The Flash, de Andrés Muschietti, recorre el multiverso de la editorial DC a una escala que asombra por su ambición y complejidad. Se trata de la conclusión de todo lo planteado hasta entonces en la franquicia. Lo que hace que su argumento explore no solo a sus personajes, también un amplio contexto de sucesos que se interconectan entre sí en el anuncio de algo mayor.
Desde las realidades alternativas, que brindan la oportunidad de crear desconocidos escenarios, hasta la presencia de nuevas figuras que entran a formar parte de la mitología del estudio. The Flash recorre varios hilos narrativos que demuestran que el anunciado reinicio de la saga que mencionó James Gunn es profundo y total. Para su final, con Barry Allen (Ezra Miller) en una inédita línea temporal y, al parecer, aislado en ella, el último fragmento del llamado Snyderverse desaparece. Por lo que cualquier argumento en adelante tendrá que englobar esa idea y abarcar sus incontables posibilidades.
Un hecho que la única escena poscréditos de The Flash apuntala en cierto modo. En ella, se deja entrever que Barry Allen es consciente de haber descubierto la multiplicidad de la realidad. Pero también que el único personaje de las anteriores películas que sobrevive a su recorrido temporal es un viejo conocido del mundo cinematográfico de DC. Se trata de Aquaman/Arthur Curry (Jason Momoa), que, a diferencia de Batman, conserva su historia y su apariencia en la nueva realidad.
Se anuncia un universo desconocido
La escena poscréditos de The Flash muestra a Barry Allen mientras intenta explicar a Arthur su reciente aventura. Ambos se encuentran en un bar y el primero parece aliviado porque alguien a quien conoció conserva su mismo aspecto y le reconoce. Por lo que intenta detallar todo lo que ha vivido hasta entonces. La complejidad e infinidad de la sustancia de la realidad, el peligro de la Speed Force y las múltiples variaciones de Batman/Bruce Wayne que conoció en su singular periplo a través de distintas líneas temporales.
Pero el personaje de Jason Momoa se encuentra demasiado ebrio como para entender del todo la complicada explicación. De hecho, la escena es breve y humorística y evidencia que, respecto al atlante, nada ha cambiado demasiado.
Al menos, que su carácter, su historia y todo lo que aprendió en su largo trayecto a través de sus recientes aventuras siguen siendo las mismas. Lo que lleva a la inevitable pregunta de si hay una sola versión de Aquaman —o en cualquier caso, de las circunstancias que le rodean—. Algo que la escena indica de manera clara.
El confuso final de The Flash
De ser así, sería el único personaje en superar el reinicio y unirse al plan de reconfiguración de James Gunn. Teniendo Aquaman y el Reino Perdido fecha de estreno —por ahora— en diciembre de este año, son noticias curiosas para los fanáticos.
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Mucho más, cuando la escena poscréditos de The Flash termina con Arthur entregando uno de sus anillos atlantes a Barry. Aunque parece ser solo un gesto de amistad, podría no ser del todo casual. En especial por la forma en que la secuencia lo muestra como un hecho relevante. ¿Se trata de una manera de indicar que el velocista será parte de la futura historia? Solo queda esperar.