Todos conocemos algunos de esos supuestos trucos para eliminar antes el alcohol y evitar la borrachera o la resaca. Beber café, mojar la nuca con agua fría, chupar una pila o incluso recibir un tortazo son algunos de los más disparatados. Sobra decir que no sirven de nada. Sin embargo, los científicos siguen buscando formas realmente eficaces de eliminar el etanol más deprisa de lo que se metaboliza en condiciones normales. El objetivo no es engañar a los alcoholímetros, sino evitar los daños que ocasiona en el organismo. Y lo cierto es que, aunque la mayoría de intentos no han dado grandes frutos, en 2020 se descubrió algo que sí podría tener cierta eficacia.

Se trata de un aparato que ayuda a eliminar el alcohol más deprisa a través de la hiperventilación. El problema de hiperventilar es que la pérdida rápida de dióxido de carbono (CO₂) puede generar muchos síntomas entre desagradables y peligrosos. Cualquiera que haya tenido un ataque de ansiedad que haya provocado esa hiperventilación lo sabe. Por eso, el aparato desarrollado por científicos de la Universidad de Canadá en 2020 tomaba parte de ese dióxido de carbono y lo recirculaba de nuevo hacia el organismo.

Como resultado, se consiguió reducir la tasa de alcohol en el cuerpo de los participantes tres veces más deprisa. Han pasado dos años y aún no se ha comenzado a comercializar. No obstante, el estudio, publicado en Scientific Reports, fue una prueba interesante de cómo se podría llegar a reducir la tasa de alcohol de una forma realista. Eso sí, lo que está claro es que la mejor forma de reducir el alcohol en el organismo es no llegar a beberlo. Para eso no hacen falta estudios ni inventos.

Hiperventilar para reducir el alcohol

El 90% del alcohol que se consume es metabolizado en el hígado. Este es un órgano que se toma su tiempo. Si hay demasiado alcohol puede no dar abasto y sufrir daños, de ahí que las enfermedades hepáticas sean tan comunes entre los alcohólicos. Aunque tampoco hay que ser alcohólico, ya que con cada consumo de alcohol las células del hígado sufren un estrés que puede pasarnos factura a largo plazo.

En cuanto al 10% restante del alcohol, se metaboliza en los riñones y los pulmones. Esto último no debe extrañarnos si recordamos que los alcoholímetros miden el alcohol precisamente en el aire exhalado. 

Ante esta realidad, un equipo de científicos de la Universidad de Canadá pensó hace años que podría ser interesante eliminar el etanol obligando a los pulmones a trabajar más deprisa. Es decir, exhalar el aire a una velocidad mayor. A bote pronto resulta sencillo, pero puede tener consecuencias peligrosas.

robot tentáculos, pulmones
Giulia Bretelli (Unsplas)

Los riesgos de la hiperventilación

El dióxido de carbono es un gas necesario para nuestro organismo, principalmente por dos razones. Por un lado, porque interviene en la respiración interna, mediante la que el oxígeno se transporta a todas las células del organismo. Y, por otro, porque ayuda a mantener un pH estable para que nuestras células lleven a cabo todas sus funciones adecuadamente.

Cuando hiperventilamos, lo que hacemos a grandes rasgos es respirar muy deprisa. Es decir, en poco tiempo, introducimos mucho oxígeno y liberamos mucho dióxido de carbono del cuerpo. Esta pérdida súbita de dióxido de carbono tiene consecuencias, ya que la sangre se alcaliniza por una subida del pH y la respiración interna se ve alterada. Cuando esto ocurre, nuestro cerebro envía la orden de respirar más despacio. Pero esto puede confundirse con una asfixia, por lo que reaccionamos con más hiperventilación. 

Inicialmente, esto genera una sensación de hormigueo, mareo y agarrotamiento, que puede terminar con desmayos. La situación puede llegar a ser bastante grave si no se hace nada para solucionarlo.

Por eso, si nos limitamos a hiperventilar sin más para eliminar el alcohol más deprisa, nos desmayaremos antes de que llegue a ser efectivo. Los autores de este estudio de 2020 lo sabían, por lo que idearon una máquina sencilla que devuelve parte del dióxido de carbono que se pierde y lo recircula con la inhalación.

Las personas que lo usaron en su momento declararon que les parecía aburrido, pero no incómodo. Y los resultados fueron claramente positivos. Aun así, eran personas que habían consumido alcohol, pero no a niveles desproporcionados. Quienes necesiten realmente eliminar rápidamente el alcohol por un consumo muy excesivo estarían en muy malas condiciones para usar la máquina por sí mismos, por lo que necesitarían ayuda.

Todo esto son pruebas de concepto que demuestran cómo, conocido nuestro organismo, podemos adelantarnos a algunas de sus funciones y sacar provecho de ellas. Más allá de que la máquina aún no se comercialice, es algo interesante. Pero, de nuevo, recordamos que sin la máquina el truco sería peligroso, así que no lo intentes en casa. En realidad, no intentes ninguno de los trucos para reducir la tasa de alcohol o para la resaca, porque ninguno de ellos sirve de nada. Bebe con moderación y recuerda que la cantidad óptima de alcohol siempre es ninguna. Luego podemos hacer lo que queramos, pero es algo que no debemos olvidar.

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