La presentación de Sam Altman, CEO de OpenAI, ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos ha sido uno de los grandes temas de la semana. El empresario no solo habló sobre el presente y el futuro de la inteligencia artificial, sino que también planteó la necesidad de avanzar con su regulación. Pero el intercambio con los senadores del panel no estuvo exento de momentos incómodos, especialmente al hablar de dinero.

De hecho, Altman volvió a remarcar que no posee ningún tipo de participación accionaria en OpenAI. Es decir, que no es dueño del laboratorio de inteligencia artificial —o de una parte del mismo, siquiera—, y que tampoco está incrementando su fortuna gracias al furor de herramientas como ChatGPT o DALL-E.

La aclaración del líder de la startup de San Francisco surgió tras un comentario —bastante ácido, por cierto— del senador John Neely Kennedy, de Luisiana. "Está ganando mucho dinero, ¿verdad?", disparó el congresista esbozando una sonrisa. La respuesta de Sam Altman fue instantánea, aunque acompañada por una expresión de sorpresa: "No. Me pagan lo suficiente para cubrir mi seguro médico y no tengo acciones en OpenAI".

De todos modos, el intercambio no terminó allí. "¿De verdad? Qué interesante. Necesita un abogado o un representante", bromeó Kennedy, despertando risas en la sala y dando a entender que el empresario estaba dejando escapar una oportunidad muy lucrativa. Después de todo, hoy el laboratorio cuenta con una valoración que ronda los 30.000 millones de dólares. La respuesta del CEO de OpenAI fue sencilla: "Hago esto porque me encanta".

Esta no es la primera vez que se pone en tela de juicio si Sam Altman tiene o no participación accionaria en OpenAI. De hecho, las mayores especulaciones surgieron este año después que Microsoft, que ya invertía en la startup, anunciara que profundizaría su alianza con los californianos. Sin embargo, ya en ocasiones anteriores ha sido el propio empresario quien ha negado ejercer algún tipo de propiedad sobre el laboratorio de inteligencia artificial.

Sam Altman y su participación en OpenAI

Altman retrato IA | Sam Altman y su participación en OpenAI

Vale recordar que OpenAI hoy está dividida en dos entidades. Por un lado, OpenAI Incorporated, que se fundó a fines de 2015 como una organización sin fines de lucro. Por el otro, OpenAI LP, una subsidiaria con fines de lucro que ha sido definida como "una empresa con ganancias limitadas". Esta última se creó en 2019, tras la partida de Elon Musk, con el fin de atraer inversores y financiación.

"La idea fundamental de OpenAI LP es que los inversores y los empleados puedan obtener un rendimiento limitado si tenemos éxito en nuestra misión, lo que nos permitirá recaudar capital de inversión y atraer empleados con participación similar a la de una startup. Pero cualquier retorno que supere esa cantidad —y si tenemos éxito, esperamos generar órdenes de magnitud más altos de lo que le deberíamos a las personas que inviertan o trabajen en OpenAI LP— será propiedad de la entidad sin fines de lucro original de OpenAI", explicaron los de Sam Altman por entonces.

Así las cosas, el equity de OpenAI LP se distribuyó entre sus empleados y directivos tras su creación. Sin embargo, Sam Altman optó por no tomar una participación. Esto lo explicó Semafor en un interesante informe que publicó en marzo pasado:

"Altman también tomó una decisión inusual para un jefe en el sector tecnológico: no tomar acciones en la nueva entidad con fines de lucro, según personas familiarizadas con el asunto. Altman ya era extremadamente rico, habiendo invertido en varias nuevas firmas tecnológicas de gran éxito, y no necesitaba el dinero.

También creía que la empresa necesitaba convertirse en un negocio para continuar con su trabajo, pero le decía a la gente que el proyecto no estaba diseñado para ganar dinero. Evitar cualquier interés de propiedad le ayudaría a mantenerse alineado con la misión original. Pero esa decisión en realidad ahuyentó a algunos inversores potenciales en OpenAI, a quienes les preocupaba que Altman no viera ventajas en el proyecto".

Los comentarios de Sam Altman sobre su no participación accionaria en OpenAI han ganado notoriedad en un momento peculiar. En las últimas horas, una investigación puso en tela de juicio las cifras que Elon Musk asegura haber donado al laboratorio en sus primeros años. La misma asegura que no serían 50 o 100 millones de dólares, como ha dicho el magnate, sino algo así como $15 millones.

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