James Cameron cumplió con su propósito. No solo demostró el poder en taquilla de la saga Avatar, sino que los trece años de trabajo para la secuela, valieron la pena. Ahora mismo, la secuela del éxito del 2009, es una de las películas más taquilleras de la historia. Lo que pone al cineasta en un lugar privilegiado del cine y revaloriza la trascendencia de su filmografía. Quizás, por ese motivo, se está tomando un poco de tiempo para analizar su largo y curioso recorrido como director.
Uno que incluye, repasar las palabras que pronunció en uno de los momentos claves de su carrera cinematográfica. Como se recordará, el realizador ya había logrado un éxito asombroso con Titanic, estrenada en 1997. La producción recaudó más de 2.201 millones de dólares en taquilla y logró 14 nominaciones a los Premios Óscar de la Academia. Finalmente, el film ganaría en once de las categorías en las que optó.
El triunfo convirtió a James Cameron en uno de los realizadores más exitosos del cine. Pero, por curioso que parezca, recuerda con cierta vergüenza su reacción durante la histórica noche. Luego de haber obtenido el triunfo, el director agradeció citando una de las frases más reconocibles de la película. Lo hizo sosteniendo entre las manos la estatuilla a mejor director y quizás, en uno de los momentos más emocionales de la noche.
“Mamá, papá, no hay forma de que pueda expresarles lo que siento en este momento. Mi corazón está lleno a reventar, excepto para decir: ¡Soy el rey del mundo!” exclamó eufórico. Veinticinco años después, James Cameron admitió que el discurso, ahora, le parecía “digno de vergüenza”.
El bochorno en medio de la emoción de una noche inolvidable
En una reciente entrevista con CNN, James Cameron admitió que se sentía abochornado por su discurso. Pero explicó que el estallido, que incluyó citar una de las frases de la película Titanic, la gran premiada de la noche, fue fruto de la emoción. Se trató de un triunfo que abarcó años de trabajo duro y esfuerzo, además de hacer realidad un proyecto largamente acariciado.
“Estaba tratando de expresar la alegría y la emoción que sentía en términos de esa película. El momento más feliz para el personaje de Titanic de Leonardo DiCaprio fue cuando estaba libre y en la proa del barco. Lo que aprendí es que uno no cita su propia película a la Academia si gana, porque es vergonzoso”
James Cameron también ponderó sobre el éxito de la película. “Se supone que no ganamos por un margen estrecho, sino que todas las personas sentadas entre el público esa noche en el Teatro Kodak vieron y amaron Titanic. Nunca sabremos por cuánto ganamos, y perfectamente pudo no ser una victoria arrolladora. Terminé recibiendo críticas 25 años después del discurso. Hay que tener mucho cuidado con lo que dices durante estos discursos” expresó el director.
James Cameron y los éxitos de taquilla, una apuesta segura
Durante el fin de semana pasado, Avatar 2: El sentido del agua superó los 1.708 millones de dólares en recaudación en todo el mundo. Eso convierte a Cameron en el único director en lograr una hazaña semejante en tres oportunidades. Primero con Titanic, después con la primera entrega de Avatar en el 2009 y ahora, con su secuela. Se trata de un logro muy importante. Sobre todo tras las dudas que había sobre si lograrían o no alcanzar la taquilla suficiente para que la producción sea rentable.
Pero ya Cameron puede celebrar. Su más reciente película es un éxito de taquilla y crítica. ¿Lo logrará en una cuarta ocasión con la futura continuación de la saga de Avatar? La respuesta podría sorprender al mundo del cine una vez más.