Por estas horas, una decisión de Joe Biden está haciendo mucho ruido en el Apple Park. El presidente de Estados Unidos ratificó un fallo de la Comisión de Comercio Internacional (ITC), que en diciembre concluyó que el Apple Watch violaba patentes de una empresa llamada AliveCor. Situación que deja a los de Cupertino peligrosamente cerca de sufrir un bloqueo a la importación de su smartwatch en el país norteamericano.
Si Apple se viera obligada a no importar el Apple Watch en Estados Unidos, se traduciría en un golpe durísimo. Es que, al fin y al cabo, esto afectaría directamente sobre su comercialización. Pero la realidad es que existen matices que hacen que la historia sea bastante más compleja de lo que te imaginas.
De más está decir que los de la manzana han quedado en una posición incómoda tras la decisión de Biden. No obstante, no es una situación que desconozcan por completo. En 2013, por ejemplo, la larga batalla legal entre Apple y Samsung dejó al iPhone 4 y al iPad 2 al borde del bloqueo en Estados Unidos por una situación similar. Con la diferencia de que en aquella oportunidad, Barack Obama vetó la decisión de la Comisión de Comercio Internacional.
El panorama para el Apple Watch hoy se muestra más desafiante que nunca. Pero, al menos por ahora, la decisión definitiva sobre el bloqueo a su importación no está a la vuelta de la esquina. Y te explicamos por qué.
El Apple Watch, en el punto de mira por violar patentes de AliveCor
AliveCor es una empresa de tecnología aplicada en el campo de la medicina. En 2015, generó gran atención por mostrar una correa para el Apple Watch que permitía que los usuarios se realizaran un electrocardiograma directamente desde el smartwatch. El accesorio, bautizado Kardia Band, se presentó formalmente en marzo de 2016.
Dicho dispositivo abrió un nuevo abanico de posibilidades para los wearables enfocados a la salud. Después de todo, que un reloj pudiera detectar señales previas a un infarto o una fibrilación auricular y las notificara en el móvil, se presentaba como una opción extremadamente útil y como un punto de venta muy seductor. Algo que Apple no tardó en identificar.
Por entonces, se dijo que los de Cupertino y AliveCor intentaron aliarse para explorar el uso del monitoreo cardíaco en el Apple Watch. No obstante, cada firma continuó por su camino y nunca más se mencionó nada al respecto.
En 2018, con la presentación del Apple Watch Series 4, los de la manzana dieron el gran golpe: incorporaron una opción nativa para realizar electrocardiogramas. Una función que llegó avalada por la FDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense. Según Apple, su smartwatch fue el primer dispositivo de consumo masivo en ofrecer dicha característica, pudiendo ser comprado por cualquier persona sin requerir de una prescripción médica.
Desde entonces, los sensores de monitoreo cardíaco se han vuelto un elemento más dentro de la amplia variedad de funciones de cualquier reloj inteligente moderno. Pero AliveCor no se quedó de brazos cruzados y en 2021 acusó a Apple de robar su tecnología de electrocardiogramas para incorporarla en el Apple Watch. Específicamente, la compañía apuntó contra los dirigidos por Tim Cook por la violación de tres de sus patentes.
¿Qué pasará con el smartwatch de Apple en Estados Unidos?
En diciembre de 2022, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos falló a favor de AliveCor y dictaminó que Apple efectivamente había utilizado tecnología patentada sin permiso. Pero no solo eso, sino que estipuló que se bloqueara la importación del Apple Watch al mercado norteamericano debido a dicha infracción. Por entonces, los de Cupertino hicieron público su descontento y aseguraron que las patentes sobre las que se basaba el caso eran inválidas.
Tras el fallo de la ITC a favor de AliveCor, a Apple le quedaba una bala en la recámara: que Joe Biden lo vetara. Según los lineamientos de la citada agencia, el presidente estadounidense tenía 60 días para revisar la resolución y emitir su decisión final, que terminó siendo contraria a los de Cupertino.
Pero a partir de aquí es donde la cosa se complica un poco más. Si bien se estipuló que Apple violó las patentes de AliveCor y que se debería bloquear la importación del Apple Watch a Estados Unidos, esto último no sucederá. Al menos por ahora. ¿Por qué? Porque otro organismo del gobierno norteamericano también juega su papel en esta historia.
Hablamos de la Oficina de Marcas y Patentes estadounidense. Más específicamente, de su Junta de Apelación y Juicio de Patentes, que en diciembre pasado entró en escena al dictaminar que las tres patentes supuestamente violadas por Apple son inválidas. AliveCor ha apelado dicha determinación, por lo que, mientras dicho proceso esté en marcha, el bloqueo a la importación del Apple Watch se mantiene frenado.
Vale aclarar que el caso de AliveCor no es el primero que amenaza la comercialización del Apple Watch. A comienzos de este año, un juez determinó que Apple violó patentes de Masimo vinculadas a los sensores de luz del oxímetro de pulso del smartwatch.