Un equipo de científicos de la Universidad de Duke ha demostrado que el calentamiento global podría potenciar las infecciones por hongos. El estudio en cuestión se ha publicado recientemente, coincidiendo con el estreno en HBO y HBO Max de la serie basada en el videojuego The Last of Us. Dado que este narra un apocalipsis impulsado por un hongo que cambia su comportamiento a causa del cambio climático, los resultados pueden ser algo preocupantes. Pero hay que tener varias cosas en cuenta. 

La investigación no se ha llevado a cabo en humanos, sino en cultivos de laboratorio y ratones. Además, los propios autores reconocen que las infecciones por hongos no se contagian como en The Last of Us y, además, que en principio solo supondrían un riesgo para personas inmunodeprimidas o con otras patologías. 

Lógicamente, estas personas tampoco merecen enfermar. No obstante, incluso si se diera el caso de que el calentamiento global impulsara las infecciones por hongos, serían mucho más fáciles de frenar que las víricas. ¿Hay que tener los resultados en cuenta? Sí, pero sin caer en el alarmismo.

Infecciones por hongos y calentamiento global

Hay algo cierto en la trama de The Last of Us. Ello es debido a que los humanos estamos a salvo de muchas infecciones por hongos simplemente porque nuestra temperatura corporal es muy elevada para ellos. No es exactamente como relatan en la serie. En el primer capítulo, en un flashback de los años 60, un epidemiólogo explica que los hongos que podrían causar epidemias solo pueden vivir hasta 34 °C. Esto es algo muy variable, no se puede generalizar como ellos hacen. Pero sí es verdad que la temperatura de nuestro organismo no es propicia para la mayoría. Sí para algunos. Al fin y al cabo, las infecciones por hongos no son algo ajeno a nuestra especie.

Teniendo esto en cuenta, los autores de la investigación que se ha publicado recientemente en PNAS quisieron comprobar si realmente el aumento de las temperaturas puede afectar al comportamiento de los hongos. Para ello, tomaron muestras de Cryptococcus deneoformans, un hongo patógeno, que en humanos puede causar desde neumonía hasta meningitis. Estas se pusieron en condiciones de laboratorio y se fueron calentando desde 30 °C hasta 37 °C. 

Así, vieron que el calentamiento podía afectar a su ADN, concretamente a los transposones, más conocidos coloquialmente como genes saltarines. Estos son fragmentos de ADN que tienen la capacidad de moverse de una parte a otra del genoma, cambiando el modo en que se expresan otros genes. Es decir, pueden hacer que se usen genes que normalmente estarían silenciados en unas condiciones determinadas. O al contrario.

Concretamente, observaron movimiento en tres genes, llamados T1, Tcn12 y Cnl1. Los efectos no están del todo claros; pero, al menos, parece ser que promueven las resistencias a fármacos de los hongos.

infecciones por hongos, the last of us
Colonia de Cryptococcus

Pruebas en ratones

Todo esto se vio al cultivar C. deneoformans en el laboratorio. Pero aún quedaba saber qué pasaría si se diesen estas infecciones por hongos en un organismo vivo. Por eso, procedieron a repetir el experimento, infectando a ratones. 

De nuevo, comenzó esa actividad en los genes saltarines. Es más, parecía ser mucho más intensa en animales. Y solo 10 días después de la infección por hongos. Todo esto lleva a los científicos a pensar que el estrés generado por el calor promueve las mutaciones y ayuda en cierto modo a los hongos a adaptarse al ambiente.

Fallos de las infecciones por hongos en The Last of Us

Las infecciones por hongos se transmiten mediante esporas. Por ejemplo, en el caso de C. deneoformans, se inhalan las esporas que pueden estar en el ambiente a causa de las heces de otros animales infectados. 

La transmisión mediante mordiscos que sale en la serie, como ya vimos en este medio, tiene poco sentido. Esto, en realidad, es una ventaja, ya que las esporas tienen un tamaño bastante mayor que el de los virus, por lo que sería mucho más fácil frenar la expansión mediante medidas como las mascarillas. Siempre y cuando la población las usara, por supuesto.

De todos modos, y a pesar de los resultados de esta investigación, no hay que temer un apocalipsis como el de The Last of Us. Las infecciones por hongos en humanos no son algo nuevo. Sí que podrían empeorar por el calentamiento global, pero haría falta más investigación para saber a qué nivel. Además, si llegase a ocurrir, sería relativamente fácil contenerlas.

Aun así, ya hay algunos hongos resistentes a antifúngicos que afectan a pacientes vulnerables, por ejemplo en los hospitales. A todo eso hay que ir prestando atención. Y ya se está haciendo, de hecho. Más allá de eso, podemos ver la serie sin preocuparnos por paralelismos con la realidad. Aunque, viniendo de donde venimos, a veces parezca complicado evitarlos. 

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