aparecer los riesgos. Por eso, la investigación de Halsey, que se acaba de presentar en una conferencia con motivo del Centenario de la Sociedad de Biología Experimental, es algo muy necesario. Y es que, así, podemos saber cuándo hace demasiado calor y tomar las medidas adecuadas.
¿Por qué es peligroso que aumente la tasa metabólica basal?
Los seres humanos somos animales endotermos. Esto quiere decir que mantenemos una temperatura corporal constante, independiente de la temperatura ambiental. En nuestro caso, esta se encuentra alrededor de los 36,5ºC. No importa que en la calle haya 10ºC o 39ºC. Siempre nos mantenemos aproximadamente en esa temperatura.
Esto se consigue gracias a mecanismos como la sudoración, que no es más que la liberación de un líquido que, una vez en la superficie de la piel, se evapora, extrayendo calor del cuerpo.
Todo esto permite también mantener la tasa metabólica estable y baja, gastando el mínimo de energía posible cuando estamos en reposo. Desgraciadamente, todo tiene un límite. En muchos animales se ha estudiado que, si se excede cierta temperatura, la tasa metabólica se dispara, con consecuencias que afectan a su salud. Curiosamente, hay animales en los que se ha estudiado mucho más que en los humanos. Por eso, Halsey llevó a cabo en 2021 un estudio dirigido a calcular cuándo hace demasiado calor para nuestra especie.
El peligro de pasar demasiado calor
Durante el estudio de 2021, Halsey y su equipo sometieron a una serie de voluntarios a cuatro escenarios diferentes, durante una hora. En el primero, la temperatura era de 40ºC, con una humedad del 25%. Después, se mantuvo la temperatura, pero la humedad se elevó hasta el 50%. Finalmente, la temperatura se elevó hasta 50ºC, de nuevo con humedad del 25% o del 50%.
Así, se vio que incluso en las condiciones más suaves, con 40ºC y un 25% de humedad, la tasa metabólica en reposo de los participantes se elevó un 35%. Después, a 50ºC con un 50% de humedad se incrementó otro 13%. Ese incremento tan súbito de energía puede verse como una fábrica a pleno rendimiento. Las temperaturas corporales de los participantes empezaron a elevarse también, demostrando que los mecanismos habituales, como la sudoración, ya no daban abasto para mantener la temperatura constante. 50ºC es demasiado calor, pero incluso a 40ºC ya empieza a haber problemas.
Nuestra especie no está adaptada a estos aumentos de temperatura, por lo que en este punto podrían darse problemas de salud graves. La sudoración seguiría produciéndose, intentando solucionar el aumento de temperatura, por lo que el primero de esos problemas es la deshidratación. También aumentaría el flujo sanguíneo periférico, para intentar disipar calor a través de la piel. Eso puede provocar problemas como arritmias, síncopes o calambres. Después vendría el golpe de calor y, si la situación es muy grave, incluso la muerte.
Por todo esto, se debe tener muy claro que las temperaturas que empezaremos a ver como habituales en verano son demasiado calor y pueden causar graves problemas. Esto debe tenerse en cuenta sobre todo para las personas que trabajan al aire libre. Los golpes de calor se harán cada vez más habituales y, si no se avisa adecuadamente a la población, quizás haya que lamentar muchas muertes. Estos estudios, de aquí en adelante, serán cada vez más necesarios. Por desgracia es algo que debemos tomarnos muy en serio.