Nevarro ha pasado de ser un enclave desierto y salvaje en el borde externo de la galaxia a convertirse en un lugar próspero. Gracias a la astucia y esfuerzo del Alto magistrado Greef Karga (Carl Weathers), el territorio es en The Mandalorian un punto central en el crecimiento de una región violenta. Pero la fortuna viene acompañada de la amenaza de convertirse en tentación para todo tipo de forajidos. En especial, quienes poblaron el territorio en sus momentos más oscuros.

El guion de Jon Favreau explora de nuevo las referencias que Star Wars toma del género western al contar una historia en apariencia sencilla. Un planeta hostil que logró encontrar el orden y el desarrollo a través de su propio esfuerzo. En realidad, el contexto permite comprender lo que ocurre más allá de los centros poblados bajo el orden de la Nueva República. Mientras Karga hace más compleja sobre su visión acerca del progreso, la decisión de mantenerse al margen del gobierno central se justifica. La región siempre fue independiente. Particularmente, de la burocracia de Coruscant y de la mano de la ley de funcionarios que no comprenden el territorio. 

La tercera temporada de The Mandalorian ya está disponible

No obstante, a medida que Nevarro crece, la necesidad de orden y vigilancia es inevitable. Algo que el argumento de The Mandalorian recorre desde sus primeras escenas para explorar lo que ocurre más allá del nuevo sistema de gobierno. La gran pregunta del episodio es si la recién recuperada democracia es capaz de entender las necesidades de los pueblos a su cargo. Si puede asumir el peso de la ley tras años de violencia y brutalidad por parte del Imperio intergaláctico.

Viejos enemigos, nuevos aliados

Una cuestión que el planeta al cuidado de Karga deberá afrontar con todos sus recursos en el nuevo episodio de The Mandalorian. El rey pirata Gorian Shard (Carey Jones) no olvida el ataque de Din Djarin (Pedro Pascal), ni mucho menos que haya huido. Lo que convierte a Nevarro y su neutralidad —de hecho, su protección sutil al cazarrecompensas—  en un objetivo inmediato. Más preocupante todavía es que la región se encuentra en un espacio indefinible entre las tensiones de poder de los recién llegados gobernantes.

Mano empuñando el Darksaber

Como planeta independiente, no responde a la autoridad. Tampoco es protegido por ninguna. Sobre su historia se cierne la figura del Moff Gideon (Giancarlos Esposito), su protector en los años convulsos antes de la caída del Imperio. De modo que, la paz duramente ganada por Nevarro está amenaza por varios enemigos a la vez. Los que podrían aprovechar que no hay un verdadero protector en el territorio y los que ambicionan la riqueza, desconocida en el borde medio de la galaxia. 

Así que, cuando Gorian Shard ataca al pueblo desprotegido, la solución es una y el Alto magistrado lo sabe. Encontrar aliados que puedan enfrentarse al grupo de contrabandistas que disparan a matar, que dejen claro su poder, su destreza y su ventaja en la batalla y puedan proteger al planeta en riesgo ante cualquier enemigo futuro. Las opciones son pocas, pero el personaje de Carl Weathers sabe a quién recurrir. 

Mando en The Mandalorian

The Mandalorian solo tiene un héroe

Carson Teva (Paul Sun Hyung Lee), de los rangers de Adephi, circunstancial aliado de Karga, conoce bien a los habitantes del lado más peligroso de la galaxia. En concreto, a Din Djarin, al que salvo la vida en una ocasión. Acudir en busca de los mandalorianos exiliados no es una decisión sencilla, aunque sí necesaria. El cazarrecompensas todavía recuerda la deuda moral que les une. Y deberá honrarla cuando el funcionario de la Nueva República invoque el viejo acuerdo de solidaridad. Nevarro está bajo asedio en The Mandalorian y no hay nadie que pueda protegerlo, salvo Mando

Para el cazarrecompensas, nada es tan sencillo. O eso parece cuando Teva confiesa lo que le llevó hasta el enclave aislado en que se ocultan los guerreros con casco de beskar. El Imperio resurge y es necesario evitar que el caos se extienda a través de los puntos clave de los territorios más salvajes. Algo que Karga parece tener claro y que ahora Mando debe ponderar al plantearse si acudir en rescate del planeta.

No lo haría solo. Tras explicar al grupo en el exilio por qué es necesario proteger a Nevarro y dejar de ocultarse, obtiene una soprendente solidaridad. Se trata de un acto simbólico, de considerable importancia en The Mandalorian. Después de la devastación de Mandalore por las fuerzas imperiales, hay cuentas que saldar. Es preciso dejar claro al resto de los pueblos unificados por la precaria democracia que la poderosa civilización está a punto de resurgir de entre las cenizas.

Ataque y redención del pueblo de guerreros

Durante siglos, los mandalorianos han sido una leyenda feroz. Ahora, por primera vez, su poder quedará demostrado desde una singular lealtad sustentada en la idea de la redención. El pueblo guerrero de The Mandalorian busca un lugar en el que vivir. También regresar como héroes al punto en que una vez se ocultaron en medio del miedo y el dolor.

Comandados por Bo-Katan Kryze (Katee Sackhoff), tendrán que enfrentar un grupo mayor y mejor organizado. Los piratas no son un enemigo sencillo y aventajan en número al pequeño comando mandaloriano. No obstante, la heredera y antigua miembro de los Nite Owls tiene el conocimiento necesario para un enfrentamiento en condiciones desiguales.

La lucha es encarnizada y demuestra que el poder de la estrategia en los hombres de armadura es superior y más preciso. Mientras Mando lucha por aire, su pueblo lo hace en tierra. El plan de la princesa no solo resulta audaz y bien trazado. También es tan efectivo como para vencer a los enemigos, en clara ventaja numérica.

Por segunda vez en The Mandalorian, los mandalorianos demuestran por qué fueron considerados una vez el pueblo más hábil en las artes de la guerra. El guion de Jon Favreau convierte al episodio en un tributo a gran escala a varias de las escenas de combate tradicionales de la franquicia. Pero, a la vez, en un homenaje al perdido Mandalore, que ahora resurge gracias a la pericia e inteligencia de su gente.

Un hogar largamente esperado en The Mandalorian

Después de la victoria en Nevarro, el pueblo guerrero tiene un nuevo territorio que proteger y considerar como suyo. Para Karga es un trato ventajoso. Para los expatriados, golpeados por la muerte y la persecución, es un nuevo comienzo.

También lo es para Bo-Katan. Escogida por la Forjadora (Emily Swallow), asume la misión de ir en busca de otros mandalorianos, bajo el deber de convencerles de dejar de ocultarse. Con el rostro al descubierto, centro de las dos facciones dominantes entre su pueblo, sostiene en sus hombros la responsabilidad de la esperada reunificación. 

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No obstante, el punto fundamental del capítulo de The Mandalorian es, sin duda, su extraña escena final. Un fugitivo —y de enorme ferocidad— escapó de las manos de la Nueva República. El Moff Gideon acaba de encontrar el modo de recuperar su libertad. Quizás, de la manera más inesperada de todas.