Sam Altman, CEO de OpenAI, se encuentra en el centro de las discusiones concernientes al desarrollo de ChatGPT. Tras la presentación de una carta firmada por grandes de la industria -incluido Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX- donde se pedía expresamente a la compañía detener el desarrollo de inteligencias artificiales más avanzadas que la recién presentada GPT-4, Altman ha salido a emitir su opinión al respecto. Si creías que iba a ser diametralmente opuesta a lo expuesto en la petición, ya te vamos adelantando que podrías haberte equivocado.

Al igual que las grandes personalidades que han estampado su nombre y firma en la carta, Sam Altman también tiene sus reservas con respecto al avance de modelos como ChatGPT. "Trataré de ser directo. ¿Estoy haciendo algo bueno, o algo muy malo?", comentaba el ejecutivo en 2019 para una entrevista en el New York Times.

Incluso en 2023 y con los avances conseguidos, Altman todavía no sabe cómo impactarán al mundo modelos del estilo ChatGPT. "La expectación sobre estos sistemas -aunque todo lo que esperamos sea correcto a largo plazo- está totalmente fuera de control para el corto plazo", comentaba al NYT en una entrevista más reciente.

ChatGPT, una tecnología con el potencial de la bomba atómica... y los mismos peligros

ChatGPT bomba nuclear
Imagen generada con la IA Midjourney

Durante las conversaciones del citado medio con Altman, el CEO de OpenAI parafraseó en algunas ocasiones a Robert Oppenheimer, el líder del Proyecto Manhattan -encargado de diseñar la bomba atómica-. Aquí, agregaba que "la tecnología sucede porque es posible", y ChatGPT es una muestra de ello.

Así, Sam Altman cree que la inteligencia artificial tendrá lugar de una forma u otra, como ya lo ha mencionado Bill Gates. ¿Convertirá al mundo en un erial o en la esperada utopía propia de Los Supersónicos? Para ello, todavía tenemos que estudiar los daños que podría causar, con el fin de conocer cómo contrarrestarlos o contenerlos. Si bien el ejecutivo cree que todavía tenemos tiempo para examinarlo, también hay que recordar que se trata una postura oportuna hacia la compañía.

Kelly Sims, asesora de la junta directiva de OpenAI, comentó al NYT que "En una sola conversación, está en ambos lados del debate", refiriéndose a Sam Altman y las recientes preocupaciones con respecto al crecimiento de ChatGPT y tecnologías similares.

Sin embargo, la balanza interna del CEO de OpenAI se decanta por el lado más positivo que ChatGPT tiene para ofrecer. Además, gracias al contrato con inversores como Microsoft, el consejo de OpenAI se reserva el derecho a desconectar el modelo en cualquier momento, según sea necesario.

Aunque en 2023 los peligros de una guerra nuclear parecen más lejanos que a mediados del siglo pasado, de vez en cuando resurgen los temores de un posible conflicto de este estilo. ¿Viviremos el mismo miedo constante con ChatGPT y otras inteligencias artificiales? Si bien hasta ahora no han hecho más que demostrar su utilidad para complementar tareas humanas, la historia nos recuerda que somos expertos en convertir en armas herramientas tan benignas como esta.