"Operation Upshot-Knothole - Badger 001" by Federal Government of the United States. Licensed under Public domain via Wikimedia Commons.

El pasado 1 de septiembre se cumplió el 75º aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Durante dicha guerra que duró 6 años, hubo numerosos factores que influyeron en la duración y finalización del conflicto, pero quizás uno de los factores más determinantes fue el lanzamiento de dos bombas atómicas por parte de los EEUU a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en Japón el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente. Esto, junto con la entrada de la Unión Soviética en el frente japonés pocos días después aceleró la rendición incondicional de Japón el 15 de agosto de 1945. Por tanto, la pregunta que quedaría por responder sería: ¿de dónde surgieron estas bombas atómicas que utilizó EEUU?

Albert Einstein

Para contestar a esta pregunta nos debemos remontarnos al inicio de la guerra. En esta época los científicos nucleares Leó Szilárd, Edward Teller y Eugene Wigner, refugiados judíos provenientes de Hungría, creían que la energía liberada por la fisión nuclear podía ser utilizada para la producción de bombas por los alemanes, por lo que convencieron a Albert Einstein para advertir al presidente Roosevelt de este peligro por medio de una carta que Szilárd escribió y fue enviada el 2 de agosto de 1939. En respuesta a la advertencia, Roosevelt incrementó las investigaciones sobre las implicaciones en la seguridad nacional de la fisión nuclear.

Con una simple carta se inició el Proyecto Manhattan, nombre en clave del proyecto nuclear de EEUU, y que emplearía 130000 empleados con un coste final de 2 billones de dólares (26 billones según la inflación actual), y todo orientado a un objetivo: superar al proyecto nuclear nazi (nombre en clave Proyecto Uranio) dirigido por Ernest Heisenberg mediante el desarrollo de una bomba atómica funcional, la cual fue autorizada para ser creada por el presidente Roosevelt el 9 de octubre de 1941. Fíjese el lector de que la autorización para esta bomba atómica fue antes de la propia entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, que se produjo apenas dos meses después del ataque en la base de Pearl Harbor por parte del imperio japonés

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Fuente." width="800" height="494" class="size-large wp-image-267440" /> Ubicaciones del Proyecto Manhattan. Fuente.

Divididos en numerosos laboratorios, destacando principalmente el laboratorio de Los Álamos y las instalaciones de Oak Ridge, donde se encontraba la base de operaciones y el día a día del proyecto era controlado, el Proyecto Manhattan tuvo numerosos problemas pese a contar con Reino Unido y Canadá como aliados, especialmente el problema del espionaje por parte de los soviéticos (los cuales eran sus propios aliados en la guerra) y que espiaban para su propio programa de desarrollo nuclear, la Operación Borodino. De hecho, durante la batalla final de Berlín los soviéticos tenían como objetivo La Casa de los Virus donde se estaban llevando a cabo las investigaciones del Proyecto Uranio.

Fuente" width="300" height="383" class="size-full wp-image-267443" /> General de tres estrellas Leslie Groves. Fuente

Durante el Proyecto Manhattan, notables eminencias científicas como Robert Oppenheimer, Niels Böhr, Enrico Fermi, Ernest Lawrence o Albert Einstein, estuvieron involucrados en mayor o menor medida en este esfuerzo conjunto. Sin embargo, tanto la financiación como el control y la seguridad estuvieron respectivamente a cargo del gobierno y el ejército de los EEUU. De hecho, el control del programa estuvo bajo la supervisión del general de tres estrellas Leslie Groves, un hombre conocido por su belicidad y aversión por el pueblo japonés, lo cual fue algo que influyó en la decisión de utilizar finalmente las bombas atómicas.

Aunque el proceso a la hora de fabricar estas bombas da para muchas páginas y muchos libros, intentaré resumirlo lo máximo posible y que se entienda lo esencial: durante el Proyecto Manhattan hubo cuatro diseños para bombas, denominados Fat Man, Little Boy, The Gadget y Thin Man. Thin Man fue en un principio el proyecto elegido para la construcción de la bomba atómica, basándose en el diseño gun-type, la cual utilizaba un diseño muy simple en el que una "bala" hueca, con una masa inferior a la necesaria para crear una reacción en cadena, es disparada a un núcleo sólido con una masa que sí puede crear una reacción. La bala alcanza y comprime el núcleo, se produce la fisión y la bomba explota, por lo que para funcionar necesitaba una longitud mucho mayor de las armas que vemos actualmente, llegando a más de 5 metros de longitud.

Sin embargo, había un problema, y es que Thin Man utilizaba plutonio como combustible para detonar. El problema con esto es que los científicos habían descubierto que los reactores en Hanford (Washington) que producían el plutonio que se utilizaría no era tan puro como las muestras que había en laboratorios, y contenía trazas de Plutonio 240, un isótopo con un ratio de fisión espontánea muy rápido, con lo que el combustible detonaría antes de tiempo. Por tanto, el diseño Thin Man fue descartado y la atención se centró en el diseño Little Boy.

Little Boy contaba con el mismo tipo de diseño que Thin Man, con la diferencia de que utilizaba uranio en lugar de plutonio, y el cual tiene un ratio de fisión espontánea más lento, por lo que no detonaría antes de tiempo. Además, este diseño era mucho más simple, por lo que no tendría que contar con tantos seguros y comprobaciones como ocurría con Thin Man, por lo que la tasa de fabricación de estas bombas atómicas sería más rápido, en caso de que fuera necesario utilizarlas.

Fuente." width="800" height="539" class="size-large wp-image-267446" /> Réplicas de Fat Man (amarillo) y Little Boy (verde). Fuente.

Aparte, tanto los científicos como los altos mandos militares no estaban dispuestos a descartar el plutonio como combustible para sus armas. Ya había quedado demostrado que para las armas con diseño gun-type no eran adecuado. Pero aquí es dónde entra los otros dos diseños restantes, Fat Man y The Gadget, los cuales utilizaban el mismo principio de implosión. El modelo de implosión utiliza una esfera hueca que contiene un complejo entramado de dispositivos y detonadores rodeando un núcleo que puede ser fisionado, pero aún no cuenta con la masa supercrítica necesaria para hacerlo. Es entonces cuando los explosivos son detonados de una determinada forma que permite comprimir el núcleo a una densidad supercrítica, para que ocurra la fisión y la bomba explote.

Seth Neddermeyer, creador del modelo de implosión de Fat Man.
Seth Neddermeyer, creador del modelo de implosión de Fat Man.

Este diseño de implosión, a pesar de ser más seguro que el otro modelo de detonación y poder utilizar tanto uranio como plutonio como combustible, fue creado por Seth Neddermeyer (el cual sirvió de inspiración para el Dr. Winter en la serie Manhattan) y era altamente complejo, por lo que era necesaria una prueba antes de poder ser utilizado como arma. Esta prueba del diseño de implosión se produjo en el desierto de Nuevo México, EEUU, el 16 de julio de 1945 mediante la bomba Trinity, la cual detonó exitosamente y fue la primera bomba nuclear detonada en la historia de la humanidad. Ya era una realidad: EEUU contaba con armas nucleares funcionales y la cuestión era si acabaría utilizando este poder o no.

El resto de la historia es más o menos conocida por todos: el 6 de agosto de 1945, aproximadamente a las 8:15 de la mañana, un B-29 modificado con el nombre Enola Gay soltó la bomba Little Boy basada en el diseño gun-type sobre la ciudad de Hiroshima mediante la autorización del presidente Truman, matando a 140000 personas inocentes. Este tipo de bomba no fue probado antes de esta bomba como pasó con Trinity, debido a que los científicos y militares a cargo del programa conocían la efectividad de la misma, con un diseño extremadamente simple. Una macabra anécdota de este hecho sería que, después de la detonación sobre Hiroshima, Einstein comentaría debido al arrepentimiendo de lo que había ayudado a crear: debería quemarme los dedos con los que escribí aquella primera carta a Roosevelt.

Fuente." width="800" height="600" class="size-large wp-image-267452" /> Tripulación del Enola Gay junto con el avión que lanzó Little Boy sobre Hiroshima. Fuente.

Tres días después, el 9 de agosto, en otro ejercicio de fuerza innecesaria, los EEUU lanzaron desde otro B-29 la bomba Fat Man basada en el diseño de implosión sobre la ciudad de Nagasaki. Fat Man iba dirigida a la ciudad de Kokura, pero debido a los bombardeos estadounidenses con armamento convencional, las nubes y el polvo impedían la buena visibilidad del objetivo, yendo al objetivo secundario de Nagasaki. El lanzamiento tampoco fue perfecto ya que falló su objetivo por casi 3 kilómetros lo cual, unido a la orografía del terreno, causó un total de 40000 bajas y 25000 heridos, a pesar de que Fat Man era el doble de potente que Little Boy.

La polémica sobre la utilización de estas bombas llega hasta nuestros días. Personalmente, lo considero una muestra de poder innecesaria destinada, más que a finalizar el conflicto, para demostrar el poder que poseía EEUU para la Guerra Fría que se avecinaba. La serie de televisión Manhattan retrata muy bien el ideal que tenían estos científicos que crearon el arma más poderosa de la humanidad, los cuales trabajaron para crear un arma tan poderosa que ningún hombre cuerdo se planteara jamás utilizar. Por desgracia, ellos no eran los responsables de la decisión final, y quizás hubiera habido otro final para este cruento conflicto de haber sido así.

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