Hoy, Estados Unidos tiene la ventaja al hablar de la disponibilidad de cazas de quinta generación. El F-22 Raptor es, con diferencia, el avión más letal a disposición de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. En tanto que el F-35 Lightning II poco a poco va buscando su lugar en las fuerzas armadas, pese a las críticas por sus altísimos costos y los varios problemas que han afectado su implementación. Sin embargo, China asegura disponer de una aeronave capaz de superar a sus contrapartes norteamericanas: el Chengdu J-20 Mighty Dragon.

El proyecto que ha dado vida al caza de quinta generación asiático ha estado envuelto en todo tipo de controversias, como era de esperarse. Desde acusaciones de espionaje y copias a diseños occidentales, hasta especulaciones con respecto a la veracidad de sus capacidades. Ciertamente, hoy es imposible saber si el J-20 Mighty Dragon es tan poderoso como se dice; al menos para plantarle cara a los jets más avanzados de Estados Unidos. No obstante, China parece haber logrado algo no menor: sacarle amplia ventaja a Rusia en el desarrollo, la producción y la introducción de un modelo de quinta generación.

Es cierto que los rusos ya han presumido públicamente del Sukhoi Su-57, supuestamente llamado a ser el más avanzado del mundo en su tipo. Sin embargo, la disponibilidad de este último es muchísimo más limitada que la del caza chino. Si bien todas las cifras deben tomarse con pinzas ante la imposibilidad de cotejarlas oficialmente, se estima que no se ha fabricado más de una veintena de unidades del caza ruso, y que menos de 10 estarían en servicio activo. Mientras que, de acuerdo a información de inteligencia, ya se fabricaron más de 200 J-20 Mighty Dragon.

J-20 Mighty Dragon, el caza de quinta generación de China

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El desarrollo del Chengdu J-20 Mighty Dragon se puso en marcha durante la década de 1990 y siempre estuvo rodeado de especulaciones. En su momento se dijo que la inteligencia de China obtuvo información valiosa del desarrollo del F-35 Lightining II para crear su propio caza de quinta generación. Pero es imposible saber hasta qué punto es cierto.

En los últimos años han circulado imágenes comparativas de ambas aeronaves que muestran una llamativa similitud al verlas frontalmente. No obstante, el resto del diseño del avión asiático difiere drásticamente tanto del F-35 como del F-22 Raptor.

De acuerdo con la información disponible públicamente, el J-20 Mighty Dragon tiene un fuselaje más alargado que el de los cazas de Lockheed Martin. La aeronave de Chengdu mide 21,2 metros de largo, contra 18,92 metros del F-22 y los 15,7 del F-35. Sin embargo, su envergadura es ligeramente inferior a la del Raptor (13,01 vs. 13,56 metros).

El desarrollo chino destaca también por su sistema de alas en delta con canards. Estos últimos tienen la particularidad de poder moverse en distintas direcciones, lo que, en teoría, permite que la aeronave disponga de una mayor maniobrabilidad, incluso al volar a velocidades bajas.

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En materia de performance, el Chengdu J-20 Mighty Dragon sería capaz de volar a una velocidad máxima de Mach 2. Pero aún no dispondría capacidades de supercrucero; es decir, de volar sostenidamente a velocidades supersónicas sin requerir la activación de los posquemadores.

La motorización del caza de quinta generación chino también ha sido motivo de debate. Los primeros modelos salieron de la línea de producción con equipamiento ruso, pero modelos subsiguientes fueron fabricados con motores propios. No obstante, China tendría en mente un nuevo cambio con el fin de adoptar el Xian WS-15, un motor de producción local que le daría varios beneficios. Entre ellos, el citado supercrucero y una mayor maniobrabilidad de la mano del empuje vectorial.

¿Mejor que el F-22 Raptor o el F-35 Lightning II?

El F-22 Raptor de Lockheed Martin | Foto: U.S Air Force en Flickr

Según la prensa china, el J-20 Mighty Dragon se desarrolló como un caza de superioridad aérea, al estilo del F-22 Raptor. En occidente, en tanto, creen que las capacidades de la aeronave están más cercanas a las de un caza polivalente como el F-35 Lightning II. En Estados Unidos, específicamente, observan con atención los avances chinos en materia de aviación militar, pero tienen sus reparos con respecto a qué tan peligroso es este avión en particular.

También se han planteado varias discusiones sobre si la tecnología furtiva de la aeronave china es mejor o peor que la de sus pares estadounidenses. Algo que hoy es imposible de determinar, considerando que se trata de información confidencial; y lo poco que se sabe públicamente tampoco da para grandes conclusiones.

Algo similar sucede con la capacidad de trasladar armamento. Al igual que los cazas de Lockheed Martin, el Chengdu J-20 Mighty Dragon ha sido diseñado para almacenarlo en bahías internas. En teoría, el avión asiático puede trasladar hasta 6 misiles aire-aire, contra los 8 del F-22 Raptor y los 4 del F-35 Lightning II. No obstante, a diferencia de los norteamericanos, no incluiría un cañón automático.

Por lo pronto, la Fuerza Aérea de China presume al J-20 Mighty Dragon como un antes y un después de su flota. Y las comparaciones con sus contrapartes occidentales son, en muchos casos, inevitables. No obstante, el secretismo que rodea a este tipo de desarrollos hace muy difícil pintar una imagen realista de dónde se encuentra parado en comparación con los exponentes de quinta generación estadounidenses.